Preocupa desaparición de Alejandro Martín en Ponferrada: 'Pudo irse voluntariamente'
El portavoz de la familia señala que el joven de 34 años "tenía una comida familiar a la que nunca acudió y es extraño"
El pasado sábado, 27 de julio, al mediodía, desapareció en la localidad leonesa de Ponferrada Alejandro Martín Ares, de 34 años. Según confirmaron sus familiares, Alejandro salió la noche del viernes con unos amigos, llevó él el coche —no bebe alcohol— y el sábado tenía una comida familiar en el municipio de Camponaraya —a diez minutos en coche de Ponferrada— a la que no acudió.
Tal y como se desprende del cartel informativo de la asociación SOS Desaparecidos, Alejandro mide 1,80 y tiene complexión delgada. Sus ojos y su pelo son de color negro. La última vez que fue visto conducía un Audi A3 gris, matrícula LE7876AD.
Elcierredigital.com ha contactado con Pablo, portavoz de la familia, para conocer más detalles sobre el contexto de la desaparición del joven de 34 años. Pablo ha explicado durante su encuentro con este medio que "salió el viernes por la noche con dos amigas y un amigo, él normalmente no bebe alcohol. Por la mañana estuvo con ellos por aquí, por la zona, fueron a un pantano, donde hay merenderos y demás, y él llevaba el coche. Sobre las 15:00 dejó a las dos amigas en un hotel en Ponferrada, y después al amigo que quedaba con él en el coche lo dejó en un Burguer King sobre las 15:10. Eso es lo que sabemos a ciencia cierta, porque la policía ahí sí que ha tenido acceso a las cámaras, y sabe que fue así. De ahí se dirige a Camponaraya, a diez minutos en coche de Ponferrada, para comer con la familia, y desde entonces ya no sabemos más".
Sobre una posible desaparición voluntaria, una de las primeras hipótesis que baraja la policía, Pablo opina: "Imagino que la primera suposición es la de la voluntariedad, sobre todo por el hecho de que iba en el coche. Y se dirigía hacia un lugar y no llegó a ese lugar. Pero pienso entre medias pasan cosas y bueno, ahí uno ya no sabe qué pensar. Deseamos que haya sido voluntariamente, que aparezca y que diga 'se me cruzó el cable' o lo que sea, pero que aparezca".
Preguntado por los motivos que le habrían llevado a desaparecer de esa forma, Pablo sostiene: "Estaba en un momento más o menos bueno, es una persona muy sociable, muy conocida por la zona, siempre con una sonrisa en la cara, y no es de eso que digas, estaba pasando un mal momento, que en su momento los pudo pasar, como todos, pero ahora mismo tenía un negocio —una peluquería—, tenía ilusiones y sorprende por eso", añade Pablo.
En este sentido, Pablo continúa explicando: "Además, esa comida familiar a la que iba a acudir el sábado era para celebrar el cumpleaños de su abuela, a la quiere muchísimo, y que la tiene como el eje vertebral de su familia. Por eso su desaparición llama un poco más la atención, porque cuando haces algo así sabes que va a doler, pero sabiendo que ibas a celebrar un hecho así, todavía sorprende un poco más".
"La familia está lidiando con esta situación con mucha dificultad y la verdad que tienen bastante cuajo. Los padres están separados, pero en este momento están unidos. También está su hermana y están todos al pie del cañón, intentando mover todo. Están manteniéndose a flote, pero carcomiéndose por dentro, es decir, no se han hundido porque ahora vamos a pasar a la acción y vamos a encontrarlo y creo que eso es lo que les mantiene en pie", añade Pablo.
"Lo que se pretende ahora es la máxima difusión para que cualquier persona que lo haya visto a él o al coche nos pueda ayudar. Y, sobre todo, que esté en los medios, porque las desapariciones si no cuentan con algún indicio en las primeras horas o los primeros días, pueden caer en el olvido", concluye.
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