El Cierre Digital Expulsan al ‘violador de Pozuelo’ tras 20 años de cárcel: abordó a 19 chicas
Juvenilson Dias Da Silva apuntaba con un cuchillo a jóvenes en la calle y las llevaba a zonas arboladas en Madrid.
La cárcel de Mansilla de las Mulas (León) ha expulsado a uno de los presos más peligrosos que tenía entre sus muros, considerado uno de los más terribles violadores en serie. El brasileño Juvenilson Dias Da Silva, conocido popularmente como "el violador de Pozuelo", ha sido expulsado de España tras cumplir una condena de 20 años en una cárcel de León por 19 violaciones.
Fueron varios los agentes de la Policía Nacional que escoltaron a Da Silva desde la cárcel leonesa en la que se encontraba hasta el aeropuerto de Madrid, donde se ha efectuado su expulsión definitiva del territorio español. El preso fue condenado en su día por la Audiencia Provincial de Madrid a una pena de más de 300 años de cárcel por un total de 19 agresiones sexuales, hechos de los que se declaró autor confeso durante el juicio, según informó la Policía Nacional a través de un comunicado.
Una vez cumplido el máximo de 20 años que contempla el Código Penal el recluso finalizó totalmente su condena el 6 de septiembre de 2023, la Brigada de Extranjería y Fronteras de la Comisaría Provincial de León le abrió un expediente administrativo de expulsión.
Da Silva es considerado uno de los violadores en serie más temidos y polémicos de los últimos años en la capital madrileña, pues entre los años 2000 y 2003 agredió a 19 mujeres de distintas edades empleando un cuchillo, del que se valía para obligarlas a acompañarle a lugares despoblados y con mucho ruido, donde las agredía sexualmente.
Da Silva fue detenido en el año 2003 cuando se disponía a violar a otra joven. Además, a ocho de las víctimas les sustrajo el dinero que portaban, el bolso y algunos efectos personales. El tribunal que lo juzgó llegó a sopesar durante un tiempo que el acusado realizaba las agresiones con el objetivo de saciar sus instintos sexuales y "alimentar su libido". Además, el tribunal concluyó que Da Silva tuvo una participación "directa y voluntaria" en los hechos por los que se le condenó.
El ‘modus operandi’ de Da Silva
Durante el procesamiento de Da Silva, el fiscal señaló que el modus operandi era bastante parecido en todas las agresiones: el acusado abordaba a sus víctimas, de entre 16 y 34 años de edad, con un cuchillo en la vía pública y las conducía a zonas arboladas y con mucho ruido, normalmente por la noche.
Allí, de forma violenta las obligaba a desnudarse totalmente, las violaba mientras sostenía el arma cerca de su cuello y posteriormente amenazaba con matarlas si no permanecían en silencio mientras él huía. Paralelamente, a ocho de las víctimas les sustrajo el dinero que portaban, el bolso y algunos efectos personales, como teléfonos móviles.
En el momento en que fue detenido, la policía informó de que Juvenilson Da Silva llevaba viviendo en Madrid cuatro años, entre los distritos de Carabanchel y Puente de Vallecas, tenía todos sus papeles en regla y había trabajado como pintor de casas en Barajas, Aluche y Arganda del Rey.
El detenido se convirtió en el segundo violador con más agresiones en los últimos años en Madrid. El lamentable primer puesto lo ostenta el conocido como "el violador de Pirámides", Arlindo Luis Carballo, que fue condenado en enero del año 2000 por la Audiencia de Madrid a un total de 514 años de cárcel por 27 atracos a mujeres, 26 delitos de detención ilegal que incluyeron algún tipo de agresión sexual, además de otros dos agresiones sexuales en grado de tentativa y siete agresiones sexuales confirmadas, entre otros delitos cometidos entre los años 1988 y 1996, tal y como recogen diversos medios de comunicación.
La sentencia
Durante el desarrollo de la vista oral, que duró menos de cinco minutos, el fiscal dudó en calificar los actos cometidos por Juvenilson Da Silva como "hechos auténticamente salvajes y reiterados en el tiempo".
Finalmente, la Audiencia Provincial de Madrid condenó a Da Silva a casi 326 años de cárcel, así como al pago a sus víctimas de una serie de indemnizaciones que llegaron a superar los 600.000 euros en total.
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