La vida de los asesinos de Miguel Ángel Blanco a los 27 años de su secuestro por ETA

Como cada 10 de julio, España se tiñe de luto. Partidos políticos, ayuntamientos, instituciones y ciudadanos rinden homenaje a Miguel Ángel Blanco  en todo el territorio nacional. Este año se cumplen 27 del secuestro y asesinato del concejal del Partido Popular de Ermua a manos de la banda terrorista ETA. Este asesinato supuso un antes y un después en la respuesta ciudadana a los crímenes de la banda terrorista. 

Durante el secuestro y tras el asesinato, España se echó a las calles con una mezcla de dolor, rabia y hartazgo. Los gritos de esos días resonaron en todo el mundo.  "Vascos sí, ETA no", "No son vascos, son asesinos" o "ETA, escucha, aquí está mi nuca", además, del simbólico "¡Basta ya!", fueron algunas de las frases más repetidas que se acompañaban del gesto de levantar los brazos con las palmas de la mano extendidas. 

Cabe recalcar que en abril de este año el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón ha procesado a los exmiembros del 'Comité Ejecutivo' de ETA  José Javier Arizkuren Ruiz 'Kantauri', Miguel Albisu Iriarte 'Mikel Antza', María Soledad Iparragire 'Anboto' e Ignacio de Gracia Arregi por estos hechos. Sin embargo, la Fiscalía solicitó en junio que prescribiera el asesinato. 

Miguel Ángel Blanco fue secuestrado por los terroristas Irantzu Gallastegi Sodupe, alias ‘Amaia’; Francisco Javier García Gaztelu; ‘Txapote’; y José Luis Geresta Mujika, alías ‘Oker’ o ‘Ttotto’, todos ellos pertenecientes al comando Donosti de ETA. Los asesinos del concejal fueron condenados a 50 años de prisión, aunque 'Oker' solo llegó a estar dos, ya que se suicidó en 1999. Ibon Muñoa  también participó en los hechos, pero el Supremo le redujo la pena a 8 años de prisión y obtuvo la libertad en 2020.

‘Amaia’, condenada a más de mil años de cárcel por haber cometido 95 delitos de asesinato terrorista en grado de tentativa, es madre de dos hijos de 21 y 14 años que nacieron en Madrid. Su padre también cumple condena, pues es otro de los criminales más sanguinarios de la organización. Se trata de Francisco Javier García Gaztelu, ‘Txapote’, quien impuso un nuevo sistema de organización para los comandos que llevaran a cabo los atentados.

Irantzu Gallastegi fue detenida por las autoridades francesas y en 2005 fue entregada a las autoridades españolas para su ingreso en prisión.  Actualmente cumple condena en la cárcel de Madrid VII  y está previsto que salga de prisión el 22 de mayo de 2032. Por su parte, Txapote fue detenido en Francia en 2001 y fue condenado por participar en al menos 13 asesinatos de la banda terrorista, con una total de 603 años de cárcel solo por delitos de sangre. Actualmente se encuentra en la cárcel de Zaballa y saldrá de prisión, previsiblemente, el 14 de febrero de 2031.

Las cartas de Miguel Ángel Blanco

En junio de 2023 se dieron a conocer algunas de las pertenencias del joven, que falleció con 29 años, y las cartas que recibió la familia tras su muerte. Un total de 43 cajas —22 repletas de cartas, enviadas desde distintos puntos de España y dos con cartas procedentes del extranjero— fueron sacadas de un garaje familiar. La encargada de abrir sus puertas fue la Fundación Miguel Ángel Blanco, que extrajo los recuerdos después de que los padres de Miguel Ángel, Miguel y Consuelo, fallecieran en 2020.

La fundación otorgó este legado, que ya forma parte de la historia de España, a la Universidad de Navarra. Será esta institución la encargada no solo de guardarlas, sino de documentar y digitalizarlas. Muchas de ellas han sido abiertas por primera vez tras más de 25 años guardadas.

Además de la correspondencia, se mostraron pertenencias de Miguel Ángel Blanco que hablan un poco más de la vida del joven. Desde el maletín de cuero que utilizaba para ir a trabajar, pasando por calendarios de su banda favorita, Héroes del Silencio, hasta una batería o una guitarra con la que tocaba en el grupo que tenía con sus amigos, Póker.

Ahora, todo lo recibido está siendo analizado y estudiado por la Universidad de Navarra, que aportará una nueva perspectiva de cómo el asesinato de Miguel Ángel Blanco impactó en la sociedad española, constituyendo un punto de inflexión en la lucha contra el terrorismo de ETA.

El asesinato de Blanco y la revolución del pueblo

El 10 de julio de 1997 el concejal del Partido Popular en la localidad de Ermua, Miguel Ángel Blanco, fue secuestrado. El joven de 29 años se dirigía a trabajar cuando fue abordado por los terroristas. A las 17:30 horas saltaron las alarmas, la banda terrorista ETA había llamado a la emisora Egin Irratia para confirmar el secuestro. El concejal sería asesinado pasadas 48 horas si la organización no obtenía una respuesta positiva por parte del gobierno para acercar a los presos de la banda terrorista a cárceles del País Vasco.

España se movilizó y pidió la liberación del concejal. Uno de los momentos más recordados fue el momento en que su padre, albañil de profesión, se enteró del secuestro de su hijo por la prensa. Las concentraciones se dieron por toda España –manos blancas contra ETA–, las movilizaciones eran multitudinarias y desde el balcón del Ayuntamiento de Ermua, sus padres, su hermana Mari Mar y su novia gritaban “Miguel te esperamos”. 

El edil del PP nunca regresó. Los terroristas lo ejecutaron el 13 de julio de 1997, pero el joven no moriría en el acto. Dos hombres que paseaban por el campo lo encontraron cerca de las cinco y media de la tarde el cuerpo de Blanco que sólo tenía un hilo de vida. Fue trasladado a la Residencia Sanitaria de Nuestra Señora de Aránzazu y fallecería a las cinco de la madrugada del domingo 13. 

La sociedad vasca en particular y la española en general reaccionó con rabia e incredulidad ante el acto de la banda terrorista.  Euskadi se echó a la calle y para muchos el secuestro del joven fue como  destapar una olla a presión de una sociedad, la vasca, que había construido su cotidianidad entre silencios ominosos y miedos. La sede de Herri Batasuna (HB) en Ermua fue asaltada y quemada la noche del 12 de julio. Gran parte de la sociedad vasca se revolvió contra la formación abertzale. 

La manifestación nacional del 14 de julio fue espectacular. Todos los pueblos y ciudades del país se echaron a la calle y hubo cinco minutos de silencio en los que los asistentes se mantuvieron con los brazos extendidos y las manos abiertas en señal de repulsa por el atentado. 

Fueron 864 las víctimas mortales que la banda terrorista ETA se ha cobrado a lo largo de la historia. Muchos de los asesinatos aún no se han esclarecido. Durante la década de los ochenta, ETA llevó a cabo su actividad más sanguinaria y no fue hasta el asesinato de Miguel Ángel Blanco cuando España levantó la voz y pidió justicia. Con el asesinato de Blanco, ETA empezó a escribir su final aunque siguió presente en la sociedad española algunos años más y siguió cobrándose, desgraciadamente, otras vidas.