Futuro de Daniel Sancho en Tailandia: 'Su actitud no gustó para nada al juzgado'

El pasado 2 de mayo concluyó el  juicio contra Daniel Sancho en la corte de Koh Samui (Tailandia) por el presunto asesinato del cirujano colombiano  Edwin Arrieta. Tras un alegato de casi 45 minutos, Daniel Sancho no reconoció el asesinato premeditado de Edwin, pues su defensa se basaba en que Arrieta murió por un golpe accidental después de que el español actuase en defensa propia cuando Edwin intentó violarle.

Cabe recordar que un forense testificó que  el acusado podría haber salvado la vida de Edwin en los primeros cinco minutos. Y no quedó claro si el descuartizamiento se produjo con la víctima aún viva. El forense, además, alegó que Daniel se encontraba en "estado de shock". Por otro lado, Sancho reconoció haber descuartizado el cuerpo de Arrieta y la ocultación de su cadáver. Dos delitos de los que también se le acusa. En el juicio, el fiscal se mostró rotundo en su postura de asesinato premeditado. Será el próximo 29 de agosto cuando se conozca la sentencia y la pena impuesta a Daniel Sancho.

Antes de esto, Sancho tendrá que comparecer por videoconferencia ante el Juzgado de lo Penal número 16 de Madrid  por un presunto delito de lesiones. La comparecencia, que estaba fechada en principio para el pasado 7 de noviembre, fue aplazada. Ahora se ha dado a conocer la próxima fecha: el 5 de junio.

La Fiscalía pide para Sancho un año de cárcel y una indemnización de 2.100 euros por las heridas que habría proporcionado al denunciante, J.C., en la madrugada del 9 de noviembre de 2019. Según el escrito de acusación, Daniel Sancho y la víctima se encontraban por aquel entonces en las inmediaciones de la calle José Abascal de Madrid. La víctima se encontraba esperando la cola para coger un taxi y Sancho decidió saltársela para subirse al vehículo. El denunciante recriminó a Sancho su actitud y este último habría empleado la violencia contra él.

Con respecto al presunto crimen de Sancho en Tailandia, las opciones del chef pasan porque se trate de un  asesinato con premeditación y suponga una pena de muerte o cadena perpetua; un homicidio doloso, que supondría una pena de 15 a 20 años de prisión; o un homicidio imprudente, que conllevaría una pena de 4 a 6 años de cárcel. A esto hay que sumarle el año de condena por el descuartizamiento. Si es condenado a menos de 15 años podría cumplir condena en la prisión en la que está actualmente, en la isla de Koh Samui.

En una conversación con elcierredigital.com la modelo tailandesa Two Yupa señala: “Al principio, cuando estaba Anan Chuayprabat, la estrategia iba por buen camino. Sin embargo,  la defensa no ha seguido la mejor de las líneas posibles en base a las leyes tailandesas y eso no es muy favorable para Sancho. La clave es reconocer los hechos delante del juez, porque es una de las mejores vías en Tailandia para recibir la menor condena posible”.

“La estrategia de la defensa de Daniel no le favorece. Daniel era consciente de lo que hizo, el problema es que no ha querido reconocerlo. Negar lo que hizo con todas las pruebas es algo muy poco conveniente. Si aceptase las cosas como son y dijese la verdad, le ayudaría mucho más. A mi parecer, ha recibido un mal asesoramiento por desconocer las leyes tailandesas”, añade Two Yupa.

"Seguramente la condena sea ejemplar"

En un primer momento Daniel Sancho admitió los hechos aunque más tarde cambió de versión. “Negar los hechos cuando hay tantas pruebas hace que los jueces se sientan 'vacilados'. En Tailandia los jueces ven muy mal cambiar de relato y eso puede afectar en la pena impuesta. Es algo muy negativo para su futuro. En Tailandia hay que respetar a las autoridades y decir las cosas tal y como son para evitar que todo vaya a peor”, señala Two Yupa.

La modelo tailandesa explica que “no han entendido la clave de la cultura tailandesa: respetar a la autoridad. La actitud de Sancho no ha gustado nada en la sala donde fue juzgado. Es cierto que ha pedido perdón en los últimos días del juicio, pero debería haberlo hecho mucho antes, porque es como si no saliese de su corazón. También debió pedir perdón a la familia de Edwin. Pedir perdón desde el primer momento podría haber hecho que la sentencia fuera mucho menor”.

“Respecto a lo que se comentó de que en la declaración de Daniel Sancho no había un abogado presente y la declaración fue mal traducida, hay que decir que  sí había abogado e intérprete. No entiendo por qué dijo que no había, porque es algo que juega en su contra. Además, dijo que estaba conforme con lo que firmaba y que nadie le obligó y que era consciente de todo lo que firmó. Los jueces en Tailandia son muy objetivos y pragmáticos y solo se basan en los hechos. Es relevante destacar que Sancho no tuvo intención de ayudar o evitar la muerte de Edwin y eso lo tendrán en cuenta para la sentencia. Además, porque estos hechos pueden dañar a la imagen y al turismo tailandés seguramente la condena sea ejemplar y contundente”, concluye Two Yupa.

El fiscal se muestra rotundo en el asesinato premeditado

Sobre el proceso del juicio y la última declaración de Daniel Sancho, el letrado Juan Gonzalo Ospina, coordinador de la acusación particular, declaraba lo siguiente: “No nos ha sorprendido nada. Sigue sin mostrar su culpabilidad. Sigue generando un gran dolor. Creo que no explica con lógica y verosimilitud las incógnitas del caso: las dos habitaciones de hotel, la compra de cuchillos y sierra al día siguiente; la compra de bolsas de basura y productos de limpieza. Lo triste es que parece ser que podría haberle salvado la vida y no lo hizo. Me pregunto si todos esos que defienden el homicidio imprudente de Daniel, justificando esa muerte por una aparente pelea, si ellos fueran los padres o hermanos de Edwin, ante las evidencias, ¿seguirían defendiéndolo?”.

Según pudo saber elcierredigital.com, la acusación particular coordinada por el abogado penalista Juan Gonzalo Ospina, tenía “muchas preguntas que no han hecho falta porque el fiscal ha sido rotundo”.

Se probó, aparentemente, que  Daniel Sancho usó los cuchillos. No se dio una explicación de por qué Sancho alquiló una segunda habitación, en la que se cometió el crimen. También negó haber recibido dinero de Edwin Arrieta hasta que las pruebas de las transferencias demostraron lo contrario.

Estos hechos, unidos al indicio de que, según la acusación, Sancho habría comprado bolsas de basura con anterioridad al fallecimiento para presuntamente ocultar el cuerpo, demostrarían, supuestamente, “la intención de matar y hacer desaparecer el cuerpo”.