Caso menores Carabanchel: Las diligencias apuntan a la familia de Lucia
Fernando, el mayor de los dos, visitaba a su exnovia Lucía acompañado de Ángel
Una semana después de que el pasado 19 de mayo el Juzgado de Instrucción número 3 de Toledo levantase el secreto de sumario las familias de los menores de Carabanchel y el abogado Marcos García Montes dieron una rueda de prensa.
En ella mantenían la creencia de que la muerte de los pequeños "fue un asesinato y no un accidente", a diferencia de la versión de la Policía Nacional. Una vez la Policía terminó su investigación el juez ha permitido a las familias y a su abogado solicitar las diligencias que consideren, después de afirmar que el caso no está para sobreseimiento.
Fuentes cercanas al caso indican a elcierredigital.com que “la policía tomó algunas declaraciones, pero tras ver en algunas imágenes que los menores miran en algunos contenedores de Toledo, han finalizado su investigación concluyendo que se metieron en un contenedor a dormir. Sin embargo, las familias de los niños se dedican a la chatarra y es común que vayan, todos, por la calle mirando en contenedores. Nunca, ninguno de ellos, y menos llevando casi 500 euros, se metería en un contenedor a dormir”.
La muerte de los menores se ha relacionado con la familia de Lucia, la ex novia de Fernando, el mayor de los dos menores. Lucía es hija de Trinidad, quien mantiene una relación con Cristopher, al que todos conocen como Cristian, quien "tiene esquizofrenia y problemas de adicción", según el sumario del caso al que ha accedido elcierredigital.com.
Además, Cristian cuenta con antecedentes penales. En diciembre Fernando tenía intención de ‘escaparse’ con Lucia. El pasado 10 de diciembre Ángel y Fernando se fueron a Toledo sin decir nada a sus familias, aunque estos sabían de la intención de Fernando de escaparse con Lucía, ya que llevaba ahorrados unos 500 euros de recoger chatarra. Sin embargo, Cristian no quería que Lucía, su hijastra, se fuera con Fernando.
Tras levantarse el secreto de sumario, elcierredigital.com ha tenido acceso al previo estudio de actuaciones, donde se indica que la madre de Trinidad llamó por teléfono a Fátima, hermana de Cristian, diciendo que el menor desaparecido estaba "en casa de su hija atado". En su declaración policial Trinidad dice no tener contacto con Fernando desde que Lucía y él terminaron la relación, aproximadamente en junio.
Sin embargo, en la pericial del móvil de Fernando aparecen llamadas entre Fernando y el teléfono de Trinidad tres llamadas en septiembre, octubre y diciembre, y otra el 10 de diciembre de 2022, día en el que desaparecieron los menores. Desde ese día alrededor de las tres de la madrugada con teléfono Xiaomi hasta el día 12 de diciembre con teléfono Nokia no consta ninguna conexión a red, ante esto Trinidad señala que Cristian le rompió el teléfono el 10 de diciembre.
Respecto a Cristian, su hermana Vanesa entregó a la Policía un teléfono Nokia, que aseguraba que era de Fernando, y que Cristian le había entregado. Vanesa guardó el teléfono que Trinidad no quería que se le fuese entregado a nadie y cuando su hermana Fátima lo vio indicó que pertenecía a Fernando, ya que recordó que era el mismo que tenía "cuando fueron en verano a comer al río ya que tenía un golpe característico".
Tras conocer esto, Vanesa le intentó devolver el teléfono a Cristian, quien le dijo que no lo quería y que lo tirara al río. Finalmente Vanesa entregó el teléfono a la Policía, quien averiguó que Trinidad, pareja de Cristian, había utilizado este terminal desde el 12 de diciembre hasta el 19 de diciembre. Pese a todo esto la Policía decidió concluir que los niños murieron de forma accidental al refugiarse en unos contenedores.
"Los niños fueron engañados, era todo un plan"
A todo esto se le suma que una vecina de Trinidad y Cristian indicó que había escuchado comentarios como “mete al niño más al fondo del contenedor”. La hija de esta vecina también escuchó una discusión entre Trinidad y Cristian el 14 de diciembre, desconociendo los motivos. En una conversación entre la vecina que escuchó los comentarios y otra persona, señaló que “los niños fueron engañados, era todo un plan de la familia de Lucía, ellos fueron los que cometieron el delito contra el niño grande. Las informaciones que recibo son de gente que vive al lado de esta familia”. Cabe destacar que esta conversación tuvo lugar cuando el pequeño de los dos, Ángel, seguía con vida.
Según esta conversación, “los niños estuvieron en diferentes domicilios, primero estuvieron en la casa de la madre de la niña, después pasaron a otra vivienda de la suegra y luego pasaron a la tercera vivienda que era de dos chicas lesbianas hasta que decidieron acabar con la vida de Fernando. Incluso me contaron que una gitana entró allí, que era familia también directa y tapadera y consentidora, que vio la camiseta del niño encima de la cama y dice 'ay mira esta es la camiseta de uno de los niños' y esa gitana escondió la camiseta de uno de los niños”.
Respecto a cómo murió Fernando, esta mujer señalaba en la conversación que le dijeron que una de las dos lesbianas, que forma parte de la familia de Lucia, señaló: “Yo no sé como lo van a reconocer porque le hemos mutilado, le hemos partido hasta los dedicos”. También indicó que le habían dicho que estaba la casa llena de sangre y decidieron pintarla.
El extraño comportamiento de la familia de Lucía
En otra conversación entre personas cercanas a la familia de Lucía a la que ha tenido acceso elcierredigital.com, una de las personas señalaba que un día ocurrió algo muy raro: “Un día después de cenar fui a su casa y al llamar al timbre Trinidad le dijo a Cristian que no pasaba nada que era yo y que siguiera comiendo. Tardaron 10 minutos en abrirme la puerta y cuando entré nadie estaba comiendo y no había platos ni comida en la mesa”.
Además, en esta misma conversación se argumentaba que tras la muerte de Fernando llegó a haber cinco personas detenidas entre los que estaban Trinidad, madre de la exnovia de Fernando, y Cristina, pareja de Trinidad.
Pese a estas conversaciones y a los posibles indicios la Policía decidió concluir que se trataban de dos muertes accidentales, donde los menores se metieron por su propia voluntad en los contenedores. El día 15 de diciembre se encontró el cuerpo del mayor, Fernando, en el vertedero ecoparque de Toledo. Casi un mes después, el 11 de enero, se encontraron los primeros restos del menor, Ángel, de 11 años.
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