Antonio Moncayo, desaparecido durante 20 años: Así fue explotado por un grupo criminal
Unos feriantes residentes en Caparroso (Navarra) le explotaron laboralmente y le privaron de su libertad durante 20 años
Antonio Moncayo Torrejón desapareció a sus 49 años el 17 de abril de 2004 en Bilbao. Desde entonces, llegaron años de incertidumbre para su familia. Sin embargo, más de 20 años después, Moncayo fue localizado. Concretamente, se reunió con su hija Begoña en marzo de 2024.
Begoña siempre tuvo la corazonada de que su padre seguía vivo. Por ello, nunca cesó en su lucha, apoyándose en SOS Desaparecidos. La hija de Antonio Moncayo contactó con todas las autoridades posibles y se movió por un amplio número de comisarías.
Insistió en que les realizasen las pruebas de ADN -a ella o a su hermano- para cotejarlas con la base de datos de fallecidos. Finalmente, las pruebas fueron realizadas al hermano de Begoña a finales de de 2023.
Las autoridades le comentaron que su padre había renovado el DNI en 2013. Le explicaron que se habían personado en la dirección registrada y que no estaba allí. Los resultados de las pruebas de ADN no llegaron, pero el 20 de marzo la Policía Nacional contactó con ella.
Le señalaron que habían encontrado a su padre en un pueblo de Navarra gracias a unos movimientos bancarios a nombre de Antonio en el municipio de Caparroso. Un día después, Begoña se pudo reunir con su padre.
En una conversación con elcierredigital.com relataba: "Pude hablar con él por teléfono, me dijo que estaba en shock y que no se creía que llevara tanto tiempo buscándole. Estaba en condiciones insalubres, estaba viviendo como un perro en la calle", añadió Begoña.
Acerca de cómo Antonio llegó hasta el municipio de Caparroso, Begoña revela en una nueva conversación con elcierredigital.com que "apareció en Navarra, porque le llevaron allí a trabajar unos chicos. Luego se tenían que marchar para Bilbao, pero le dejaron allí sin dinero, sin nada. Y conoció a la familia de feriantes con la que ha estado viviendo todo este tiempo".
La organización criminal que explotó a Antonio Moncayo
Este viernes 22 de noviembre la Guardia Civil reveló la desarticulación de una organización criminal que habría explotado laboralmente a Antonio Moncayo durante 17 años.
La operación 'Lucendi' se ha saldado con cuatro detenidos del mismo núcleo familiar (los feriantes con los que vivía Antonio Moncayo) por delitos de trata de seres humanos con fines de explotación laboral. También se les acusa de pertenencia a organización criminal y defraudación de fluido eléctrico. Se intervinieron de más de 120.000 euros en efectivo y la cartilla bancaria de la víctima. También resguardos de solicitud de distintas prestaciones a su nombre y otros efectos personales.
"Bastante mal lo ha pasado, bastante mal le han tratado como para volver a recordar lo que él no quiere", se sincera Begoña. Al mismo tiempo nos confirma que su padre "no ha tenido acceso ni al DNI ni a nada, se lo han tenido bajo llave". También carecía de acceso a su tarjeta sanitaria, y desconocía que, durante años, estaba recibiendo una prestación económica a su nombre. En total, los detenidos habrían obtenido más de 100.000 euros a través de las diversas ayudas solicitadas, según fuentes de la Guardia Civil.
La familia de feriantes le tenía "esclavizado" en el sentido de que le racionaban la comida, le prohibían salir sin acompañante. Tampoco tenía acceso a la televisión o a un dispositivo móvil, entre otras muchas privaciones de su libertad. Además, "le obligaron a trabajar" sin ningún tipo de remuneración. "Le pregunté alguna de vez cómo le han tratado o cómo comía y todo eso, pero me ha contado poco... Bastante mal le han tratado y es algo que no quiere recordar", comenta Begoña.
Casi veinte años esperando saber algo de Antonio
La desaparición de Antonio ocurrió en un contexto complicado. Días antes se enteró de que su mejor amigo había fallecido, acudió a su entierro y desde aquel momento no se volvió a saber nada de él. Antonio sufría depresión y abandonó la casa de su hermana para ponerse a vivir en la calle.
En septiembre de 2022, Begoña explicaba a elcierredigital.com que su madre “puso una denuncia de desaparición en 2004, pero nadie le hizo caso. Mis padres en aquel entonces estaban separados, yo me fui a vivir a Reinosa con mi madre pero mantuve el contacto con él, un día me presenté en Bilbao para ir a verle y ya había desaparecido”.
“Yo desconocía que había estado en casa de su hermana hasta que activé la denuncia y empecé a contactar con gente. Busqué su nombre y sus apellidos y me salió que tenía una denuncia por venta ambulante de juguetes y eso es lo último que he sabido de él. La denuncia de venta ambulante apareció en el BOE, también ponía que no le habían encontrado para notificarlo”, explicó Begoña.
No sería hasta julio de 2022 cuando su hija Begoña contactó con SOS Desaparecidos, pidió activar la orden de búsqueda y solicitó que se le realizaran pruebas de ADN para compararlo con el de los desaparecidos fallecidos.
Sobre dichas pruebas, Begoña aclara que los investigadores le llamaron a principios de este año para "avisarme de que no aparecía en ninguna base de datos desaparecidos. Poco después, nos llamó la policía judicial para decirnos que le habían encontrado".
Ahora, también se han conocido los trabajos forzosos a los que habría estado sometido Antonio durante estos años desaparecido.
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