Una mujer llevaba varios meses conviviendo con el cadáver de su madre en Vigo
La vecina de Coia negó la muerte de su progenitora y aseguró haber estado cuidando de ella durante todo ese tiempo
Los hechos se remontan a hace unos cuantos meses, cuando los vecinos de la comunidad comenzaron a notar que un fuerte olor salía de una de las viviendas situadas en la segunda planta. Después de "pasarlo por alto" durante un tiempo, en una reciente reunión de vecinos los afectados decidieron dar parte al ayuntamiento de Vigo para que enviara unas patrullas a comprobar lo qué sucedía en la casa.
Cuando los agentes llamaron al timbre, a las 11:15 de la mañana, y la hija de la mujer entreabrió la puerta, un fuerte hedor turbó a los agentes. La mujer de 55 años negó a los agentes el mar olor, asegurando que olía a limpio y que, además, ella limpiaba el piso a diario. Los agentes se dieron cuenta de que esta vecina tenía mermadas sus facultades psicológicas y con tan solo un empujón lograron acceder a la vivienda.
Cuando los agentes llegaron al dormitorio principal encontraron sobre la cama de la habitación principal el cadáver momificado de Sara, rodeada de limones y al "cuidado" de su hija, que aseguró que llevaba unos cuantos meses dándole de comer. Concretamente, dijo que le proporcionaba el té que le gustaba, pero que le debían de haber sentado mal unas empanadillas, porque al dárselas le habían salido gusanos, que había guardado en un frasco.
La fallecida era una anciana de 90 años que, según declararon los vecinos, no salía mucho de casa. Incluso algunos no recuerdan haberla visto en el último año. Por su parte, a la hija sí la veían ocasionalmente, cuando salía a hacer la compra.
Los servicios de emergencias atendieron a la hija, que ha sido trasladada al Álvaro Cunqueiro para su valoración en Psiquiatría, mientras que el cadáver de Sara fue enviado al Nicolás Peña para realizarle la autopsia.
Fuentes judiciales, a raíz de las pruebas de la autopsia practicada a la fallecida de 90 años, determinaron que la mujer murió a finales de noviembre por causas naturales. Residía únicamente en compañía de su hija, por lo que si en los próximos días no aparece ningún otro familiar, su caso será derivado a los Servicios Sociales del Concello de Vigo para el entierro.
Policía Local de Vigo.
En cuanto a su hija, con la que convivió todos estos meses ajena a lo sucedido, su expediente ha sido derivado a los juzgados de Familia para una valoración psiquiátrica y a la FUNGA (Fundación Pública Gallega para la Tutela de Personas Adultas) para la designación de lo que comúnmente se conoce como un tutor.
"No era frecuente encontrarse con ellas, la madre no salía de casa desde la pandemia y la hija rehusaba hablar con los vecinos, pero igualmente sí fue extraño que desde finales de año o principios de este dejásemos de verla asomarse al balcón", reconoció una de sus vecinas.
Es más, su sorpresa fue máxima cuando la semana pasada vio a la hija "limpiar los cristales" de la habitación de su madre. "La vimos desde fuera y estaba tan normal, limpiando el cuarto. La oíamos hablar, reír, creíamos que todo iba bien, que estaba con su madre", cuenta apenada esta vecina.
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