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Quién se esconde tras el crimen del exalcalde del PP en Gandía: Estas son las claves
El criminólogo Vicente Planas analiza como "el asesinato de Arturo Torró fue premeditado y cometido por profesionales"
El 20 de febrero la mañana arrancaba con la noticia del asesinato del expresidente del Partido Popular y exalcalde de Gandía, Arturo Torró Chisvert. Alrededor de las 23.00 horas del 19 de febrero el exalcalde llamó a su mujer pidiéndole ayuda. Y es que su vehículo estaba averiado, ya que tenía una rueda pinchada.
Poco después, se encontró el cuerpo sin vida del aclade dentro de un vehículo marca Mercedes. El exalcalde había recibido un único disparo en el corazón y en la escena del crimen había pocas pistas.

Así las cosas, el Juzgado de Instrucción nº1 de Gandía (Valencia) se encuentra investigando el suceso. Quién o quiénes cometieron el crimen y por qué son todavía dos grandes incógnitas a las que se les busca dar una respuesta.
No hay que olvidar que Torró arrastraba ciertos problemas con la justicia y otras personas. Por un lado, se encontraba a la espera de ingresar en prisión. Y es que fue condenado por un delito de malversación de fondos públicos por la adjudicación de los servicios de comunicación audiovisual del Ayuntamiento de Gandía entre 2012 y 2015.
Por otro lado, recientemente había presentado tres denuncias por amenazas. Es de destacar que según Nacho Abad, “el exalcalde dejó colgado con mucho dinero a mucha gente. Algunos de ellos no eran españoles”.
El 22 de febrero tuvo lugar el último adiós al exalcalde de Gandía. Centenares de personas han acudido a despedirle a la plaza de la Insigne Colegiata de Gandía. También se llevó a cabo un funeral íntimo y sin medios de comunicación al que acudió el alcalde José Manuel Prieto.

En elcierredigital.com hemos contactado con el criminólogo Vicente Planas para analizar quién podría estar detrás de este crimen. “Hay varias claves para obtener datos importantes y llamativos relacionados con el asesinato. Estos son el lugar donde se ha producido, la manera en que se han ejecutado los hechos y las armas utilizadas”, señala.
Las claves del suceso
El exalcalde Torró era una persona muy conocida, por lo que “los asesinos buscaron tener todo a su favor. Buscaron un lugar solitario y que no dejara paso a la videovigilancia próxima, ni a los posibles observadores del lugar. Así como una hora en la que ya no había luz solar”, observa Planas.
Cabe recalcar que el lugar elegido por los asesinos fue un descampado con arbolado y arbustos altos de la autovía que une Xeresa con Gandía. Planas señala que “el espacio y tiempo del crimen denotan que fue un crimen premeditado en el que los asesinos buscaron tener la máxima seguridad. Posiblemente, le vigilaron en los días previos para conocer sus rutinas y elegir la opción más segura”.
Por ende, se trató de un crimen planificado, lo que denota que “los autores son profesionales. Por lo menos en la manera de ejecutar los hechos”, añade Planas.
Según el estudio forense el cadáver no presenta signos de estrangulamiento, algo que se había especulado en un primer momento. Solamente existe una herida circular punzante en el corazón, compatible con un disparo. Planas indica que “lo que esto nos dice es que lo más probable es que entre dos o tres personas estuviesen esperando a Torró, mientras que otros dos contactaron con él”.
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“La ubicación de la herida y el arma usada muestra la intención de acabar con su vida de los asesinos. No hay indicios de que fuese un toque de atención. Se actúa rápido ante la posibilidad de que hubiese llamado a alguien y de que pasase algún coche”, añade Planas.
El criminólogo continúa: “En cuanto al arma se usó una pistola de calibre pequeño, posiblemente del 22, ya que es una munición asequible que no deja mucho rastro. Para dificultar la investigación usan una sola bala, por lo que solo hay un casquillo que no les preocupó dejar en la escena. Ahora, habrá que seguir el rastro del arma para ver si ha sido utilizado previamente”.
Planas observa que “la elección de la escena del crimen no fue arbitraria. Los asesinos seleccionaron un lugar solitario y propicio, que no sólo aseguraba la máxima discreción. Si no que también facilitaba una rápida huida tras el crimen. Los tres componentes desglosados anteriormente denotan profesionalismo y características propias de individuos con experiencia en tales actos”.
“Este tipo de asesinato nos denota que había algún tipo de interacción entre la víctima y las personas que quería terminar con la vida del exalcalde Torro. Bien siendo el ejecutor material o mandando a alguien para su ejecución. No es un crimen circunstancial, sino motivado”, concluye Vicente Planas.
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