27 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

La Agrupación Reformista de Policías fue pionera en denunciar esta lacra entre los agentes y en elaborar un plan para su prevención

Manuel Soler, asesor Legal de ARP: "El suicidio dentro de la Policía es una cruda realidad"

El Cierre Digital en Miembros de ARP frente al Ministerio de Interior
Miembros de ARP frente al Ministerio de Interior
En 2022 se han suicidado 13 guardias civiles y 9 policías nacionales, pero la lucha contra el suicidio en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado es una realidad que viene de antes. En 2018 la Agrupación Reformista de Policías elaboró un Plan de prevención de suicidios que no fue probado hasta el 2020. El asesor Legal de ARP, Manuel Soler, explica que "pese a poner en marcha este plan aquí se sigue matando gente con el arma reglamentaria y no se establecen nuevas medidas"

El incremento de suicidios dentro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado preocupa mucho a las asociaciones y a los agentes. Y es que en 2022 se han suicidado 13 guardias civiles y 9 agentes de la Policía Nacional, pero podrían haber sido más.

La lucha contra el suicidio dentro de la Guardia Civil y la Policía viene de hace tiempo. En 2018 la Agrupación Reformista de Policías (ARP) fue el único sindicato que planteó un protocolo antisuicidio en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, denominado 'Plan de prevención de suicidios en el ámbito del cuerpo de la Policía Nacional'.

Este plan atendía a los problemas de salud mental dentro de la policía. En él se contenía la necesidad y la justificación de un plan de prevención, ciertos métodos para mejorar la relación entre la salud mental y el trabajo policial, factores de riesgo y una propuesta de medidas, tanto preventivas como asistenciales y formativas. Este plan obligó al Ministerio del Interior y a la dirección general de la Policía a poner en marcha una estrategia para tratar de prevenir y evitar los suicidios dentro del cuerpo.

Manuel Soler: "hay que poner medios para que no se lleve a cabo el suicidio" 


Elcierredigital.com ha contactado con Manuel Soler, asesor legal de ARP, que indica, “nosotros fuimos los pioneros y elaboramos este plan porque la administración nunca había tenido en cuenta la necesidad de atajar este serio problema. En el 2019, tras presentarlo y ver que nadie se movía, nos fuimos unos pocos a las puertas del Ministerio del Interior a manifestarnos y pese a invitar a todos los sindicatos nadie se acercó a apoyarnos. Tras poner en marcha este plan aquí se sigue matando gente con el arma reglamentaria y no se establecen nuevas medidas para frenar estos hechos. Entonces, o fallan los controles o lo que se ha hecho no llega realmente a todas las dependencias”.

El asesor legal de ARP remarca que el plan del sindicato tuvo tan buena acogida que “en el transcurso de este tiempo, la Ertzaintza por medio de un sindicato cogió nuestro proyecto e hizo un plagio del mismo y lo presentó como trabajo suyo ante las autoridades políticas del País Vasco. La Ertzaintza solicitó a todos los sindicatos ponerse en marcha para establecer un protocolo. Por el plagio les abrieron un expediente disciplinario, a lo que nosotros contestamos que no teníamos inconveniente en que usasen nuestro trabajo, que estábamos en la misma lucha y si les servía nuestro protocolo que lo usasen”.

Agentes del cuerpo nacional de Policía.

“Desde el 2018 seguimos con la misma historia, pero vamos para el 2023 y aquí se siguen matando los agentes con las armas reglamentarias y algunos en dependencias policiales. Pese a nuestra lucha estamos viendo que el suicidio es un tema que no se controla y que sigue ocurriendo. Hay que poner medios para que los agentes no tenga herramientas para llevar a cabo el suicidio, porque no vale con un simple número de teléfono. Hay que tener un control en todos y cada uno de los funcionarios que cuentan con armas reglamentarias, por medio de controles mensuales o trimestrales para conocer la salud mental de cada agente. Sin ese control es muy difícil detectar los problemas que cada agente pueda tener”, sostiene Manuel Soler. 

Desde ARP exigen mayor atención y control sobre la salud mental de los agentes para evitar este tipo de situaciones. Manuel aclara que “en el caso de las ausencias repetidas por parte de los funcionarios hay que hacer seguimientos y averiguar el porqué y conocer la situación de ese trabajador, algo que a día de hoy no ocurre. Nuestro trabajo en estos casos no sale a relucir porque nos ocultan, pero tenemos la necesidad de explicar las cosas que ocurren y las deficiencias que hay. Parece que al ministerio le da igual que los agentes se suiciden y algunos de ellos en la misma comisaría, son muy pocas las comisarías que cuentan con puntos de seguridad”.

“Desde nuestro sindicato estamos intentado que la Dirección General de Policía nos permita participar en la formación dentro de la escuela nacional para que los futuros policías estén concienciados y conozcan cual es la situación en el ámbito de los suicidios. Tienen que ser conscientes de que una vez que se adquiere la condición de funcionario hay que tener la máxima responsabilidad y el máximo compromiso para evitar los problemas relacionados con la salud mental y el suicidio. Por último solicitamos que se expanda el uso del cajón frío, algo que ya se ha implementado en alguna comisaría. El cajón frío consiste en establecer un espacio exclusivo para que el funcionario, cuando va a entrar o salir del servicio, manipule su arma de forma pública y supervisada para que todo el mundo tenga la confianza de armar o desarmar la pistola, estableciendo así cierto control”, concluye Manuel Soler.

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