Criminalia Crímenes sin resolver (V): El asesinato a tiros de Isaac Martínez en Cappont en 2006
El joven catalán murió en el acto tras recibir seis disparos y se detuvo a Jordi, novio de su excuñada que fue exculpado
En esta nueva entrega de casos sin resolver abordaremos el crimen de Cappont ocurrido en Lleida. El 9 de noviembre de 2006 el joven Isaac Martínez fue asesinado a tiros cuando salía en coche de un parking del barrio de Cappont.
Una persona con pasamotañas se acercó a su vehículo y disparó en seis ocasiones, provocando su muerte por el impacto de cuatro de los disparos. El verdugo pudo escapar de la escena del crimen y hasta el día de hoy no se ha dado con él.
Una de las testigo que llamó a los servicios de emergencia describió al autor como un hombre bajito que llevaba un chaleco amarillo. En el momento del crimen Isaac estaba recién casado y era padre de un bebé de cuatro meses.
Por los hechos, se detuvo a un sospechoso en junio de 2006 que ingresó en prisión. No obstante, obtuvo la libertad provisional al no haber indicios irrefutables de su vinculación. En 2008 se archivó la causa.
Pasaron siete años y llegó una extraña llamada. La familia del joven había ofrecido 20.000 euros a cualquiera que aportase alguna pista que permitiese identificar al autor. El dueño de un bar de Cappont recibió una llamada en la que le preguntaban por Raúl. Le dijeron: “el arma del crimen de Isaac ya había sido utilizada antes”. Con todo esto, el caso fue reabierto.
No obstante, no se llegó a ninguna conclusión y el caso volvió a ser archivado hasta ahora. En 2016 la Audiencia de Lleida rechazó activar de manera definitiva el caso y mantuvo el archivo provisional.
El abogado de la familia de la víctima, Pau Simarro, pretende aportar un escrito a mediados de 2025. En el mismo aportará documentación y pruebas circunstanciales con la intención de que se reabra el caso. La intención será convencer a la Fiscalía de que la única persona que fue encarcelada se someta a juicio.
Un solo sospechoso
Una de las principales hipótesis fue que el autor de los disparos hubiese sido un sicario. Un informe indicó que agrupó los disparos con mucha maña en el mismo sitio, pero falló dos tiros. No obstante, los sicarios suelen disparar menos balas para hacer el trabajo cuanto antes.
Varios testigos aseguraron que el autor iba vestido de negro y que podría ser un hombre de color. No obstante, en junio de 2007 se procedió a la detención de Jordi Rueda. Se trataba de un camarero que mantenía una relación con la excuñada de Isaac.
Otros testigos dieron una descripción física que cuadraba con la de Jordi. Indicaron que no se movía con agilidad y curiosamente, Jordi había sido operado de rodilla tiempo antes. Además, realizó supuestas amenazas de muerte sobre la víctima.
El hermano de Issac y la novia de Jordi tenían una hija, cuya custodia estaba en manos del familiar de la víctima. Esto generó problemas entre ambas familias. De hecho la excuñada de Isaac le denunció por amenazas. También Isaac y su padre denunciaron amenazas de Jordi.
El motivo que permitió encarcelar a Jordi fue un informe de los Mossos d’Esquadra. Este señalaba que se habían encontrado restos de disparo en las manos y la ropa de Jordi. No obstante, apareció un informe de la Policía Nacional concluyó que los resultados no eran determinantes.
El juez que llevaba el caso encargó un tercer informe a la Guardia Civil. En este informe encontró restos de pólvora solo en la ropa de Jordi. Sin embargo, se señaló que no concuerda con el arma que acabó con la vida de Isaac.
Tras seis meses en prisión, el juez instructor del caso dejó a Jordi en libertad y archivó la causa. La idea de que un sicario se hubiese confundido cogió fuerza, pero no se llegó a nada concluyente.
En 2014 Jordi Rueda envió una carta a TVE afirmando que era inocente y que prácticamente no conocía a Isaac. También señaló que jamás había utilizado un arma ni sabía disparar.
No obstante, los padres de Isaac señalaron que sí sabía disparar, ya que se dijo que iba a un campo de tiro a disparar. Con el paso de los años los padres de la víctima han tenido “clara” la autoría. Siempre han creído que hay indicios contra Jordi, pero que hubo ciertos errores en la investigación policial.
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