Arranca el juicio del caso Cuzcurrita: Piden la permanente revisable para los acusados

El asesinato del hostelero Guillermo Castro ocurrió en la localidad riojana de Cuzcurrita en la madrugada del 2 de mayo de 2023. Cuatro meses después se detuvo a los dos acusados, que se encuentran en prisión desde entonces. 

El juicio por el crimen se celebrará ante jurado popular en la Audiencia Provincial de Logroño. Comienza este 4 de noviembre y se prevé que se alargue hasta el día 19. El primer día declararán los dos acusados.

El 18 de noviembre expondrán las partes sus conclusiones y el último día se entregará el objeto de veredicto y el jurado deliberará. Los acusados están imputados de los delitos de asesinato y robo con violencia. 

Uno de los dos acusados, Antonio DG cuenta con "antecedentes penales computables por reincidencia". En mayo de 2020 fue condenado a cuatro años y tres meses por robo con violencia en una casa habitada. Por este motivo se piden nueve meses extra de prisión. 

La Fiscalía solicita una pena de 27 años de prisión para los dos acusados, 23 por asesinato y 4 por robo con violencia. Así como diez años de libertad vigilada y la indemnización de 300.000 euros a los dos hijos de la víctima. 

Los escritos de acusación y defensa

Elcierredigital.com ha tenido acceso al escrito de la acusación particular, ejercida por los hijos del fallecido, que han designado como abogado a Marcos García Montes. La acusación solicita para Antonio DG 25 años de prisión por asesinato, cinco por robo con violencia y ocho por pertenencia a organización criminal.

Asimismo, ve aplicable la figura de prisión permanente revisable “al encontrarnos ante el supuesto previsto en el artículo 140.1.1ª del  Código Penal”. Este artículo establece que esta pena se puede aplicar cuando la víctima es una persona especialmente vulnerable por razón de su edad, enfermedad o discapacidad. Cabe recalcar que el fallecido tenía 78 años. 

En el caso del segundo acusado, Carlos SR, la acusación particular exige las mismas penas que para Antonio. Asimismo, también ve correspondiente la aplicación de la prisión permanente revisable. Las indemnizaciones solicitadas son las mismas que en el caso de la Fiscalía.

Elcierredigital.com ha contactado con el abogado García Montes. “Es muy probable que haya autores intelectuales del crimen que no vayan a ser juzgados. Es incomprensible que todo lo ocurrido en el crimen haya sido realizado por dos hombres sin hogar, arruinados y relacionados con sustancias estupefacientes”. 

“No hay que olvidar que los acusados se fueron a quitar la ropa manchada de sangre a casa de un hombre que no está imputado”, concluye Montes. 

Por su parte, la defensa de Carlos SR señala que su cliente no es responsable de delito alguno. “No existe el ánimo de matar ni el dolo necesario para dar muerte. No se ha encontrado ninguna prueba que lo incrimine de manera directa”, señala.

Para ello se basa en el informe forense que concluye que padece trastorno por consumo de opiáceos. También indica que Carlos SR mantenía relaciones sexuales con la víctima a cambio de dinero desde los 13 años. 

“En caso de que se le impute algún hecho delictivo debería ser homicidio imprudente u homicidio atenuado por drogodependencia”, indica. Aunque solicitan la absolución de Carlos SR.

Los hechos

Guillermo Castillo Herrero, de 78 años de edad, era viudo y bodeguero. Residía en la localidad riojana de Cuzcurrita de Río Tirón y era propietario del restaurante "La Bodega de Guillermo". Contaba además con diversas fincas familiares explotadas para la vendimia.

En la mañana del 2 de mayo de 2023 los dos hijos del fallecido entraron en su vivienda. Dentro, el cadáver de su padre estaba junto a una considerable cantidad de sangre. Los hermanos llamaron a la Guardia Civil, que encontraron a Guillermo esposado de manos e irreconocible por la brutal paliza que había sufrido. 

La acusación considera que “existía una red de comunicación que informa sobre los movimientos de la víctima, que ya había sufrido otro robo”. Además, “Carlos SR era conocedor de la situación de vulnerabilidad de Guillermo, por haber trabajado y mantenido relaciones esporádicas con él”.

La noche de los hechos, el 1 de mayo, Carlos SR “recibió el aviso de que Guillermo estaba solo en casa. Recogió a Daniel y acudieron al domicilio de Guillermo, con la certeza de que le abriría la puerta a Carlos SR”, afirma la acusación.

De acuerdo con el escrito de la acusación “ambos se abalanzaron sobre Guillermo. Antonio DG lo amenazó con una navaja y le colocó esposas para inmovilizarlo. Propinándole múltiples golpes,  principalmente en la cabeza, así como diversas heridas de arma blanca, que  resultaron en más de 33 lesiones”.

“Luego, lo arrastraron por las escaleras hasta el baño de la planta baja, donde continuaron agrediéndolo hasta causar su  muerte. Para luego encerrarlo con llave. Posteriormente, saquearon la casa llevándose joyas y dinero”, añade el escrito.

No obstante, la defensa de Carlos SR afirma que acudió a casa de la víctima para pedirle dinero para estupefacientes. Cuando la víctima abrió la puerta y vio a Antonio DG dio un paso atrás. “Momento en el cual Antonio DG se abalanzó sobre él y comenzó a agredirle”, señala el escrito de la defensa. 

“Mi cliente quiso parar esa situación, pero fue amenazado. Cuando se dirigen a la salida del domicilio, mi cliente reconoce haber visto un montón de sangre, pero Antonio dijo que la víctima estaba bien. Mi patrocinado abandonó el domicilio en la creencia de que el fallecido estaba vivo y de que Antonio le retuvo sin más”, recalca la defensa de Carlos SR.

Según la defensa, la intención del robo era volver a casa de Carlos G, conocido de Antonio, a consumir.

“Allí Antonio DG se lavó y cambió de ropa. Afirma mi cliente que Carlos G vio a Antonio lleno de sangre. Al día siguiente Carlos SR se enteró de que habían hallado muerto a Guillermo. Tras esto, llamó a Antonio para pedirle explicaciones y este le indicó: hombre muerto no declara”, concluye la defensa.

Cabe destacar que llegó a haber cuatro detenidos por estos hechos, pero solo dos de ellos serán juzgados.