Logo El Cierre Digital
Hombre de cabello canoso y barba corta mirando a la cámara en una foto en blanco y negro con un moño negro de luto a su lado
SUCESOS

Muere Eusebio Poncela a los 79 años, 'hombre' de Almodóvar y mito del teatro español

El icono de la Transición ha fallecido en su Madrid natal rodeado de su familia, dejando filmes célebres como 'Matador'

El mundo de la cultura española se vuelve a vestir de luto esta semana. El actor  Eusebio Poncela (Madrid, 1945), una de las presencias más singulares y magnéticas de la interpretación, ha fallecido en Madrid a los 79 años, apenas unas semanas antes de celebrar su 80 cumpleaños. La noticia ha sido confirmada por su entorno, que señaló que el intérprete ha muerto acompañado por su familia, en un ambiente íntimo y sereno. Las causas del fallecimiento no han trascendido de momento.

Su muerte supone la despedida de un artista que marcó generaciones y que eligió siempre caminos poco transitados. Según algunos allegados, Poncela nunca buscó la comodidad del éxito fácil, prefería la intensidad de los personajes incómodos, la libertad del teatro y la huella de las películas.

Hombre de cabello canoso con saco gris y camisa de lunares posando frente a un fondo borroso
Eusebio Poncela. | Europapress

Nacido en el barrio de Vallecas en 1945, Poncela creció en una España en blanco y negro. No obstante, pronto descubrió que el escenario podía darle colores distintos. De joven fue inquieto, indisciplinado, a menudo problemático en los colegios que abandonaba uno tras otro. Esa rebeldía temprana se transformó, sin embargo, en fuerza creativa cuando decidió formarse en la Real Escuela Superior de Arte Dramático.

Su debut en 'Mariana Pineda', de Federico García Lorca, y su paso por obras como 'Romeo y Julieta' o 'Marat-Sade', lo convirtieron en un actor con sello propio. El teatro, decía, era su casa: un lugar donde podía ser libre en una época en la que las libertades eran escasas.

Del cine marginal al gran público, el camino de Poncela

Su salto al cine lo situó muy pronto en territorios poco convencionales. En 1979 protagonizó 'Arrebato', de  Iván Zulueta, una película extraña y visionaria sobre la obsesión, el cine y la droga. Su papel de director de cine atrapado por sus propios fantasmas lo convirtió en un icono de lo underground español. La cinta pasó inadvertida en su estreno, pero décadas después es considerada de culto.

Ese mismo año encarnó a uno de los protagonistas de 'Operación Ogro', sobre el atentado que acabó con la vida de Carrero Blanco. Y poco después, con la televisión, llegó a un público mucho más amplio gracias a 'Los gozos y las sombras' (1982). Su interpretación de Carlos Deza en esta serie lo hizo entrar en los hogares españoles de la transición.

El sello Almodóvar y la mirada incómoda

Su carrera alcanzó proyección internacional gracias a Pedro Almodóvar, que lo eligió para 'Matador' (1986) y, sobre todo, para 'La ley del deseo' (1987). En este último filme dio vida a Pablo, un cineasta homosexual atrapado en un triángulo de pasiones junto a Antonio Banderas. La película, pionera en mostrar sin complejos una relación homosexual, quedó como uno de los hitos del cine español de los ochenta.

Hombre de perfil vestido de negro apoyando las manos sobre una gran máquina industrial en un ambiente oscuro
Eusebio Poncela. | Europapress

Trabajó también con Pilar Miró en 'Werther', con Carlos Saura en 'El Dorado' y con Imanol Uribe en 'El rey pasmado'. A comienzos de los 2000 volvió a brillar en 'Intacto', de Juan Carlos Fresnadillo, donde interpretó a un enigmático empresario que jugaba con la suerte de las personas. Por este papel fue nominado al Goya.

El lado vulnerable de Eusebio Poncela

Poncela nunca ocultó su lado más humano y vulnerable. Durante un tiempo se marchó a Argentina, donde buscó reinventarse lejos de los focos. Allí, en Ushuaia, afrontó su lucha contra la heroína y logró salir adelante sin ayudas externas, como él mismo relató años después con orgullo: “soy un genio absoluto de la supervivencia”.

De aquella etapa regresó con renovada fuerza. En 1997 volvió a brillar con 'Martín (Hache)', de Adolfo Aristarain. Aquí encarnó a Dante, un escritor desencantado que se convierte en guía de un joven perdido. Su interpretación, cercana y dolorosa, fue aplaudida por crítica y público.

Una voz imprescindible en la televisión reciente

Ya en la madurez, Poncela encontró en la televisión un nuevo espacio donde desplegar su talento.  Dio vida al cardenal Cisneros en 'Isabel' y en 'Carlos, Rey Emperador', y se dejó ver en producciones como 'Águila Roja'. Más recientemente, participó en 'Merlí: Sapere Aude', la secuela de la exitosa serie catalana, donde interpretó al filósofo Anselm.

Primer plano en blanco y negro de un hombre de cabello canoso y barba corta mirando fijamente a la cámara
Eusebio Poncela. | Europapress

En paralelo, nunca abandonó el teatro, ni su faceta de pintor. En 2004 fue galardonado con el Premio Nacho Martínez del Festival de Cine de Gijón, un reconocimiento a toda una carrera que siempre mantuvo un pie en lo alternativo y otro en lo popular.

La despedida de un inconformista

Eusebio Poncela no fue un actor fácil de encasillar. Tampoco lo pretendió. Su carrera fue la de un intérprete que prefería el riesgo a la comodidad, el papel incómodo al complaciente. Quienes trabajaron con él coinciden en describirlo como un hombre apasionado, exigente y honesto, con una voz única en el panorama cultural español.

Hoy, colegas de profesión, amigos y admiradores lo recuerdan como lo que fue, un rebelde con talento desbordante. Un actor que eligió la intensidad como forma de vida. Con su muerte desaparece una figura irrepetible, pero su legado —en los escenarios, en la gran pantalla y en la memoria de quienes lo vieron actuar— seguirá vivo.

➡️ People ➡️ Historia ➡️ Teatro ➡️ Cine ➡️ Madrid ➡️ Sucesos

Más noticias: