Giro radical en un crimen en Mallorca: El acusado puede ser inocente tras 2 años preso
Un informe pericial cuestiona la investigación del Grupo de Homicidios de Baleares por el asesinato de un indigente
La defensa de Ricardo A.M., acusado del asesinato de Melanio Valverde en enero de 2022, ha dado un giro trascendental al caso. El punto de inflexión ha sido la presentación del informe pericial.
El documento, elaborado por el criminólogo Eduardo Navasquillo, señala deficiencias en la investigación policial. Según el informe, se partió de premisas erróneas que podrían haber llevado a conclusiones incorrectas.
El 25 de enero de 2022, alrededor de las 2:45, los bomberos fueron alertados de un incendio en una chabola en la calle Déntol, Es Carnatge (Can Pastilla, Palma de Mallorca). Tras apagar las llamas, hallaron un cadáver carbonizado. Al principio, se pensó que el fuego se debió a estufas defectuosas, pero en la autopsia se vieron golpes en la cabeza de la víctima.
Por otra parte, la investigación concluyó que el incendio había sido provocado. Las pruebas de ADN revelaron que la víctima era Melanio Valverde, el cubano indigente de 56 años que residía en la chabola.
Un año después, el 21 de febrero de 2023, la Policía Nacional detuvo a Ricardo A.M., de 32 años, como presunto autor. Vecino de la zona y con antecedentes menores, admitió conocer a la víctima. Dijo que solía pasear por la zona y a veces compartían cervezas.
También reconoció que el vehículo captado por una cámara la noche del crimen era suyo. Sin embargo, negó cualquier implicación. Desde su detención, está en prisión provisional. La acusación pide para él 25 años de cárcel.
El informe pericial de la defensa critica que la Policía asumió que el cuerpo de la víctima estaba en la misma posición en que dormía. Sin embargo, el análisis forense mostró que el cadáver adoptó la "postura de boxeador", común en cuerpos expuestos a altas temperaturas. Esto sugiere que la posición del cuerpo no refleja su postura al dormir. Por tanto, se cuestiona que el agresor conociera los hábitos de Valverde.
Además, el informe señala que la Policía solo investigó el círculo cercano de la víctima. No consideró otras posibilidades. Valverde estaba en situación de indigencia y tenía antecedentes conflictivos. También estaba involucrado en actividades de prostitución. A pesar de estos factores, la Policía no amplió el número de sospechosos.
Eduardo Navasquillo, autor del informe, afirma a elcierredigital.com que la detención de Ricardo A.M. se basó en "informaciones erróneas de la policía". Navasquillo sostiene que, tras meses sin pruebas, se detuvo a una persona sin evidencias claras. También señala que su despacho y las letradas defensoras continúan investigando, por lo que podrían aparecer nuevas evidencias o líneas de investigación.
Navasquillo afirma que cada día encuentran "mayores evidencias de que no hay ninguna vinculación entre el chico que está encarcelado y el crimen".
El criminólogo sostiene que la vista judicial determinará si Ricardo A.M. sigue en prisión o recibe la libertad provisional. Destaca que el juicio será con jurado popular y aún no tiene fecha definitiva. "Si logramos que cierren el caso, sería ideal", afirma. Según Navasquillo, su informe es riguroso y busca influir en la decisión judicial.
Ausencia de pruebas concluyentes
El informe señala la falta de pruebas físicas que vinculen a Ricardo A.M. con el asesinato. Se afirmó que había medicación suya en la chabola de la víctima. Sin embargo, ese medicamento requería receta médica y, en el momento del crimen, Ricardo no tenía ninguna prescripción.
También se cuestionó la identificación de su vehículo en la zona del crimen. El informe sugiere que el coche captado por las cámaras no era el suyo, a pesar de que él mismo lo reconoció.
El informe también critica la gestión de la escena del crimen. Afirma que no se acordonó bien y permitió la entrada de personas ajenas. Esto pudo contaminar pruebas.
Además, menciona la desaparición de un candelabro que podría ser el arma homicida. También se analizó un martillo como posible arma del crimen, pero luego fue reclamado por su dueño.
Situación actual y perspectivas
Ricardo A.M. lleva dos años en prisión provisional esperando juicio. Esta semana se celebrará una vista para decidir si sigue en prisión. El juicio, con jurado popular, se espera en los próximos meses.
Las abogadas defensoras, Sara María Pérez y Margarita Toro, sostienen que la acusación es "sesgada y deficiente". Consideran que con una investigación más rigurosa no habría sido necesario un informe pericial externo. Sin embargo, la familia del acusado tenía pocos recursos y no pudo presentar este documento antes.
Por otro lado, la familia de la víctima, que ejerce la acusación particular, cree que hay pruebas suficientes para condenar a Ricardo. Confían en que la justicia confirme su culpabilidad.
A medida que se acerca el juicio, el caso genera debate sobre la solidez de las pruebas. La presunción de inocencia sigue siendo un tema clave en la defensa del acusado. La decisión final está en manos del jurado y del tribunal.
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