RTVE Así actuaba la red de abusos de ‘Nanysex’: El pederasta cabecilla, ahora en libertad
Álvaro Iglesias logró salir de la cárcel de Estremera este 14 de mayo a pesar de que seguía consumiendo porno infantil
Uno de los casos más mediáticos de España parece estar cerrándose. El pederasta Álvaro Iglesias Gómez (Collado Villalba, Madrid, 1982), conocido como Nanysex, se encuentra en libertad tras haber cumplido su condena. Sin embargo, su comportamiento parece que no ha sido ejemplar durante su estancia en tercer grado, ya que seguía consumiendo pornografía infantil.
La Audiencia Provincial de Madrid le condenó a 58 años de cárcel por 5 delitos de abusos sexuales y 6 de corrupción de menores. Este 14 de mayo abandonó la cárcel de Estremera tras cumplir el máximo estipulado de 20 años, como adelantó ABC. Sin embargo, según este diario varios trabajadores penitenciarios denunciaron que el preso seguía consumiendo porno infantil durante su último tramo de condena.
Supuestamente lo hacía en el Centro de Inserción Social de Alcalá (Madrid), donde estaba en un régimen penitenciario laxo. El conocimiento de estos hechos ha inquietado a aquellos que le conocían, tanto dentro como fuera de la cárcel. Entre sus víctimas se encontraban dos bebés, ahora mayores de edad. Ni a ellos ni a sus padres podrá acercarse en los siguientes diez años.
La red de abusadores de niños de ‘Nanysex’
‘Nanysex’, también apodado ‘Kova’, había formado a principios de los 2000 la primera red conocida en España que grababa abusos sexuales a menores. Junto con Eduardo Sánchez Moragues, ‘Todd’, y José Gómez Cansinos, ‘Aza’, vendía el contenido por internet a pedófilos de todo el mundo. Los tres eran veinteañeros que se hacían pasar por cuidadores infantiles para poder llegar a sus víctimas.
La Justicia decretó que, entre 2002 y 2004, 5 niños –de entre 1 y 3 años– de Collado Villalba (Madrid) y Lo Pagán (Murcia) habían sido víctimas de ‘Nanysex’. Sin embargo, él llegó a declarar que había abusado de más de 100 menores y que su primer abuso lo realizó siendo él aún menor. Los padres de las víctimas no se percataron de actitudes extrañas, salvo una madre que encontró a su hijo llorando la última vez que estuvo con su agresor.
Álvaro Iglesias Gómez llegó a dirigir dos negocios de informática en Murcia, que utilizaba de tapadera para que los clientes le dejasen a sus hijos. A través de internet se publicitaba así: “Canguro a domicilio. Experiencia con niños y educación infantil. Si además tienes ordenador en casa, cursos de informática para niños. Disponibilidad, tardes, noches y fines de semanas”.
La voz de alarma la dio un policía encubierto canadiense que halló unas imágenes de la violación de un bebé de Collado-Villalba. Posteriormente fue Francia quien denunció la existencia de esta red.
La Operación Kova
El país galo fue quien dio el primer paso contra esta red de pedófilos. La Secretaría General de Interpol en Lyon informó a las autoridades españolas de que habían descubierto material gráfico en el que aparecían adultos y niños. Estas imágenes y vídeos habían sido tomadas en España.
La Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía inició la conocida como Operación Kova. Utilizaron un billete de Renfe Cercanías Madrid y un anagrama del Hospital La Paz como pistas para encontrar a ‘Nanysex’ y sus colaboradores.
La condena a la red de pederastas de ‘Nanysex’
Los tres implicados fueron detenidos en 2005. En julio de 2008, la Audiencia Provincial de Madrid condenó a Álvaro Iglesias a 58 años de cárcel. Al año siguiente, el Tribunal Supremo revisó la sentencia y rebajó la condena 13 años y medio, quedándose en 44 años. También benefició a sus compañeros.
El Supremo consideró que la Audiencia de Madrid había aplicado de forma indebida la agravante de abuso de confianza. Según el Alto Tribunal, se había vulnerado el principio non bis in idem, que impide que se juzgue dos veces por la misma infracción a una persona.
A ‘Nanysex’ se le consideró culpable de tres delitos continuados de abuso sexual, con la agravante de vulnerabilidad. Se le aplicó también la atenuante de colaboración con la Justicia.
Ahora, el pederasta Álvaro Iglesias Gómez se encuentra en libertad tras haber cumplido su condena. Sin embargo, su reinserción y arrepentimiento quedan difusos al conocer que durante su última etapa de condena seguía consumiendo porno infantil.
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