Taller de 'guerrilla urbana' en Granollers: ‘Es una forma de adoctrinar a violentos’

El sábado 24 de agosto comenzó la  Fiesta Mayor de Granollers, que concluirá este domingo 1 de septiembre. Estas festividades son usadas por los vecinos para reunirse y realizar las costumbres populares. Sin embargo, en las fiestas de este año se ha detectado una práctica preocupante y perjudicial para la educación de los niños. 

La fiesta se ha visto salpicada por la polémica protagonizada por uno de sus organizadores, la organización Blaus de Granollers. Los diferentes organizadores que lideran estas fiestas buscan ofrecer una programación variada y para todos los públicos.

Sin embargo, la organización Blaus ha realizado una actividad en donde se enseña a practicar técnicas aplicadas de guerrilla urbana. Para ello, se ha enseñado a los participantes a hacer y usar armas de guerra.

Este taller se vendió como una actividad lúdica para todos los públicos. Tuvo lugar en la tarde del martes 27 de agosto. Tras el transcurso de la actividad, se han difundido varios vídeos en redes sociales.

En ellos se puede ver a niños lanzar un objeto que simula un cóctel molotov contra un muñeco de un policía. Está actividad ha sido permitida por la alcaldesa socialista de Granollers, Alba Barnusell.

Sin embargo, el Ayuntamiento ha querido mostrar su apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado mostrando el rechazo a esta actividad. Asimismo, han asegurado que desconocían qué se estaba haciendo algo semejante. 

La realidad es que  estas imágenes han indignado a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que ven cómo se enseña a los niños a atacarlos con armas peligrosas. Varios sindicatos barajan interponer medidas legales.

La asociación sindical independiente de la Guardia urbana de Lleida ha presentado una querella en la Fiscalía Superior de Cataluña. Lo ha hecho contra la alcaldesa de Granollers por presuntos "delitos de odio y de injurias graves contra las fuerzas de seguridad".

Uno de los principales miedos es que esto desemboque en el odio contra los agentes y sus familiares. Elcierredigital.com ha contactado con  Nadia Pajarón  para conocer la postura del Sindicato Unificado de Policía (SUP).

La portavoz del SUP señala que “para nosotros la forma de divertirse no puede ser enseñar a los niños a tirar cócteles molotov a la Policía. Hay muchos valores democráticos que enseñar y eso es todo lo contrario. Estamos estudiando tomar medidas legales".

Y continúa: "Es una barbaridad que no puede quedar impune. Es una forma de adoctrinar a los niños, que es una pauta general en todas las organizaciones terroristas. Es muy similar a lo que había en el País Vasco en la época de ETA, esperemos que no vaya a más”.

"Queremos proteger a los menores"

El Sindicato Unificado de Policía ha decidido remitir una carta al Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. En este comunicado hace hincapié en que “es insólito que a estas horas todavía no haya habido respuesta contundente del Gobierno y como mínimo de su ministro del Interior”.

“Como policías nacionales queremos proteger a estos menores del adoctrinamiento. Podría llegar a ser catalogado como terrorismo de baja intensidad. Por la situación actual pedimos que se nos considere profesión de riesgo y que se decrete a Cataluña como zona de especial singularidad", comentan. 

"Estos actos no se pueden considerar como un delito de odio porque la Policía no es un colectivo vulnerable. Los Policías no, pero las familias sí que son colectivos vulnerables, ya que esta educación puede derivar en el acoso”, añade Nadia Pajarón.

El Ayuntamiento de Granollers se ha desvinculado del acto señalando que no tenía conocimiento. Para ello, se ha escudado en que era un acto de una organización y no suyo.

Pajarón indica que “es un taller financiado por el Ayuntamiento y el título era guerrilla urbana. Por ende, no creemos que desconociera la existencia de este taller.  Si realmente lo desconocían deberían estar más informados de las actividades que se hacen en las fiestas”. 

Una de las reclamaciones actuales de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado es la pérdida del principio de autoridad. Solicitan que se endurezcan las penas de atentado, desobediencia y resistencia.

“No se puede normalizar que agreda a un Policía y este tipo de talleres no hacen más que incitar. Es un taller financiado con dinero público. Este tipo de situaciones no pueden volver a ocurrir”, concluye Nadia Pajarón.

En el comunicado del SUP se puede leer, “resulta preocupante observar cómo ciertos grupos, en su búsqueda por lograr sus metas políticas o ideológicas, utilizan la manipulación de jóvenes y niños. Estos jóvenes, en numerosas ocasiones, se ven expuestos a ideologías extremistas y enseñanzas que pretenden inculcarles sentimientos de odio hacia otros colectivos, especialmente las fuerzas y cuerpos de seguridad”.

Para el SUP “los menores son especialmente vulnerables a la influencia de los adultos. Su participación en actividades de odio no solo tiene el potencial de causar un daño profundo e irreversible en su desarrollo psicológico y emocional. También perpetúa un ciclo de violencia y división que afecta a toda la sociedad".

"Es nuestro deber, en especial, como representantes institucionales, proteger a los menores. También garantizar su derecho a crecer en un ambiente seguro y libre de cualquier forma de manipulación o adoctrinamiento”, expresan.

“Por esta razón, le instamos a considerar la implementación de medidas estrictas y efectivas, penales o administrativas. Y así prevenir y combatir la utilización de menores en la propagación de discursos de odio", solicitan.

"Es fundamental establecer mecanismos que corten de raíz estos comportamientos. Es crucial fortalecer el marco legal existente. Así garantizaremos que aquellos que explotan a los menores con estos propósitos sean llevados ante la justicia y reciban sanciones adecuadas”, añaden desde el SUP.

Como conclusión, denuncian que “los niños que hoy se divierten tirando piedras a un muñeco vestido de policía son los terroristas del mañana”.