El Cierre Digital Nuevo giro en el caso Madeleine McCann: Retoman su búsqueda tras 18 años desaparecida
La Policía portuguesa rastrea los restos de McCann en los alrededores del resort Praia da Luz, donde desapareció en 2007
Un nuevo capítulo se abre en el caso de Madeleine McCann. La Policía portuguesa, con apoyo de investigadores alemanes y británicos, ha iniciado una nueva búsqueda terrestre. Lo hace en la zona donde la pequeña desapareció hace 18 años, en un resort de Praia da Luz, Algarve (Portugal).
Según ha confirmado el diario británicoDaily Mail a través de fuentes portuguesas, el operativo se centra exclusivamente en rastrear el terreno. Tal como ha trascendido, buscan los restos del cuerpo de Madeleine.
El inicio de las labores de búsqueda se produce tras la solicitud formal de las autoridades alemanas, que lideran la investigación por el supuesto asesinato de la niña. Las fuentes consultadas indican que las pesquisas se desarrollarán principalmente en una zona próxima al complejo donde vivía Christian Brueckner. Este varón es el principal sospechoso del caso. Según ha trascendido, la búsqueda se prolongarán mínimo tres días, a menos que aparezca algún indicio relevante.
“Solo se realizarán búsquedas por tierra. El objetivo principal es buscar cualquier rastro del cuerpo de Madeleine”, ha relatado una fuente cercana al operativo. Y subraya la importancia de esta fase, que supone la primera búsqueda significativa en suelo portugués en más de dos años.
Brueckner, en el centro de las sospechas
El ciudadano alemán Christian Brueckner, de 48 años, es el foco de la investigación. Cumple actualmente una condena de siete años en Alemania por delitos sexuales no relacionados con el caso McCann.
Sin embargo, su posible salida de prisión, prevista para septiembre, ha reactivado las alarmas en la investigación. Las autoridades temen que su puesta en libertad complique aún más el esclarecimiento del caso.
Brueckner vivía cerca de Praia da Luz en 2007. Tiene un largo historial delictivo vinculado a abusos sexuales a menores y posesión de pornografía infantil. Aunque no ha sido acusado formalmente por el secuestro y asesinato de Madeleine, la Policía alemana asegura contar con “pruebas sólidas pero circunstanciales” contra él. Entre las evidencias se incluyen registros telefónicos, testimonios y objetos encontrados en una furgoneta que usaba como residencia.
Un caso marcado por búsquedas infructuosas
La reanudación de la búsqueda llega después de varios intentos fallidos por localizar a Madeleine. En 2023, investigadores portugueses y alemanes inspeccionaron la presa de Arade, un lugar al que Brueckner llamaba su “pequeño paraíso”. A pesar de las expectativas, la operación no arrojó resultados. Anteriormente, en 2020, se inspeccionaron tres pozos en la zona, también sin éxito.
En mayo de este año, la Policía alemana halló en una fábrica abandonada propiedad de Brueckner objetos inquietantes. Había ropa infantil, juguetes, máscaras, productos químicos y un disco duro con imágenes comprometedores que evidencian su obsesión por los niños. Estos hallazgos han reforzado las sospechas, aunque no constituyen pruebas concluyentes para acusarlo formalmente por el caso McCann.
Una búsqueda que reaviva el dolor
La familia McCann ha manifestado en numerosas ocasiones su esperanza de encontrar a su hija con vida. No obstante, tras casi dos décadas de investigaciones, cada nuevo operativo reabre viejas heridas. El caso ha estado marcado por un constante flujo de pistas, testimonios contradictorios y teorías conspirativas. Todo esto ha alimentado la incertidumbre y el dolor de la familia.
Desde que la pequeña desapareció la noche del 3 de mayo de 2007, el caso ha adquirido una dimensión global. Actualmente, su exposición mediática ha dado lugar a fenómenos insólitos, como la aparición de jóvenes que aseguran ser Madeleine.
El caso más reciente fue el de Julia Faustyna, una joven polaca que en 2023 afirmó ser la niña desaparecida. Sin embargo, el análisis genético descartó cualquier vínculo biológico.
El desafío de cerrar un caso sin respuestas
Madeleine McCann tenía solo tres años cuando desapareció de su habitación mientras dormía. En ese momento, sus padres cenaban en un restaurante cercano. Su caso ha sido uno de los más mediáticos de la historia contemporánea, con investigaciones en tres países y un gasto multimillonario en la búsqueda.
A pesar de los esfuerzos, las autoridades británicas siguen tratando la desaparición como un caso abierto, mientras que los investigadores alemanes lo consideran un asesinato. La búsqueda reactivada en Praia da Luz podría ser una de las últimas oportunidades para resolver el enigma que mantiene en vilo a millones de personas.
Este escenario complica aún más la investigación, como se detalla en un análisis publicado en elcierredigital.com, donde se profundiza en las dificultades que enfrenta el caso tras 18 años.
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