La desaparición de Lily Sofía y su madre en Lanzarote preocupa: Qué puede haber detrás

Lily Sofía Fernández (3 años) y su madre Jasmine Raeymaekers (30) desaparecieron el pasado mes de febrero en la isla de Lanzarote. La asociación SOSDesaparecidos ha activado una alerta calificada de “alta vulnerabilidad” ante lo que consideran como una posible “sustracción parental”. El padre de la niña, expareja de Jasmine y denunciante, Gerónimo Fernández, ha conversado con elcierredigital.com sobre el caso.

Según Gerónimo, desde que desaparecieron madre e hija han viajado supuestamente por Egipto, India y Sri Lanka. En 2024 también emprendieron otro presunto viaje, aunque Jasmine le dijo que se iban a Bélgica para “tratarse de un cáncer”. El pasado 28 de febrero, el padre interpuso una denuncia ante la Guardia Civil porque creía que “se habían ido o se iban a ir”.

“Ella quiere vivir la vida de un hippie, viajando sin escolarizar y criando a la niña como le parezca”, asegura Gerónimo sobre su expareja. Los padres de Lily Sofía estaban separados desde julio de 2024 y habían estipulado la convivencia  con la menor a través de un convenio. Sin embargo, a pesar de haber sido firmado, este no fue ratificado legalmente hasta que se les perdió la pista a madre e hija.

Gerónimo desconoce la fecha exacta de la desaparición de su hija y de su expareja. En la alerta de SOSDesaparecidos figura el último día que vio a la menor, el 23 de febrero de 2025, en Lanzarote, donde residían.

SOSDesaparecidos ha habilitado el teléfono 868286726 en caso de tener conocimiento sobre cualquier detalle sobre el caso. Jasmine Raeymaekers es una mujer de 30 años con complexión delgada, el cabello largo y rubio, y de ojos azules. Su hija de 3 años, Lily Sofía Fernández, mide 97 centímetros y tiene el pelo rubio y ojos azules, además de un pequeño lunar negro en el cuello bajo la oreja.

La desaparición de madre e hija

Según el padre de la menor, la madre ya había viajado con su hija por varios países el año pasado, sin estar, supuestamente, autorizada. Además, Gerónimo sostiene que su expareja supuestamente incumplió el convenio firmado. “En el convenio teníamos escrito que la niña iba a una guardería privada, pero su madre la escolarizó en un colegio”, asegura.

“Un mes después me entero y decido poner una demanda con un abogado en la que pedía la tenencia total. Le llegó la notificación para la citación del juzgado para el 5 de marzo, y entonces se fue”, afirma Gerónimo.

El padre de Lily Sofía acudió a la Guardia Civil para interponer una denuncia porque creía que su expareja “se llevaría a la niña”. “Tardaron tanto que nadie la frenó y ahora viaja por todos lados subiendo todo a redes sociales”, prosigue.

El escrito de denuncia, al que ha tenido acceso elcierredigital.com, indica que el 26 de febrero Jasmine le pidió posponer la recogida de la menor. Según el documento, fechado el 28 de febrero, el padre se presentó al día siguiente en el domicilio, pero “no había nadie”. Gerónimo trató de ponerse en contacto con su expareja, sin éxito.

El padre de la menor sabe que Jasmine y Lily Sofía se encuentran viajando por el extranjero porque la madre “lo sube todo a redes sociales”. “La buscamos en Facebook y encontramos que busca niñeras. Además, hay denuncias de niñeras que dicen que les dejaba a la niña para que la cuidasen unas horas y volvía a los cuatro días”, añade.

El pasado viernes, Gerónimo Fernández interpuso la denuncia de desaparición de la madre y la hija. El escrito, al que también ha tenido acceso elcierredigital.com, señala que el denunciante “cree que la menor corre peligro”. Gerónimo asegura que su hija “contrajo un parásito intestinal en la India”. Además de haber estado en países que requieren vacunas de las que la menor “carece”. 

Otro de los motivos por los que decidió acudir a la Guardia Civil era porque “ya habían viajado antes sin su consentimiento”. Según Gerónimo, su expareja le pidió el año pasado, supuestamente, irse a Bélgica, su país de origen, con su hija para ser tratada de un cáncer. Previamente, Jasmine “había puesto pegas para no hacer judicial el convenio”, según el padre.

“Al final no tenía cáncer y viajó por toda Indonesia, Egipto y Arabia Saudí, lo publicaba en internet. Le pedí un certificado médico y me mandó una escrito hecho con inteligencia artificial. Le dije que como no me lo diese le iba a denunciar, y cogió un vuelo rápido y regresó”, prosigue. 

Tras varios meses sin saber de la niña, fuentes policiales aseguran que el de Lily Sofía Fernández podría ser un caso de presunta sustracción parental.