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Vuelve 'El Rambo de Requena', agrede a dos agentes: 'Necesita una cárcel especial'

Pedro Lozano Jiménez lleva en la prisión de Zuera desde 2020 y fue condenado a 27 años por tentativa de homicidio

Este 2 de julio Pedro Lozano Jiménez, conocido como el Rambo de Requena, ha herido de gravedad a dos agentes de la Guardia Civil  que se disponían a trasladarlo del centro penitenciario de Picassent a la ciudad de la Justicia de Valencia. Este individuo llevaba pocas semanas en la prisión valenciana debido a que iba a atender a un juicio en Valencia, pero el ataque ha dado lugar a que volviese a ser internado. 

En su ataque a los agentes cuando estaba siendo cacheado,  les ha mordido en los brazos y ha intentado arrancarles la yugular.  De hecho, a uno de ellos le ha arrancado parte del músculo del antebrazo y el otro ha necesitado ser intervenido quirúrgicamente por las heridas que presentaba en el cuello.

Hombre con los ojos pixelados de pie frente a una pared blanca con una regla de medición vertical.
Pedro Lozano Jiménez, conocido como el ‘Rambo de Requena’. | El Cierre Digital

Este individuo se encuentra en el Programa de Atención Integral de Enfermos Mentales (PAIEM) y el Fichero de Internos de Especial Seguimiento (FIES) debido a su peligrosidad. No obstante, hasta ahora en prisión había mantenido un perfil bajo y no había protagonizado ningún incidente grave. Lozano Jiménez se encuentra cumpliendo condena en el centro penitenciario de Zuera, aunque ha sido trasladado de manera temporal a Picassent.

El Rambo de Requena cumple  una condena de 27 años de prisión por dos tentativas de homicidio. Además, tiene una causa pendiente en los tribunales valencianos –motivo por el que se le trasladó a Picassent– por cuatro delitos de robo con violencia e intimidación, un robo con fuerza en casa habitada en grado de tentativa y un delito de tenencia de arma prohibida.

En una conversación con elcierredigital.com, el criminólogo Vicente Planas explica que “no es una persona para estar en un centro penitenciario normal, ya que necesita una atención médica constante. Es una persona que tiene conocimiento de armas, ya que era capaz de manipular los cartuchos. Utilizaba los robos para comer y desplazarse.  Esta persona tiene un trastorno mental al no haberse tratado nunca o no tomar la medicación. Este trastorno podría ser una psicosis aguda con contención física agresiva o un trastorno bipolar con frases maniáticas”. 

Cuando se siente acorralado es cuando actúa y se defiende. Cuando entiende que le van a causar cierto tipo de daño hace uso de una desproporcionada agresividad sin empatía alguna. Está claro que tiene antecedentes de cuando era joven. Es una persona solitaria acostumbrada a no hablar con nadie y muy desconfiada. Es peligroso porque en estos intervalos de tiempo el que se ponga a tiro va a terminar con él”, concluye Vicente Planas.

Varios robos y dos intentos de homicidio

Pedro Lozano Jiménez es  natural de Sagunto, donde ya fue detenido por robo. Las fechorías del Rambo de Requena empezaron en enero de 2020, tras ocupar una vivienda en la aldea de los Cojos de Requena  y cometer una oleada de asaltos en varios pueblos valencianos.  Cuenta con varios antecedentes policiales, la mayoría de ellos por robos con fuerza, ya que amenazaba a sus víctimas con una escopeta de cañones recortados y solía vestir ropa militar de camuflaje. No obstante, en un robo que cometió en Chelva, Valencia, iba vestido con una blusa de mujer. 

En uno de sus robos amenazó con acabar con la vida a un guardia civil. El hecho tuvo lugar cuando una pareja de propietarios encontró la puerta de su chalé forzada y decidieron llamar a las autoridades por el miedo a entrar sin protección a su vivienda. Una vez dentro, tanto los propietarios como el agente de la Benemérita que los acompañaba, fueron encañonados desde corta distancia. Pedro huyó a través de los senderos montañosos de Requena. Ante este ataque, varias patrullas decidieron establecer un cerco policial en las cercanías, sin embargo, fue burlado por el delincuente dejando de manifiesto su extremo conocimiento del terreno.

Fue el 28 de febrero de 2020 cuando el Rambo de Requena dio rienda suelta a una sucesión de violencia que acabó con su detención el 8 de junio de 2020. Pese a estar buscado por las autoridades se ocultaba en viviendas abandonadas y se aprovechó de la crisis sanitaria para evitar ser descubierto.

El día de su detención decidió asaltar una bodega en el municipio valenciano de Chelva y amenazó con su escopeta recortada al dueño para robarle el vehículo, modus operandi que utiliza desde sus primeros ataques. El Rambo de Requena llegó a efectuar varios disparos como amenaza, ya que no llevaba la escopeta cargada.

Al dueño de esta bodega le robó un vehículo de marca Land Rover y en la localidad de Muniesa fue interceptado por la Guardia Civil. No obstante, decidió abrir fuego contra los agentes con la escopeta que solía acompañarle. Uno de los agentes fue alcanzado por dos de los disparos. El delincuente salió corriendo y fue disparado por un agente en la pierna. Posteriormente, se dio con él en la localidad turolense de Andorra. Allí había robado otro vehículo que fue interceptado por la policía, pero Jiménez ya no estaba en el coche. Un amplio dispositivo permitió capturarle en los montes. 

Por estos hechos,  la Audiencia Provincial de Teruel le condenó a 27 años de prisión como autor de dos tentativas de homicidio, dos delitos de robo con fuerza, otros dos de robo de vehículo de motor, uno de coacciones y otro contra la seguridad del tráfico. Tras varios recursos, el Tribunal Supremo ratificó en septiembre de 2023 la condena. Cabe recordar que en el juicio no quiso ni responder a las preguntas de su propio abogado y se acogió a su derecho a no declarar.

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