Han transcurrido 37 años desde aquella mañana del 9 de noviembre de 1987 que marcó un antes y un después en la Costa del Sol. Melody Nakachian, nacida en Las Vegas el 4 de enero de 1982, era secuestrada en Marbella a los 5 años por una banda de delincuentes.
Después de protagonizar el rapto más mediático de España, ha logrado algo que parecía imposible: construir una vida normal y mantener un completo anonimato. Con 43 años, Melody ejerce de psicóloga infantil en Estados Unidos, lejos del foco mediático y del recuerdo de su secuestro.
El día que España se paralizó
Melody tenía solo 5 años cuando su mundo se desplomó. Iba camino al colegio con su hermano mayor Raymond cuando una furgoneta les cortó el paso. Cuatro hombres encapuchados y armados bajaron del vehículo y en cuestión de segundos, se llevaron a la pequeña.
Sus padres no eran una familia cualquiera. Su padre, Raymond Nakachian, era un empresario multimillonario libanés y su madre, Kimera, una famosa cantante surcoreana. Ambos formaban parte de la "jet set" que brillaba en Marbella durante los años 80.
Durante once interminables días, España entera siguió el caso minuto a minuto. Era la primera vez que un secuestro se retransmitía casi en directo por televisión. Los secuestradores, liderados por el francés Jean Louis Camerini, pedían 13 millones de dólares en billetes de 50 euros, una cifra astronómica para la época.
Once días de pesadilla
Lo que vivió Melody durante esos días fue terrible. Los secuestradores la obligaron a grabar un mensaje desgarrador: "Papá, si no pagas me matan". También enviaron fotos de la niña con periódicos del día y un mechón de su pelo como prueba de que seguía viva.
El rescate se produjo gracias a un golpe de suerte: un hombre que hacía "footing" por Estepona perdió su cartera, y un sacerdote la encontró y la entregó a la policía. En su interior había anotaciones sobre el secuestro y la dirección donde mantenían retenida a la niña, lo que cambió por completo el rumbo de la investigación.
La operación de rescate fue un éxito total, Melody apareció sana y salva, aunque traumatizada. Dieciocho personas fueron condenadas por el secuestro, casi todas francesas, con penas de hasta 20 años de cárcel.
Entre ellos estaba el conocido delincuente Jean Louis Camerini, que solo un año después también planeó el secuestro de Chábeli Iglesias en Ibiza. Finalmente, la policía frustró sus pretensiones y le detuvo antes de que llegara hasta la hija de Julio Iglesias e Isabel Preysler.
Camerini fue condenado a 52 años de cárcel por la Audiencia de Málaga por el secuestro de Melody. Tras cumplir su pena por este y otros delitos, el francés quedó en libertad y vive en Marruecos. Mientras, uno de sus ayudantes en la retención de la pequeña de los Nakachian, Alain Coelier, fue asesinado a tiros en Alicante en 2010.
Raymond Nakachian, Kimera y Melody Nakachian | Montaje propio
Tras el rescate, Melody intentó retomar una vida normal. Incluso grabó una canción junto a su madre, titulada "Mother".Siguió estudiando en España y, más adelante, se trasladó a Estados Unidos para completar su formación.
Su elección profesional no fue casualidad. Melody se convirtió en psicóloga infantil, estudió en la Universidad de Saint-Louis de Madrid y luego se licenció en Denver, Colorado. También se formó en maquillaje profesional en Los Ángeles y dio clases de inglés en Corea del Sur.
Hoy trabaja ayudando a niños que han vivido situaciones traumáticas, y ha conseguido transformar su dolor en una herramienta para curar a otros.
La vida que eligió
Melody vive ahora en Estados Unidos, lejos de cualquier foco mediático. No tiene redes sociales, no da entrevistas ni aparece en eventos públicos. Ha levantado a su alrededor una auténtica muralla de privacidad.
Esta decisión contrasta totalmente con lo que vivió de niña. Su secuestro fue seguido por cientos de periodistas de todo el mundo y se convirtió en uno de los primeros casos en España que se cubrió "minuto a minuto" en televisión.
Melody decidió que su rostro le pertenece solo a ella y que el anonimato es su mejor protección. Por eso no se conocen detalles de su vida personal actual: si tiene pareja, hijos o familia propia.
Un caso que marcó historia
El secuestro de Melody marcó un antes y un después en España, al evidenciar que el crimen organizado había llegado a la Costa del Sol. Al mismo tiempo, permitió que la policía española ganara prestigio internacional gracias a la brillante operación de rescate.
El caso sigue vivo en la memoria colectiva, tanto que hace poco el programa "Anatomía de..." de laSexta volvió a analizarlo. Esto demuestra que casi cuatro décadas después, sigue siendo uno de los episodios más impactantes de la crónica negra española.
El triunfo del silencio
Hoy, Melody Nakachian ha logrado su mayor victoria: vivir en paz tras transformar su trauma en una profesión dedicada a ayudar a otros niños. Así, convirtió su peor pesadilla en una herramienta de sanación.
Su historia es también la de una España que aprendió a convivir con el crimen organizado, y cuyo secuestro más mediático en 1987 tiene hoy un final esperanzador. Melody Nakachian vive libre, ayuda a otros y ha conseguido que su nombre sea sinónimo de superación.