
La cara 'B' de los fuegos: Claves para afrontar la pérdida de bienes por los incendios
Según expertos en psicología, los vecinos que han visto quemarse sus casas 'pasarán por varias etapas de duelo'
La oleada de incendios que asola a España se mantiene con hasta 40 fuegos activos. Esta catástrofe ecológica, que ha quemado miles de hectáreas, ha producido la muerte de cuatro personas en 2025. Además, ha tenido como consecuencia un gran impacto en el ámbito emocional de los afectados.
En este momento, las zonas críticas se encuentran en las provincias de Ourense, Zamora, León y Cáceres. Los afectados se cifran en miles y se han efectuado numerosas evacuaciones. Esta situación genera altos niveles de ansiedad que pueden sufrir el 50 por ciento de los perjudicados, según la psicóloga Lara Ferreiro. La experta en salud mental ha conversado con elcierredigital.com por las secuelas emocionales que conllevan los incendios.
El regreso a casa tras el incendio
Muchos de los afectados han perdido por el fuego sus viviendas, fincas y otro tipo de propiedades. La psicóloga afirma que la vuelta a la vivienda puede suponer “muchísima tristeza si la casa ha sido arrasada”.
Según Lara Ferreiro, estas personas pasarán por varias etapas de duelo: “El shock, después la ira y la culpa, el miedo, la esperanza, el dolor y la adaptación”. De hecho, la psicóloga sostiene que el miedo por el ámbito económico “puede generar una crisis muy alta de pareja”.

“Hay gente que tiene que ir a terapia porque es muy doloroso”, asegura. Ferreiro estima que una de cada dos personas afectadas van a sufrir un trauma. “Hay casos en los que hueles fuego y te vas a esas imágenes. También sufren insomnio y otros problemas psicológicos”. Además, pueden desarrollar una especie de aversión al fuego: “La pirofobia, el rechazo de todo lo que tenga vinculación, como las velas”.
Por otro lado, también ocurre lo que se denomina como “eco duelo”. “Un duelo que se hace por el ambiente, te genera mucha tristeza que tu entorno se haya perdido”, describe.
Además del momento de regresar a la vivienda, la psicóloga explica que existen dos etapas previas para analizar el impacto emocional de los incendios. Estas son: en el momento del incendio y una vez los afectados son evacuados.
Tres tipos de reacciones ante un incendio
En el momento de un incendio, la psicóloga describe tres reacciones habituales de las personas. Según Ferreiro, en todas “se desconecta el lado lógico del cerebro y se activa la amígdala, la zona del miedo y de la supervivencia extrema. Este tipo de reacciones ocurre en situaciones de peligro de muerte”.

“La primera es la huida, de hecho hay gente que antes de salir corriendo busca cosas emocionales como álbumes de fotos”, explica. La segunda actitud es conocida como el shock: “Gente que se queda paralizada”. Por último, está la denominada como “altruista”: “Intenta ayudar a los bomberos y a tus seres queridos”.
Preguntada sobre cómo reaccionar para mantener la calma, la experta en salud mental prioriza las indicaciones de los bomberos. También aconseja apartarse de los pensamientos negativos: “Hacer respiraciones, tranquilizarse para ser lo más operativo posible”.
En cuanto al momento de la evacuación, según Ferreiro, el 70 por ciento de los evacuados inician una fase de “disonancia negativa”. “Piensan en negativo porque el estado de pánico y de alerta”, señala. Sobre el perfil psicológico de este tipo de personas, la experta sostiene que suelen tener “ansiedad, con tendencia a la depresión, o son pesimistas”. Incluso afirma que pueden tener “una tendencia al control obsesiva”.
Por otra parte, existen las personas altruistas, que suponen un 30% de los evacuados, según Ferreiro. “Están esperanzadas, son personas más resistentes psicológicamente”, añade.

Además, la psicóloga señala como comportamiento habitual de este momento la “obsesión informativa”, es decir, la búsqueda constante de información. “Se recomienda que como mucho una vez al día te informes e intentes no consumir internet para no imaginarte lo peor”, prosigue.
Cabe resaltar que los incendios como los que asolan estos días nuestro país tienen dos caras: la de los afectados y la de los responsables de los fuegos.
Lara Ferreiro explica la distinción entre un pirómano y un incendiario. El primero tiene “problemas mentales y no sabe controlar el impulso, suele actuar de forma solitaria”, según Ferreiro. Mientras que este está exento de cárcel, no sucede lo mismo con el incendiario porque “quiere quemar la propiedad por venganza o para comprarla más barata”.
Por el momento, el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS) estima que se han quemado 344.417 hectáreas. Esto supone que 2025 sea el peor año en cuanto a superficie quemada se refiere, con 224 incendios hasta la fecha.
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