16 de junio de 2024
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FIN DE SEMANA

Su actual letrado, el penalista Jaime Campaner, destaca: "Se le había declarado no culpable por unanimidad en dos relatos del veredicto ahora nulo”

Habla el abogado del anciano de Porreres ante su nuevo juicio: “Pau Rigo merece una absolución directa”

El Cierre Digital en Pau Rigo, el anciano de Porreres.
Pau Rigo, el anciano de Porreres.
El juicio contra Pau Rigo, el anciano de Porreres (Palma de Mallorca) que disparó a uno de los ladrones que intentaron robarle el 24 de febrero de 2018, se repetirá. El juzgado ha considerado nulo el veredicto emitido por el jurado popular. Según su nuevo letrado, Jaime Campaner, el caso de Pau Rigo “debe ser una absolución directa”. Afirma, además, que a Pau Rigo “se le había declarado no culpable por unanimidad en dos relatos” en el veredicto.

El pasado 22 de septiembre, un Jurado Popular declaraba culpable de un delito de homicidio a Pau Rigo, el anciano de Porreres de 83 años que disparó el 24 de febrero de 2018 a uno de los ladrones que entraron en su vivienda a robarle y que acabó muriendo. Esto sucedía un viernes. El martes de la semana siguiente, Rigo decidió contratar al abogado Jaime Campaner, de la firma Campaner Law, con bufete en Palma de Mallorca, Madrid e Ibiza. El letrado lleva desde entonces luchando por conseguir la absolución del anciano mallorquín.

En una conversación con elcierredigital.com, Campaner explica que el juzgado “ha dado la nulidad” al veredicto, por lo que el juicio tendrá que repetirse. “Es un buen resultado, porque partíamos de un veredicto de aparente culpabilidad. Digo aparente porque nunca fue tal. Se le había declarado no culpable por unanimidad en dos relatos del veredicto, tanto por homicidio doloso directo como por homicidio doloso eventual. Y eso hay que reseñarlo y destacarlo”, sostiene.

Para el letrado, el caso de Pau Rigo “debe ser una absolución directa”. De hecho, es esto mismo lo que pedía en un escrito de alegaciones de fecha 27 de septiembre dirigido a la magistrada presidenta del Tribunal de Jurado. En el escrito, al que ha tenido acceso elcierredigital.com, explicaba que “se ha emitido veredicto de culpabilidad frente a él por cinco votos a favor y cuatro en contra”, por lo que pedía “la absolución del acusado, Sr. Rigo, con todos los pronunciamientos favorables y, con carácter subsidiario, la nulidad del veredicto, debiéndose repetir en tal caso el juicio oral ante distinto Tribunal de Jurado”.

El veredicto del Jurado Popular

En las capturas que el letrado adjunta sobre el veredicto, el jurado considera “no probado por unanimidad, nueve votos (...) “el ánimo de causar la muerte por parte de Pablo”. De este mismo modo, también hay unanimidad en la “falta de pruebas que indiquen que Pablo Rigo disparó con la intención de causar muerte a Mauricio Escobar”.

Pau Rigo durante el juicio.

Lo que sí que consideran probado no obstante, es que “Pablo Rigo es culpable de haber causado la muerte de Mauricio Escobar Benítez estando sometido a una amenaza real, seria e inminente que produjo una afectación grave de su entendimiento y una deficitaria dominación de su voluntad”. Lo consiguieron con cinco votos a favor y cuatro en contra.

Para el letrado, “el Jurado decidió por unanimidad la no culpabilidad del Sr. Rigo (…) no alcanzó la mayoría necesaria para emitir un veredicto de culpabilidad sobre otro hecho desfavorable”.

Y es que como el mismo Campaner explicó en el año 2013 en Argentina, cuando allí se estaba implantando el método del jurado popular, en este tipo de jurado existe el “régimen de mayorías, no se exige unanimidad”. De este modo, para condenar “se necesita un mínimo de siete miembros y, para absolver, con un mínimo de cinco miembros se puede dictar un veredicto absolutorio”.

