Aún sin resolver el crimen de Susana Acebes: Dos sospechosos y ninguna condena

El asesinato de Susana Acebes en Zamora es uno de los casos que se encuentra entre los crímenes sin resolver ocurridos en España. El caso prescribió en septiembre de 2020 sin que se lograse dar con el asesino. 

La joven de 26 años apareció asesinada en su domicilio el 16 de septiembre del año 2000. En su casa, una extraña escena del crimen levantaba sospechas. La casa había sido limpiada a la perfección, pero se colocaron varios objetos con la intención de alterar la escena del crimen.

El asesino simuló una ‘fiesta’, tras la cual la joven parecía haber tenido relaciones sexuales. Fue la hermana de Susana quien descubrió la escena del crimen, después de 24 horas sin saber de ella acudió al domicilio. Desde entonces, el caso ha estado plagado de incógnitas.

En la noche de aquel 16 de septiembre Susana se encontraba durmiendo, cuando alguien entró en su casa sin forzar la cerradura. Este hecho era un indicativo de que el agresor la conocía y sabía como era la vivienda. 

La joven fue golpeada en la cabeza con un objeto contundente. Sin embargo, no falleció y el agresor la estranguló con una camiseta. 

Posteriormente, el asesino se molestó en crear una escena del crimen modificada. Para ello, simuló que Susana había realizado una fiesta. Dejó varias cervezas en la mesa del salón, varios cigarros acabados y el envoltorio de un preservativo. 

Además, también se encontró otro envoltorio de preservativo al lado del cuerpo de Susana. Así como un preservativo usado en el interior del cadáver. No obstante, el ADN de este preservativo no correspondía a nadie cercano a la víctima.

Pese a todo esto, en el piso no había ninguna huella y el arma del crimen nunca apareció.

Susana Acebes era una joven de 26 años, se había divorciado poco tiempo antes del crimen y tenía un hijo de cinco años. Tras estar casada, decidió disfrutar de la vida y se convirtió en una persona libera. 

El juez, el fiscal y los forenses se creyeron la escena que había sido alterada debido a la visa que llevaba Susana. El asesino logró generar la imagen de que la joven era una promiscua. Algo que estaba muy lejos de la realidad, pero que entorpeció la investigación. 

Ante la falta de pruebas contundentes el caso se archivó en 2002. Estrella, hermana de Susana, siempre criticó la “mala” investigación policial. Se llegó a interrogar a 250 personas y hubo dos sospechosos principales.

Las sospechas sobre el marido de Susana

El exmarido de Susana fue el primer sospechoso y llegó a ser detenido. Ambos habían pasado por un proceso de divorcio en el que hubo varias denuncias y Jesús había cometido varios delitos.

Con este contexto, un testigo le dijo a los investigadores que Jesús había amenazado de muerte a Susana. Además, señaló que el día de los hechos estuvo en casa de la víctima.

Esto último era cierto, ya que Jesús había acudido al domicilio para recoger al hijo de ambos. 

Finalmente, Jesús dio una sólida coartada. Señaló que había pasado la noche con una mujer casada, algo que fue confirmado y quedó descartado como sospechoso.

El principal sospechoso

En este punto apareció Satur como principal sospechoso. Este hombre había mantenido una reciente relación con Susana. De hecho, la hermana de la víctima dijo que ambos habían roto quince días antes del crimen porque Satur pilló a Susana con otro hombre. 

También señaló que este hombre estaba obsesionado con su hermana. Cabe recalcar que la cerradura de la casa de la joven no había sido forzada. Estrella señaló que Satur tenía llaves de la casa, algo que fue confirmado por otra amiga, pero el sospechoso lo negó categóricamente. 

Cuando fue interrogado, Satur reconoció que llevaba un año manteniendo relaciones con Susana y negó que se hubiese roto la relación. Asimismo, trató de desviar la atención hablando de otros potenciales sospechosos.

“Susana podía haber subido a casa a cualquier persona que le cayera bien. Era muy abierta, a mí mismo me subió a los dos días de conocerme”, señaló Satur.

El sospechoso negó haber estado en la casa de la víctima el día de los hechos. No obstante, dijo que dos días antes había mantenido relaciones sexuales con ella en el salón y en el dormitorio. 

Esto le serviría de justificación para la escena del crimen que fue hallada por Estrella. El sospechoso ya había amenazado previamente a su exmujer y había cometido hechos extraños.

Sin embargo, se analizó el ADN encontrado en los preservativos de la escena del crimen, pero ninguno de ellos coincidió con el de Satur. Además, tenía una coartada que no pudo ser rebatida por los investigadores.

Una vecina de Susana dijo haberla visto en los alrededores de la casa de la víctima el día de los hechos. En 2006 llegaron unas pistas claves para el caso. Estas novedades llegaron de parte de la nueva pareja de Satur. 

Esta mujer contó que tenía una maleta en su casa y que le dijo que como se le ocurriera abrir la maleta la mataba. 

Se descubrió que la maleta contiene una trenza de pelo de Susana, un certificado de defunción y varios recortes de artículos de periódicos sobre el caso. No obstante, el juez no reabrió el caso. 

Pese a esto, el juez no le llamó a declarar. Los investigadores realizaron un informe en el que alegaban que había indicios extraños sobre Satur. Este hombre conocía datos que solo aparecían en el sumario de la causa. 

Finalmente, el caso fue reabierto en 2006, pero la falta de indicios sólidos hizo que volviese a ser archivado en 2012. El caso prescribió en 2020 sin conocerse quién fue el autor del crimen. Para la hermana de Susana, Satur fue el autor del crimen, pero es algo que no se pudo acreditar.