El narcocorrido viral de Los Choneros: El clan que atemoriza Ecuador y siembra la muerte

Uno de los criminales más peligrosos de Ecuador, José Adolfo Macías Villamar, alias Fito, decidió estrenar un ‘narcocorrido’ y aparecer en el videoclip para demostrar su poder sobre el Estado, que no logró mantenerlo ni un mes en la cárcel de máxima seguridad La Roca, a la que fue trasladado el 12 de agosto en un operativo en el que participaron 3.000 policías y militares para entrar en su fortaleza, la cárcel Regional de Guayaquil. Sin embargo, el encierro de sus seguidores en el penal de máxima seguridad duró poco y Fito ya está de vuelta en su prisión preferida.

José Adolfo Macías Villamar, alias Fito.

“Es el jefe y patrón, señores, es Adolfo Macías Villamar”, versa la canción sobre el hombre señalado por ordenar presuntamente el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio.

El videoclip ‘El Corrido del León’, ha sido interpretado por el dúo formado por Mariachi Bravo y Queen Michelle, esta última hija de Fito, y fue grabado en tres escenarios: un bar, un campo con caballos y la cárcel regional donde Fito cumple una condena de 34 años por asesinato, tráfico de drogas, delincuencia organizada, robo y porte de armas. Por si fuera poco, en el centro penitenciario supuestamente es un delito ingresar equipos electrónicos, algo que no ha frenado a Fito en sus intereses.

José Adolfo Macías Villamar, alias Fito, en una de las escenas del narcocorrido grabado en la cárcel

El criminal no teme desafiar al sistema y en su cárcel reina él. En los operativos en las prisiones, manejadas por él en buena medida, se han encontrado armas, droga, dinero, celulares, equipos satélite, drones, máquinas de gimnasio o botellas de whisky. Aún así, las autoridades son conscientes de que todo lo incautado es una mínima parte de lo que circula en la cárcel, con el beneplácito de Fito.

Ante el estreno del videoclip y la necesidad de explicar las múltiples tomas profesionales que fueron grabadas en el interior de la cárcel y que muestran a un criminal sereno, afable y con poder, al Gobierno de Ecuador no le ha quedado más remedio que romper el silencio. 

Plano de las joyas que Fito ostenta en la cárcel que aparece en un momento del narcocorrido.

La declaración fue realizada por el Servicio Integral de Personas Privadas de Libertad, SNAI, responsable del sistema penitenciario del país. “No se ha autorizado el ingreso de equipos de grabación audiovisual ni de empresas productoras al mencionado recinto penitenciario”, por lo que reconocieron que “podrían haberse obtenido de algún equipo tecnológico ingresado de manera ilegal”.

La fecha escogida para publicar el video tampoco es coincidencia, la banda que lidera, los Choneros, pensaron en el momento para hacerlo. El videoclip vio la luz después de que Fito consiguiera una orden judicial para salir del aislamiento de la cárcel La Roca, de máxima seguridad, y regresar a la Regional, desde donde opera toda su red criminal.

La segunda vuelta de las presidenciales no anula la violencia

En medio de una campaña electoral en la que el joven empresario Daniel Noboa corre con ventaja frente a la correísta Luisa González, a dos semanas de la segunda vuelta, Ecuador se prepara para blindar de nuevo a sus candidatos. El país registró en 2022 una tasa de homicidios de 25,9 por cada 100.000 habitantes, una de las más altas de Latinoamérica. 

El crimen se incrementó un 69,13% en el primer semestre de 2023, en comparación con el mismo período del año anterior. Como viene ocurriendo en los últimos años, las disputas a cielo abierto y en las cárceles entre las bandas de narcotraficantes devoran a la política. De hecho, el presidente Guillermo Lasso acaba de volver a decretar el estado de excepción

Revuelta de los Choneros en la cárcel pidiendo la vuelta de Fito.

La banda criminal de los Choneros ha liderado las disputas sangrientas en las unidades penitenciarias que, desde el año 2021, han dejado 430 presos muertos. Macías Villamar Fito lleva ligado al asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio desde que se produjo en agosto y la banda ‘los Lobos’ desmintiera su implicación. 

Fernando Villavicencio, candidato presidencial ecuatoriano asesinado el pasado mes de agosto tras un mitin.

Tras el atentado letal, perpetrado por un sicario de origen colombiano, Fito fue trasladado a otro penal en medio de un operativo en el que participaron unos 4.000 militares y policías. Pero "el jefe y patrón", como lo proclama el narcocorrido, volvió a la misma celda de lujo de la que lo habían sacado por orden judicial y pese a las protestas del Gobierno.

La caza del asesino de Villavicencio

Por su parte, el Departamento de Estado de Estados Unidos anunció una recompensa de hasta 5 millones de dólares por información que lleve a la captura de los cabecillas responsables del asesinato del candidato ecuatoriano Fernando Villavicencio durante un acto de campaña en Quito. También ofreció hasta un millón de dólares por información que lleve a la identificación de miembros de alto rango del grupo criminal responsable del asesinato del candidato.

Montaje de Fito y Fernando Villavicencio

El FBI asiste a Quito en la investigación del magnicidio después de que las autoridades ecuatorianas arrestaran a seis colombianos que se piensa son parte de un grupo criminal organizado.

“Estados Unidos seguirá apoyando al pueblo de Ecuador y trabajará para llevar ante la justicia a los individuos que buscan socavar los procesos democráticos a través del crimen violento”, explicó en un comunicado el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.

Villavicencio, periodista de 59 años y especialmente crítico con el crimen organizado, había denunciado días antes de su muerte amenazas de José Adolfo Fito Macías Villamar, quien, como ya informó elcierredigital.com, mantiene vínculos con el Cártel de Sinaloa.

El candidato presidencial fue abatido a tiros tras un mitin político a comienzos de agosto. Poco después, las autoridades ecuatorianas arrestaron a seis ciudadanos colombianos sospechosos de haber perpetrado el ataque. De momento Washington ha mostrado cautela y no ha atribuido la responsabilidad del magnicidio a ningún grupo concreto.