
Así viven hoy las asesinas de Klara García: 'Están muy reintegradas en la sociedad'
Raquel Carlet e Iria Suárez cometieron el crimen hace 25 años en San Fernando, y ahora una vive en España y otra fuera
“Fue un caso dramático y tengo un recuerdo imborrable de la familia de Klara García. Era una familia inmejorable, cariñosa y acogedora a la que este hecho le partió el alma”. Esto es lo que señala a elcierredigital.comJavier Urra, primer Defensor del Menor, sobre el asesinato de Klara García.
Este 26 de mayo se cumplen 25 años del asesinato de la menor Klara García en la localidad gaditana de San Fernando. La víctima, que tenía solo 16 años, fue brutalmente apuñalada por dos de sus mejores amigas, Iria Y Raquel, de 16 y 17 años, con las que iba al IES Isla de León.
Se trató de un asesinato que no tuvo móvil, ya que Iria y Raquel, conocidas como ‘Las Brujas de San Fernando’ lo hicieron por saber que se sentía al matar. Fue un crimen premeditado y ejecutado con gran frialdad por unas jóvenes que querían “hacerse famosas”.

Tras ser detenidas, Raquel Carlet Torrejón e Iria Suárez reconstruyeron los hechos. Las tres menores se encontraban tumbadas en el suelo cuando Iria sujetó a Klara y Raque sacó la navaja. Mientras Raquel apuñala Iria le dice a Raquel: ¡Sigue, sigue, sigue!.
Ante esto, Klara suplicó que la dejasen ir, pero la siguieron apuñalando. Finalmente, murió degollada tras recibir 32 puñaladas.
A las autoras del crimen les fascinaban los temas satánicos. En el ordenador de Iria se encontraron cuentos de temáticas gore que ella misma había escrito. Uno de esos cuentos relataban un asesinato que fue representado en el caso de Klara García.
Cabe recalcar que, poco antes del crimen, las asesinas trataron de cometer un crimen, pero tras ser frustrado se consideró un intento de robo. Un hecho relevante es que antes del crimen las dos asesinas mantuvieron contacto con José Rabadán, ‘el asesino de la catana’.
Vida actual de las asesinas de Klara García
Se trató del primer crimen en España en el que se aplicó la Ley del Menor, que este año también cumple un cuarto de siglo. Raquel e Iria fueron condenadas a ocho años de internamiento en un centro de menores, pero solo cumplieron seis. Fue en 2006 cuando obtuvieron la libertad.
Hoy día, “están perfectamente integradas y reinsertadas. Una de ellas vive en el extranjero y otra en España. Además, una de las culpables tiene dos hijas. Han rehecho su vida”, señala Javier Urra. Se sabe que, tras cumplir la condena, ninguna de las dos volvió a San Fernando.
Estando en el centro de menores de Monteldo, Iria estudió Psicología a distancia en la UNED. Al salir del centro se fue a vivir a Vigo y estudió pedagogía, pero decidió irse de España en busca del anonimato. En septiembre de 2016 estuvo trabajando en la escuela primaria West Oxford, donde permaneció hasta junio de 2017.
EN RECUERDO DE KLARA GARCÍA CASADO (27-05-2000).
Al poco tiempo estalló el escándalo, ya que los medios ingleses se hicieron eco de que una asesina había sido profesora en Oxford. ‘¡Horror!’, publicaba The Sun.
A Raquel se le perdió la pista en Madrid, donde permaneció en un centro de menores. Según varios medios vive con su pareja en una casa de campo y se dedica a la peluquería, aunque también se ha comentado que pudo ser celadora. Se dice que las asesinas de Klara García no volvieron a ponerse en contacto.
La familia de Klara abandonó San Fernando con el único hijo que les quedaba. Buscaron escapar de la ciudad que tanto les había hecho sufrir por la muerte de su hija. “Hay que tener en cuenta que su familia también fue víctima y quedó rota”, apunta Javier Urra.
“En este caso, la reasignación se ha logrado, lo terrible es que muriese Klara García. Conocí a sus padres y a su hermano, eran una familia magnífica. Jamás odió ni exigió venganza”, añade Urra.
La Ley del Menor
Este crimen ocurrió el mismo año que entró en vigor la Ley del Menor, lo que salvó a las autoras de cumplir 25 años de cárcel. De hecho, Raquel e Iria fueron las primeras condenadas en el marco de esta Ley y recibieron la pena máxima, que es de ocho años.
Esto provocó gran agitación social y descontento en los familiares de Klara García. “Vinieron a verme a Madrid porque yo era Defensor del Menor. Me pidieron que revisáramos la Ley, ya que al final estas niñas iban a estar seis años privadas de libertad y nadie les iba a devolver a su hija”, narra Urra.

Este terrible suceso fue “un golpe durísimo para el nacimiento de la Ley, que buscaba ser educativa. La idea de esta ley es que los hechos graves sean duramente sancionados, pero con la posibilidad de reasignación social”, indica Urra.
“Se ha hablado de que se endurezca esta Ley y yo no tendría ningún problema en que se empezase a los 12 años. Hay algo que sí me ha preocupado estos 25 años. Si un joven mata el diagnóstico es terrible, pero el pronóstico no tiene que ser malo. Sin embargo, si el menor comete una agresión sexual el pronóstico sí que es malo”, explica el primer Defensor del Menor.
“En mi vida he tenido varios golpes durísimos como este caso y el de Sandra Palo. He tenido varios problemas de salud y los médicos no terminan de entender por qué, ya que no tengo malos hábitos. Sin embargo, muchas veces un corazón se rompe por el sufrimiento”, concluye Javier Urra.
Más noticias: