Un trozo de pizza, clave en los crímenes de Gilgo Beach

Los  'asesinatos de Gilgo Beach', Nueva York, es uno de los casos sin resolver del siglo XXI en el que se encontraron restos de, al menos, once mujeres que en su mayoría habían ejercido la prostitución.

Fue en diciembre de 2010 cuando se hallaron los restos óseos de una mujer en las dunas de una carretera de la isla neoyorquina de Long Island. Poco después, la policía encontró restos de otras tres mujeres en un arenal de Gilgo Beach y en los próximos meses se encontrarían restos de otras seis mujeres a lo largo de la autopista de la zona. 

Sería la desaparición de otra mujer la que dio lugar a que se desarrollara la investigación, esa mujer fue encontrada muerta junto a la autopista de Gilgo Beach en diciembre de 2011.  Los investigadores realizaron una ardua y complicada investigación en la que se aportaron más de 1.000 pistas hasta que en 2022 una nueva pista señalaba a una persona como sospechosa de la desaparición de una de las víctimas.

Un borde de pizza la clave de la investigación

Aquella pista almacenada se trataba de una furgoneta que estaba vinculada con la desaparición de aquella mujer y que señalaba directamente al arquitecto Rex A. Heuermann. Varios testigos indicaron que una furgoneta Chevrolet Avalanche fue vista aparcada fuera de la casa de una de las víctimas, Amber Costello, la noche anterior a su asesinato. Fue ahí cuando los investigadores averiguaron que Rex tenía una camioneta similar.

Los investigadores decidieron observar al arquitecto y a su familia, recogieron botellas desechadas y una corteza de pizza para realizar pruebas de ADN. También registraron las llamadas y las localizaciones de varios teléfonos y descifraron el alias del correo electrónico del sospechoso.  Supuestamente desde varios de los teléfonos de Rex, que en cada asesinato usaba un nuevo teléfono desechable, se localizaron llamadas en la zona donde ocurrieron los hechos y, aparentemente, el sospechoso hostigó por teléfono a los familiares de una de las víctimas.

Sorprendentemente la clave para dar con el sospechoso fue aquel borde de pizza, donde se encontraron muestras de su ADN que coincidían con el pelo hallado en el cuerpo de una de las víctimas. Tras más de 13 años de investigaciones Rex. A. Heuermann, de 59 años, era arrestado por las autoridades el pasado 13 de julio por su vinculación con al menos tres de los once crímenes ocurridos, aunque se espera que sea imputado por un cuarto crimen. Pese a que el sospechoso se declaró inocente todavía se encuentra en dependencias policiales. 

Las cuatro presuntas víctimas de Rex

Las cuatro presuntas víctimas de Rex son conocidas como 'las cuatro de Gilgo', ya que sus cuerpos se encontraron en unos arbustos a lo largo de un tramo de 400 metros de Gilgo Beach durante un período de dos días en 2010. La primera víctima fue Melissa Barthelemy, cuyos restos fueron encontrados el 11 de diciembre de 2010 cerca de Gilgo Beach. Barthelemy, que era trabajadora sexual, fue vista por última vez el 12 de julio de 2009 en su apartamento, cuando le dijo a una amiga que iba a ver a un hombre.

El 13 de diciembre de 2010 los restos de otras tres mujeres fueron encontrados en la misma zona. Una de estas mujeres era Maureen Brainard-Barnes, que también anunciaba servicios sexuales y fue vista por última vez en junio de 2007 en Nueva York. Otra de las víctimas era  Megan Waterman, que también era trabajadora sexual y fue vista por última vez a principios de junio de 2010 en un Holiday Inn Express de Hauppauge, cerca de Long Island en Nueva York.

La última víctima encontrada fue Amber Lynn Costello, que también realizaba trabajos sexuales y fue vista en septiembre de 2010 saliendo de su casa en North Babylon, también cerca de Long Island. Cabe destacar que el historial del ordenador de Rex incluía 200 búsquedas dedicadas a conocer el desarrollo de las investigaciones y relacionadas con pornografía basada en la tortura y representaciones de mujeres abusadas, violadas y asesinadas. 

Ahora los investigadores tratan de conocer cómo se cometieron los cuatro crímenes y el motivo por el que estas jóvenes fueron asesinadas. También se intenta averiguar la relación de Rex con las otras siete víctimas que aparecieron muertas en la misma zona y si realmente el arquitecto es el asesino en serie al que buscan las autoridades. 

La doble vida del arquitecto

Si realmente Rex ha cometido todos estos crímenes durante más de trece años, ha estado llevando una doble vida. Nació y creció en Long Island y comenzó a trabajar como arquitecto en Manhattan en 1987 tras licenciarse en el Instituto de Tecnología de Nueva York. En 1994 creó su estudio de arquitectura. 

Ha realizado la mayor parte de su trabajo en la ciudad de Nueva York, con clientes que incluían organismos municipales, organizaciones benéficas, aerolíneas y grandes minoristas. En 1996 se casó con su actual esposa, con la que tiene un hijastro y una hija en común. Un hombre corriente que durante años pudo ocultar ser un asesino en serie y que gracias a un trozo de pizza ya no supondrá un peligro para la sociedad.