Crímenes sin resolver (XII): El caso de Margalida Bestard y Ángeles Arroyo en Mallorca
Antonio Serrano fue el único sospechoso de estas dos desapariciones en Mallorca, pero no fue juzgado y falleció en 2020
En esta nueva entrega de casos sin resolver abordaremos las desapariciones de Ángeles Arroyo y Margalida Bestard. Ángeles Arroyo desapareció a sus 61 años en diciembre de 1996. Era dueña de una hamburguesería en Palma de Mallorca.
Según los testigos esta mujer discutió con un vecino del comercio donde trabajaba y desde entonces hasta ahora. La discusión era el único hilo del que tirar que tenían los agentes y eso hicieron. Sin embargo, el cuerpo de esta mujer todavía no ha sido encontrado.
La Policía Nacional investigó a este vecino y acabó detenido. Llegó a ingresar en prisión, pero no pudo ser juzgado porque no había cadáver.
Margalida Bestard desapareció a sus 72 años el 10 de octubre de 2007, cuando había ido a cobrar unos alquileres en el Arenal de Llucmajor en Palma de Mallorca. Margalida era dueño de un bloque de edificios en la zona del Arenal.
Poco antes de su desaparición, le había vendido un piso a un individuo. El día de su desaparición fue a darle recibo de la tasa de basuras. Tras acudir, no se volvió a saber nada de ella. Este segundo caso lo investigó la Guardia Civil.
Ambos casos estaban muy distanciados en el tiempo, pero detrás de ellos supuestamente había un mismo sospechoso. Se trataba de Antonio Serrano Ortega, que tenía un negocio contiguo al de Ángeles Arroyo y le había comprado la casa a Margalida Bestard.
El único sospechoso de ambos casos
Antonio Serrano era un electricista y fontanero de 63 años, que en lo personal era muy reservado. El vínculo con la desaparecida Ángeles Arroyo es que ambos tenían un local contiguo, Ángeles de hamburguesas y Antonio de souvenirs.
No fue hasta 1998 cuando se detuvo a Antonio. Y es que la Policía Nacional encontró sangre de Ángeles en su tienda. Se le interrogó y dijo que en ocasiones discutía con Ángeles. No obstante, señaló que la sangre estaba allí porque la mujer se había cortado con un cristal y fue a pedirle ayuda.
Nadie le creyó, fue detenido y llegó a ingresar en prisión. No obstante, al no haber cadáver no se le juzgó, quedó en libertad y fue exculpado. Pasaron los años y ambos casos se conectarían en 2007.
Margalida Bestard desapareció cuando había ido a ver a Antonio, que compró uno de los pisos que la mujer poseía. Tras la compra, Margalida le pidió que pagase los 200 euros que el Ayuntamiento reclamaba en cuestión de la tasa de basuras. También le reclamó que cambiase la titularidad de la casa.
Tal y como relató Antonio a la Guardia Civil, se cruzó con Margalida y esta acordó dejarle los recibos en el buzón. Le detuvieron en abril de 2008, pero la jueza le dejó en libertad. Se consideró que no hubo suficientes pruebas como para imputarle.
En todos estos años no se ha podido dar con los cadáveres de ambas mujeres. Sin embargo, se han rastreado todas las viviendas de Antonio y otros posibles lugares, todas sin éxito. Las autoridades nunca dudaron de que él era el culpable de estos casos, pero no se pudo demostrar.
Antonio Serrano falleció en diciembre de 2020 a sus 75 años sin ser juzgado ni condenado. Por ende, ambos casos no se han podido resolver. Quien sí fue condenado fue uno de los hijos de Margalida Bestard por el hecho de hostigar a Antonio Serrano.
Más noticias: