Logo El Cierre Digital
Un joven esposado es escoltado por un policía mientras otras personas observan en un pasillo.
SUCESOS

Crimen de Vallobín: Los culpables 15 años después del asesinato de Mª Luisa Blanco

María Luisa fue asesinada el 25 de junio de 2009 en el barrio de Vallobín, en Oviedo, donde vivía con su familia.

Este 25 de junio se cumplen quince años del asesinato de María Luisa Blanco en el barrio de Vallobín, al noroeste de Oviedo. María Luisa padecía una discapacidad física que le impedía andar, lo que le hacía permanecer en una silla de ruedas. El 25 de junio de 2009 la Policía Nacional encontró el cuerpo descuartizado de Maria Luisa, de 36 años, en una nevera de la casa donde vivía. Allí residían la víctima, su madre Rosario, su hermano Pablo Blanco, Cristian Mesa, Jesús Villabrille y Larisa L.R, que eran padres de un bebé.

Jesús Villabrille, Pablo Blanco, Cristian Mesa y Larisa L.R. asesinaron a la mujer en el piso de la calle Mariscal Solís. Obligaron a María Luisa a ponerse en pie mientras Cristian y Jesús le golpeaban en repetidas ocasiones con una barra de hierro y el palo de una escoba. Después la forzaron a beber whisky hasta que se ahogó. Tras el fallecimiento, su propio hermano, Pablo Blanco, la descuartizó en la bañera para poder ocultar el cadáver en la nevera.

El juicio por el presunto asesinato se celebró en noviembre de 2012 en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Oviedo. No obstante, al ser menor de edad, Larisa fue condenada en febrero de 2011 por la Audiencia Provincial de Asturias a diez años de internamiento en régimen cerrado. Larisa obtuvo la libertad vigilada en 2020 tras cumplir los 10 años de internamiento en el centro de menores de Sograndio. Actualmente, está apartada del foco mediático. 

Una mujer con cabello oscuro y rizado, vestida con un suéter negro con patrones geométricos y una correa gris, posando frente a una pared oscura.
María Luisa Blanco, la víctima. | El Cierre Digital

A Jesús Villabrille se le consideró el cerebro del crimen y fue condenado a 77 años de prisión. Actualmente permanece en el centro penitenciario de Puerto de Santa María. Su cómplice, Cristian Mesa, fue condenado a 62 años de cárcel y permanece en la prisión de León. Ambos cumplirán un máximo de 30 años de cárcel, de los que les quedan 15 por cumplir. Tanto a Mesa como a Villabrille se les consideró culpables de once delitos. Entre ellos, los de asesinato, detención ilegal, agresión sexual y lesiones.

El cuarto condenado por los hechos fue Pablo Blanco, hermano de María Luisa. Pablo fue condenado a 28 años de cárcel por el asesinato, pero el Supremo le rebajó la condena a 10 años por la eximente de minusvalía psíquica. Hoy en día está en libertad tras obtenerla un año después que Larisa. Previamente estuvo viviendo dos años en un piso de acogida.

Los hechos acontecidos


El 25 de junio de 2009 dos agentes de patrulla de Policía Nacional acudieron a una llamada de Jesús Villabrille, inquilino de la casa de Vallobín, un barrio al noroeste de Oviedo, que dijo haber regresado de un viaje a Madrid y haber encontrado el cuerpo descuartizado de una mujer en la nevera. Era María Luisa Blanco, de 36 años. Todos los inquilinos de la casa fueron detenidos.

En aquella casa vivían la víctima, María Luisa, junto a su madre Rosario y su hermano Pablo, que se hizo amigo de Cristian y lo llevó a vivir a su casa en agosto de 2008. Después, en septiembre, llegaron como inquilinos Jesús y Larisa, entonces padres de un bebé de pocos meses. Según declararon en el posterior juicio algunos testigos —entre ellos, la madre de la asesinada—, la convivencia era insoportable. Villabrille, apodado "el duque" y su pareja Larisa maltrataron desde el principio a la familia Blanco, "cuyos integrantes rozaban la discapacidad".

Un hombre esposado es escoltado por un oficial de policía con el rostro difuminado, mientras caminan junto a un vehículo en una zona urbana con edificios de apartamentos al fondo.
Pablo Blanco, hermano de la víctima y encargado de descuartizarla. | El Cierre Digital

María Luisa tenía 36 años, una discapacidad física que la impedía andar y la mantenía en una silla de ruedas. Fue encontrada descuartizada en el frigorífico de su casa, en la calle Mariscal Solís, de Oviedo. La torturaron, la obligaron a estar de pie mientras la golpeaban con una barra y la obligaron a beber una botella de whisky. Cuando murió ahogada, su hermano, minusválido psíquico, la descuartizó en la bañera.

En un primer momento el hermano de la fallecida, Pablo, que sufre una minusvalía y un retraso mental diagnosticado, se autoinculpó, aunque pronto cambió su versión apuntando a Jesús Villabrille y Cristian Mesa, quienes, junto a Larisa, la novia del primero y menor de edad, vivían en casa de los Blanco como inquilinos desde agosto y septiembre de 2008 respectivamente. Los Blanco habían metido al diablo en casa a vivir y no lo sabían.

Malos tratos constantes

Rosario Blanco, madre de la víctima, llegó a  declarar durante el juicio celebrado en 2012 que "me tiraban al suelo varias veces y me apretaban la garganta hasta perder el sentido". El suceso se produjo durante la noche de San Juan de 2009 en el mencionado piso, donde vivían todos. El hermano de la víctima reconoció su participación en el crimen y a partir de ahí comenzó la investigación sobre el macabro crimen.

Durante el juicio, Rosario describió que los acusados la obligaban a dormir en el suelo y que a Jesús y Cristian tenía prohibido mirarlos: "No le gustaba que mirara hacia ellos" y añadió que "nos obligaban a bañarnos en agua fría, a mí y a mi hija". 

Un joven con sudadera gris está de pie frente a una reja y un vehículo policial.
Cristian Mesa, otro de los condenados. | El Cierre Digital

Con el transcurso de los meses los inquilinos se convirtieron en auténticos dictadores y "nos rompieron los teléfonos, nos quitaron las llaves, no teníamos libertad para salir a la calle", manifestó Rosario. A preguntas del fiscal, Rosario Blanco recordó que incluso tuvo que presenciar una relación sexual entre sus propios hijos al ser obligados por los inquilinos.

En mayo de 2009 Rosario acudió a un asistente social y éste a un abogado que invitó a Rosario a denunciar los hechos ante la Policía. Pero luego acudió a retirar la denuncia obligada por los inquilinos, que le quitaron la tarjeta bancaria y realizaron gastos a su nombre en su propio beneficio.

Rosario Blanco relató cómo el día del crimen, la noche de San Juan de 2009, lo presenció escondida tras una puerta y que escuchó a su hija "hasta las últimas palabras". Cuando trasladaron el cadáver de su hija a un dormitorio, declaró que la menor, Larisa, "se puso encima de ella, estaba más contenta que otra cosa".

Persona con la cabeza cubierta por un pañuelo a cuadros en un entorno urbano.
Larisa, la menor condenada a diez años. | El Cierre Digital

La autopsia no señalaba directamente a ningún habitante de la casa como autor material del crimen. Pero los tres testimonios del resto de acusados señalaban a Pablo, hermano de la fallecida, como autor material del estrangulamiento, y Jesús como la persona que obligó a María Luisa a beber una botella de whisky. La fallecida presentaba lesiones en la faringe, en una mano, dos costillas rotas y una fractura en la vértebra dorsal.

➡️ Sucesos

Más noticias: