
Condenado un tuitero por 'denigrar' al niño enfermo de cáncer aficionado a los toros
En 2016 Adrián Hinojosa asistió a un festival taurino en Valencia para recaudar fondos para la lucha contra el cáncer
El Tribunal Supremo confirmó el pasado 4 de abril la condena al pago de una multa de 720 euros al hombre que “denigró” a un niño por internet. La víctima era Adrián Hinojosa, un niño de ocho años enfermo de cáncer que había participado en un festival taurino y benéfico en Valencia en 2016.
En 2022 el hombre había sido condenado como autor de un delito contra la integridad moral por la Audiencia de Valencia. Pero interpuso un recurso de casación ante el Supremo. Alegaba “infracción de ley” afirmando que había existido una “indebida aplicación del artículo 173.1 del Código Penal”. Otros motivos eran el quebrantamiento de forma, infracción de precepto constitucional relativo a la libertad de expresión y vulneración de la presunción de inocencia. También se argumentaba una “vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva”.
Sin embargo, el Supremo ha rechazado el recurso contra la sentencia de la Audiencia de Valencia. La Audiencia había revocado la absolución establecida por un juzgado de lo Penal de la misma ciudad en 2021.

Además, al condenado se le impuso el pago de una indemnización de 3.000 euros al representante del menor por los perjuicios y daños morales ocasionados. Otras dos personas más fueron condenadas por los mismos actos en redes sociales contra el niño, pero estos no han recurrido ante el Supremo. Algunos de estos comentarios llegaron a desearle la muerte al menor.
Adrián Hinojosa era muy querido en el mundo de la Tauromaquia. Tanto, que tras su muerte en 2017, toreros como Enrique Ponce y Fran Rivera le despidieron en redes sociales con emotivos mensajes.
Los argumentos del Tribunal Supremo
El Supremo ha decidido no “entrar al debate” con cuatro de los cinco motivos expuestos por la parte recurrente. “Son motivos que desbordan el objeto de este específico recurso por interés casacional”, razona en la sentencia.
La Sala ha analizado el primer motivo, el ‘error iuris’, un error de derecho por una interpretación errónea de la ley. La sentencia señala que los mensajes son “objetivamente degradantes” y “de la suficiente gravedad” para no verse amparados por el derecho a la libertad de expresión. De hecho, incluye que una de estas expresiones es “de tal crueldad, por su estado de salud, en la que dice que su vida le importa dos cojones”.

La sentencia, además, pone el foco en la situación de la víctima: “Se trata de un niño de 8 años, con tan gravísima enfermedad como es un cáncer”. “Por el solo hecho de disfrutar de una de las escasas alegrías que le pudo ofrecer su corta vida”, continúa el texto, en referencia a su participación en un evento taurino.
El Supremo coincide con la Audiencia de Valencia en que existe un delito contra la integridad moral. Las expresiones fueron "realizadas de manera consciente y voluntaria por parte de quienes las profieren, que en eso consiste en dolo del autor".
Los hechos
En 2016, la víctima había participado en un festival benéfico en la plaza de toros de Valencia. El evento tenía como finalidad recaudar fondos para la Fundación de Oncohematología infantil. Un año más tarde, el menor falleció a consecuencia de su enfermedad.
El 8 de octubre de 2016 el recurrente publicó en Twitter, ahora X, el mensaje objeto de denuncia. "Qué gasto más innecesario se está haciendo con la recuperación de X, el niño este que tiene cáncer, quiere ser torero y cortar orejas. No lo digo por su vida, que me importa 2 cojones, lo digo porque probablemente ese ser esté siendo tratado en la sanidad pública, con mi dinero".

Otra usuaria en Facebook al día siguiente publicó el siguiente comentario: "Que qué opino? Yo no voy a ser políticamente correcta. Qué va. Que se muera, que se muera ya. Un niño enfermo que quiere curarse para matar a herbívoros inocentes y sanos que también quieren vivir. Anda yaaaaa! XX, vas a morir".
Un día después otro internauta escribió en Twitter: "Patético es que defendáis a un niño que prefiere matar a un animal, ojalá el XXX mate a vuestra madre y se muera".
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