Los enigmas de la desaparición de María Teresa Fernández: La clave en Tony King

La desaparición de María Teresa Fernández Martín es un de los casos más enigmáticos en lo que va de siglo. Esta joven de 18 años fue vista por última vez el 18 de agosto del año 2000 en Motril (Granada). Desde entonces, se ha realizado una exhaustiva investigación que más de 24 años después aún no ha podido resolver el caso. 

Recientemente, se ha sabido que la familia de María Teresa ha dado un nuevo paso para intentar saber lo acontecido. Han solicitado un careo en sede judicial entre los dos principales sospechosos con el objetivo de que se diga algo que pueda arrojar nuevas pistas. 

Estos son Tony King, asesino de Rocío Wanninkhof y Sonia Carabantes, y Robert Graham, amigo del primero. Graham fue acusado directamente por King de haber asesinado a María Teresa. Fue en 2008 cuando King dijo a los padres de la joven que había sido su amigo Graham.

Algo que los padres de María Teresa tienen claro es que no se trata de una desaparición voluntaria. En una reciente entrevista, Teresa Martín suplicó al responsable que le diga dónde está su hija. “¿Puede entenderme la persona que hizo eso con mi hija de que puede ser la madre, tu madre, que digas de una vez, por favor, dónde está?”, indicó.

Solo una pista tras la desaparición

El último día que se supo algo de María Teresa Fernández Martín fue el 18 de agosto del año 2000. Su padre la había acercado en coche a una céntrica parada de autobuses de Motril. Desde allí, la joven cogería el transporte para ir a ver un concierto de Café Quijano.

La desaparecida había quedado en la playa con su novio para ir juntos al recinto ferial de Motril. Una vez allí, se iban a juntar con un grupo de amigos. Antes de desaparecer, María Teresa le dijo a su novio: “puede que tarde, pero voy, espérame".

María Teresa nunca llegó a encontrarse con su novio y se esfumó. Fue vista por última vez en la Avenida de Andalucía. Nadie vio nada extraño ni hubo ningún testigo que ayudara a esclarecer qué pudo pasar. Tampoco fue vista por cámaras de locales, ya que en aquel entonces existían pocas.

Según el relato de la familia, María Teresa se cruzó con unos conocidos, motivo por el que envió aquel mensaje a su novio. En todos estos años, los padres de la desaparecida han pedido que esas personas que la vieron lo cuenten, algo que no ha ocurrido todavía.

La familia denunció su desaparición antes de las 48 horas reglamentarias de la época. Para ellos no era normal que María Teresa se hubiera querido fugar. “Siempre había sido una niña muy responsable. Nunca se retrasaba. Una niña muy viva, muy alegre, cariñosa, besucona, confiada, muy, muy buena”, comentaban sus padres.

El foco sobre Tony King

Así las cosas, comenzó una complicada búsqueda en la que escaseaban las pistas. Sus padres pusieron la denuncia por desaparición pasadas 48 horas, que era lo establecido. El novio de María Teresa solo sabía del mensaje recibido y no se pudo apuntar a sospechoso alguno.

Llegaron meses de investigaciones y se relacionó al asesino Tony King. Este hombre, ahora en prisión, había asesinado hacía pocos años a Rocío Wanninkhof y Sonia Carabantes.

Según informaba El diario de Mallorca, King mandó una carta desde prisión acusando a su amigo Robert Graham. “Dile que le haré pagar por lo que le hizo a la chica de Motril”, escribía. Aunque al principio se le dio credibilidad, finalmente la implicación de King y Graham fue descartada.

Teresa Martín fue en dos ocasiones a ver a Tony King a prisión. “Me dijo que mataba con dos dedos y que a mi hija la mató un amigo suyo. Pero nunca la encontramos”, aseguró la madre de la desaparecida. 

No obstante, la implicación de ambos quedó descartada. Desde entonces, la investigación no ha dado con nuevas pistas que le conduzcan a alguien que pudiese conocer el paradero de María Teresa. 

En unas desgarradoras declaraciones a elcierredigital.com la madre de la joven compartía sus sentimientos. “Nos sentimos abatidos, impotentes y con rabia de ver que pasan los años y que no conseguimos dar con el paradero de nuestra hija. Cada día que pasa es una pesadilla más y pesa más porque son muchos años y ya nos vamos haciendo mayores”, aseguraba.

Hoy día la investigación continúa abierta. El presunto delito ya ha prescrito, pero su familia no pierde la esperanza de conocer qué le ocurrió a María Teresa Fernández. A los 15 años del caso, los padres de María Teresa solicitaron al Juzgado de Motril iniciar los trámites para declararla fallecida.