
Las drogas asolan las prisiones españolas: Mueren dos internos en Botafuegos
Acaip denuncia la pasividad de Instituciones Penitenciarias pese a la reiterada advertencia sobre su consumo en prisión
La preocupación por el consumo de sustancias tóxicas en el interior de las cárceles españolas vuelve a estar de actualidad tras el fallecimiento de dos internos del centro penitenciario de Botafuegos (Algeciras) en apenas una semana, supuestamente a consecuencia del consumo de papeles impregnados con drogas.
Se trataría de documentos aparentemente inocuos que llegan a través de paquetería, comunicaciones e incluso correspondencia ordinaria, y que una vez en manos de los reclusos son mezclados con tabaco y fumados. Entre las sustancias detectadas se encontrarían desde derivados del fentanilo hasta líquidos para rociar llantas de automóvil, según denuncian los funcionarios.
El primer fallecido, identificado como C.S.D. y con una dilatada trayectoria penitenciaria, fue trasladado a la enfermería tras presentar síntomas compatibles con intoxicación. Pese a la rápida intervención del personal sanitario, sufrió un desfallecimiento súbito y no pudo ser reanimado. Ese mismo día, otros tres internos del mismo módulo fueron atendidos con sintomatología similar.
El segundo caso ocurrió durante el recuento de las 8:00 horas de ayer, cuando un funcionario encontró a un interno de 32 años inconsciente en su celda. Después de notificar al jefe de servicio y al médico de guardia, se certificó su fallecimiento. Según señaló su compañero de celda, ambos habían estado fumando cigarrillos mezclados con una sustancia tóxica, además de consumir fármacos sin prescripción.

Desde el sindicato Acaip recuerdan que “hace casi dos años denunciamos públicamente la introducción y consumo de estos nuevos tóxicos, reclamando a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias (SGIIPP) que adoptara medidas, invirtiera en recursos materiales y tecnológicos para evitar más muertes”. Sin embargo, señalan que hasta hoy “no han hecho nada, el problema no va con ellos”.
Acaip insiste en que, conforme a la legislación penitenciaria, “es la SGIIPP quien debe velar por la integridad física, la salud y la vida de la población reclusa”. El sindicato hace directamente responsable al secretario general Ángel Luis Ortiz, de quien afirman que “ha demostrado, durante más de siete años al frente del organismo, una actitud marcada por la pasividad, la inactividad y la incapacidad para gestionar las cárceles españolas”.
Por ello, advierten de que si la SGIIPP, las comunidades autónomas y las diputaciones provinciales no realizan las inversiones necesarias en materia de sanidad, salud mental y toxicomanías, la situación seguirá agravándose. Y lanzan una inquietante pregunta: “¿Cuándo fallecerá el siguiente?”.
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