Crímenes sin resolver (III): El doble asesinato del pantano de Susqueda en Girona

En esta nueva entrega de la serie casos sin resolver abordaremos el crimen del pantano de Susqueda. Este pasado 24 de agosto se cumplieron siete años del doble asesinato de Marc y Paula en el pantano de Susqueda en Girona. Pese al paso de los años, no hay ningún culpable y el caso sigue sin resolverse.

Paula Mas Pruna y Marc Hernández López eran dos apasionados de la naturaleza y tenían experiencia en realizar acampadas. El día de los hechos fueron al pantano mencionado para disfrutar de un día en a la naturaleza. 

Ambos fueron vistos por última vez en un restaurante del embalse de El Pasteral y al mediodía se les perdió el rastro. Los jóvenes de 21 y 23 se fueron con el coche de Paula y un kayak que tenían ambos. 

Ante la falta de noticias sobre los jóvenes se denunció su desaparición y días después apareció el kayak de ambos. Estaba medio hundido, rajado y con piedras para evitar que saliese a flote. 

Después, se encontró el coche de la joven en el fondo del agua, con las llaves puestas, la marcha metida y las ventanas bajadas, con la intención de que se hundiera. 

El 26 de septiembre de 2017 se encontró el cuerpo de Paula desnudo y con evidentes signos de violencia, la joven presentaba un disparo en la sien. El cadáver de Marc también se encontró. Llevaba una mochila llena de piedras, estaba desnudo y en muy mal estado. 

Al joven también le habían disparado, pero en cuatro ocasiones, y presentaba varias puñaladas, dos posteriores a la muerte. Los cuerpos fueron hallados en una masía que se oculta bajo el agua dependiendo del nivel del pantano.

El único testigo pudo ser un hombre, Bartomeu, que vivía en una cabaña cercana a donde ocurrieron los hechos. Sin embargo, este hombre murió y se sospechó que podría haber sido asesinado. No obstante, la autopsia reveló que falleció debido a un ataque al corazón. 

Principales sospechosos

El caso ha tenido varios sospechosos, pero hasta el momento se ha podido acreditar su vinculación con los hechos. El primero de estos sospechosos fue Jordi Magentí, ya que su coche fue visto por la zona donde ocurrieron los hechos.

Tras pasar casi un año en prisión preventiva, fue puesto en libertad sin fianza al no existir indicios sólidos que demostrasen su vinculación.  No se encontró ADN de las víctimas en su ropa, no tenía el arma del crimen y no había un móvil claro, o eso parecía. 

Si que se encontraron dos pistolas en casa de su madre, pero no eran las del crimen. Se apuntó a él por su pasado delictivo y porque el día de los hechos había estado pescando en el pantano. Magentí contaba con antecedentes, ya que en 1997 asesinó a su exmujer, contaba con un trastorno límite de la personalidad. 

Además, el día de los hechos se encontraba vigilando una plantación de marihuana que tenía su hijo en el pantano. Durante su estancia en prisión supuestamente le indicó a su compañero de celda que su hijo asesinó a los jóvenes. Narró que los había visto en la plantación de marihuana y que él lo ayudó a deshacerse de los cadáveres.

Con el paso de las investigaciones apareció un dato que pudo ser clave. La geolocalización de los jóvenes les situaba donde Bartomeu, el hombre que vivía en la cabaña, aparcaba su vehículo. Sin embargo, se descartó su participación en el asesinato.

Se llegaron a poner las miradas sobre un exlegionario, que según algunos testigos estuvo discutiendo con una pareja. No obstante, no se pudo confirmar que fuesen las víctimas. También se descartó su vinculación, tanto como la de otros sospechosos como lo fueron un frances y unos jóvenes que estaban de rave. 

En 2023 se encontraron accesorios del kayak de los jóvenes. Sin embargo, no hubo nuevas respuestas. Los Mossos, la Fiscalía y el abogado de las familias de Marc y Paula consideran responsable de los crímenes a Magentí.