Debido a esto, y a lo anteriormente expuesto, el abogado expone en el documento que “ni siquiera se tendría que haber sometido a votación al haberse descartado por unanimidad el hecho típico”. “La proposición que obtuvo esos insuficientes cinco votos relata el elemento objetivo del delito u homicidio (matar a otro), pero en ningún caso el elemento subjetivo (dolo o imprudencia)”, continúa.

Por estos motivos afirma que “la consecuencia no puede ser otra que el dictado de una sentencia absolutoria con todos los pronunciamientos favorables”.

El robo que terminó en crimen

En la mañana del 24 de febrero de 2018 Pau Rigo, un anciano de 83 años, salió a su jardín y fue abordado por dos individuos que tenían la intención de robarle 15.000 euros que tenía en la caja fuerte. El anciano de Porreres, Palma de Mallorca, estaba atemorizado y decidió asustar a los ladrones con una escopeta de caza que tenía en su casa. Sin embargo, supuestamente, en vez de asustarse se abalanzaron sobre él y trataron de golpearle, a lo que él respondió con un disparo que alcanzó a uno de ellos, que acabó falleciendo a causa de un shock hemorrágico.

El anciano, que estaba en compañía de su mujer, aseguró en el juicio que “no quería disparar”. Tras el disparo, el otro asaltante le golpeó hasta que perdió el conocimiento. El anciano sufrió una rotura en la columna que precisó de intervención quirúrgica y fracturas en nariz y mano.

En una conversación con elcierredigital.com Borja Moreno, el forense que hizo el informe de lesiones de Pau Rigo y la autopsia del fallecido, indicaba que “lo que tuvo en cuenta el jurado es que el disparo no se efectuó desde una distancia tan corta como decía el abogado de Pau. El disparo fue a más de un metro seguro, de hecho, entre un metro y medio y cinco si ese es el tope de la habitación en la que se realizó el disparo. Fue un disparo perpendicular a corta distancia, pero no a bocajarro ni a quemarropa. Sobre las lesiones saqué la conclusión de que Pau sufrió lesiones muy fuertes con un arma contundente. Si hubiese sufrido todas esas lesiones antes del disparo, no lo hubiese podido realizar. Las lesiones fueron posteriores al disparo”.

Pau Rigo declarando durante la vista.

Según el diario La Razón, en el juicio uno de los atracadores, hermano del fallecido, aseguró que le daba “mucha pena que el señor Pau [el propietario de la finca] esté pasando por esto”. “Creo que él no quería matar a mi hermano. Creo que él no se levantó ese día y dijo 'voy a matar a este chico', es algo que provoqué yo”, declaró.

La víctima del robo detalló en el juicio que en diciembre de 2017 había sufrido otro robo por individuos que iban vestidos con patas de cabra y pasamontañas, es decir, exactamente igual que los ladrones del segundo robo. Asimismo, explicó: “Fue todo muy rápido, no tuve margen para pensar. Ahí no tienes tiempo a reflexionar. Aquí dentro es muy fácil decir: 'Yo hubiera hecho esto y lo otro'. Pero con el miedo en el cuerpo...".

Los cuatro atracadores

Respecto a los cuatro ladrones, uno de ellos es conocido como ‘Pep Merda’, a quien la víctima del robo conocía. ‘Pep Merda’ es uno de los presuntos 'cerebros' del golpe, ya que había colaborado con Pau Rigo en su negocio de máquinas tragaperras que, en la fecha del robo, acababa de vender, obteniendo una buena suma. Este individuo era quien conocía la casa del anciano y sabía la cantidad de dinero que custodiaba.

‘Pep Merda’ le comentó el plan a otro de los procesados por el robo, Marcos Rotger, quien le comentaría sus intenciones a los hermanos Mauricio y Fredy Escobar. Fueron los hermanos quienes entraron en la vivienda del anciano con unos pasamontañas, unos guantes y dos patas de cabra (herramienta) para abrir la caja fuerte donde Rigo guardaba el dinero. Marcos Rotger y ‘Pep Merda’ eran los encargados de llevar y recoger a los hermanos.

Mientras los hermanos llenaban las mochilas con el dinero del jubilado, este cogió su escopeta de caza y les sorprendió. Fredy y Mauricio no se acobardaron y el jubilado disparó a Mauricio en el abdomen. Finalmente, Mauricio falleció poco después en el hospital debido a una hemorragia.

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