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Policías antidisturbios forman una barrera frente a manifestantes que portan banderas palestinas en una protesta al aire libre
SUCESOS

Policías indignados con La Vuelta Ciclista España por las protestas propalestina

La UIP denuncian las dietas, alojamiento y desamparo institucional en una Vuelta ciclista España con marco propalestino

La Unidad de Intervención Policial  (UIP) se ha concentrado este domingo 14 de septiembre a las 12:30 horas en el  Complejo Policial de Moratalaz, en Madrid. La protesta tenía como objetivo mostrar su malestar por las condiciones laborales y los incidentes ocurridos durante la  Vuelta Ciclista  a España  que han culminado esta tarde con graves tumultos y la cancelación de la última etapa a 50 kilómetros de la meta en Cibeles.

Un grupo de policías con mascarillas está de pie detrás de un letrero rojo de gran tamaño que dice LAVUELTA frente a un edificio histórico de piedra con torres y esculturas en una plaza urbana
La UIP protesta en Moratalaz | Europa Press

La protesta, que había sido convocada en unidad de acción y sin siglas sindicales visibles, coincidía con el inicio del gran dispositivo de seguridad de la última etapa de la ronda ciclista que se ha mostrado insuficiente. El acto culminó con la lectura de un manifiesto conjunto respaldado por los sindicatos policiales JUPOL y SUP, en un gesto que buscaba visibilizar la indignación de los agentes antidisturbios.

Un grupo de personas se reúne al aire libre frente a cámaras de televisión y periodistas mientras un hombre con uniforme policial sostiene papeles y otro lleva un megáfono en la mano
La UIP concentrada en Moratalaz hoy a las 12:30 | Cedida

Lo policias consideran estar  fuera del amparo institucional  de las labores de la UIP. También señalan que la UIP se encuentra en una "crisis sin prendentes". Además, entre las reivindicaciones el acto se centró en las malas remuneraciones en dietas y alojamientos que se encuentras "desfasadas" de los precios actuales de mercado. 

La Vuelta como escenario de tensión global

La Vuelta a España 2025 ha finalizado imponiéndose lo político a lo deportivo. A lo largo de sus 21 etapas y más de 3.000 kilómetros de recorrido, la competición ha estado marcada por interrupciones sistemáticas de manifestantes propalestinos. Estos denunciaban la guerra en Gaza y exigían la exclusión del equipo Israel–Premier Tech.

Ciclistas profesionales compitiendo en una carrera urbana con público y estructuras históricas de fondo
La UIP protesta en Moratalaz | Europa Press

Los colectivos apelaron al precedente de la sanción a equipos rusos tras la invasión de Ucrania. También señalaron al propietario de la escuadra, Sylvan Adams, magnate canadiense-israelí que se define como “embajador autoproclamado del Estado de Israel”.

La presencia del equipo reavivó las críticas al sportswashing y obligó a un despliegue inédito de seguridad. Las Unidades de Intervención Policial (UIP), responsables habituales de garantizar la seguridad en salidas, metas y puntos clave, tuvieron que asumir un rol ampliado para hacer frente a un conflicto en movimiento en el que se ha considerado el mayor operativo de la historia reciente de la ronda ciclista.

El desafío de la UIP ante el caos

La respuesta policial en la Vuelta a España 2025 alcanzó una magnitud inédita en un evento deportivo en España. La Comunidad de Madrid activó un “dispositivo extraordinario” que superó incluso al de la Cumbre de la OTAN de 2022. En la etapa final participaron 2.300 efectivos: 1.100 agentes de la Policía Nacional, 400 de la Guardia Civil y 800 de la Policía Municipal, además de personal de movilidad y Protección Civil.

Policías antidisturbios forman una barrera frente a manifestantes que portan banderas palestinas en una protesta al aire libre
La UIP protesta en Moratalaz | Europa Press

Todo esto llevó a que un operativo habitual de la UIP que ronda los 80 agentes por etapa acabara en un despliegue de miles de efectivos, reflejando la falta de un plan de contingencia inicial. La actuación policial se centró en contener manifestantes y asegurar el recorrido, algo que no consigueiron en tres etapas, neutralizadas antes de llegar a meta, incluída la etapa final en Madrid, a pesar de realizarse una veintena de detenciones por “desórdenes públicos” antes de la última etapa.

Entre ellas  están las de dos activistas que fueron arrestados en la etapa 18 al intentar frenar a un ciclista del  Israel–Premier Tech. En la jornada final, la identificación de personas con símbolos palestinos como kufiyas y banderas fue criticada por dirigentes como Pablo Fernández, portavoz de Podemos. Esta medidas y otras han sido además ineficaces, y el enorme despliegue, que incluyó hasta tanquetas de la Policia Nacional, no ha impedido la invasión de la calzada en varios puntos.

El caso Javier Romo: el coste humano de las protestas

El ciclista español Javier Romo  se convirtió en el rostro más visible del impacto directo de las protestas en la Vuelta 2025. Su caída, que lo obligó a abandonar la carrera, fue atribuida  a la acción de un manifestante y  a la intervención de un agente policial que intentaba contenerlo.

En cualquier caso, el incidente reflejó el riesgo físico generado por la cadena de protestas e intervenciones. Romo, con heridas y contusiones en el costado izquierdo, intentó continuar en la etapa 16, pero a 84 kilómetros de la meta tuvo que abandonar entre el dolor y la frustración.

“Me han jodido la Vuelta”, declaró ante los medios, lamentando que los ciclistas estuvieran pagando el precio de un conflicto ajeno al deporte. 

El torero Paco Ureña brindó un toro en honor al ciclista villafranquero el pasado sabado 13 de septiembre.

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