
Prostitución encubierta en varios barrios de Madrid: Cómo activan su 'mercado'
Barrios de Madrid, como Ciudad Lineal, Vallecas, Carabanchel y Villaverde están llenos de anuncios de estos servicios
En los centros educativos de varios distritos de Madrid se ha observado que los niños llegan a intercambiar la propaganda de la calle "como si fueran cromos de la época". En este caso, preocupa la presencia de anuncios de prostitución y de la forma de al alcance de todos en la calle.
Según las autoridades policiales, se ha observado "un repunte" en la difusión de este tipo de anuncios. Ocurre en los barrios periféricos de Madrid como Ciudad Lineal, Puente de Vallecas, Carabanchel y Villaverde. Desde hace un tiempo se están ofreciendo servicios sexuales en domicilios particulares.
Este intercambio de servicios entre personas adultas se hace "más palpable en estos barrios humildes, debido a la pobreza y situación de desigualdad". El tramo de la calle de Alcalá, entre El Carmen y Pueblo Nuevo, está repleto de anuncios de comercio sexual a la vista de todos los vecinos y los niños.

También se ven estos carteles en muchas calles de distritos como Usera o Villaverde. Multitud de coches aparcados aparecen empapelados con anuncios de prostitución, que quedan a la vista de los menores. UPyD ya solicitó que se tomaran medidas para evitarlo.
La prostitución encubierta, un caso en manos de la Policía
La respuesta de la Policía Municipal no ha tardado en llegar. Ya ha anunciado que va a tomar medidas para erradicar esta práctica. Además de “cursar las denuncias oportunas”.
Aunque el ejercicio de la prostitución no está prohibido, sí lo está el reparto de publicidad en la vía pública sin licencia. Sobre todo si puede herir la sensibilidad.
No es la primera vez que la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (Fravm) ha denunciado en comisaría la difusión de publicidad vinculada a la prostitución. Todo mediante folletos que se colocan en los coches aparcados en la vía pública.

Hace ocho años, la Asociación Vecinal de Quintana inició una campaña contra los anuncios de pequeño tamaño que ofrecen servicios sexuales. Algunos repartidores los colocaban en los parabrisas de los vehículos aparcados en las calles del distrito.
En estas tarjetas se incluye como 'gancho' la procedencia de las mujeres ofertadas: asiáticas, latinas u otras regiones. Además de los teléfonos de contacto. Los vecinos de varios barrios de la periferia de Madrid recogen kilos de publicidad sexual de los parabrisas. En estos distritos ven como, día a día, jóvenes ponen publicidad en los capós o limpiaparabrisas en vehículos aparcados.
Estos repartos, recuerdan los vecinos, infringen la ordenanza municipal de limpieza, "pero no se controlan ni las infracciones ni a los infractores".
Al realizar esta actividad se podría incumplir entre otros, el artículo 510.2.b del Código Penal. Este penaliza la "producción, elaboración o posesión" de "cualquier clase de material" que tenga el potencial de promover o incitar "al odio, hostilidad, discriminación o violencia".
Esto, quizás, se puede deber a un "exceso de turistificación" y a la "comercialización con determinadas actividades", entre las cuales se encuentra la prostitución. Así lo investigan las autoridades.

Distintos colectivos han denunciado esta práctica para, no solo transformar la sanción administrativa actual en un delito penal, sino también que la Policía intensifique su persecución hacia las "redes mafiosas que realmente están detrás". De manera que les resulte "cada vez más difícil" utilizar a personas para llevar a cabo el reparto de los folletos.
Aunque es un poco difícil la labor, los colectivos también piden que se investigue la autoría y la red de distribución. Así como que se "activen medidas para impedir esta práctica especialmente en entornos como colegios, parques y centros de salud".
Por su parte, los vecinos de Usera llevan desde 2017 luchando contra la publicidad de prostitución en los parabrisas de los coches. Denuncian que "es un problema continuo" y que "sus hijos recogen anuncios de prostitución de camino al colegio". Concluyen que pueden llegar a recoger decenas de papeles en un tramo de 200 metros.
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