25 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Joe Nascimiento, abogado del recluso vasco, tendrá 20 minutos para exponer sus argumentos en los que explicará las incoherencias del pasado proceso

Pablo Ibar solicitará que se revoque su cadena perpetua el próximo 28 de febrero en EE.UU

Pablo Ibar.
Pablo Ibar.
La vista oral de la apelación de Pablo Ibar se realizará el próximo mes. El día 28 de febrero a las 14 horas (hora local de Florida) el Tribunal ha convocado al abogado de Ibar, Joe Nacimiento, para que exponga en 20 minutos las razones por las que solicita la celebración de un nuevo juicio. Esta apelación tendrá lugar en el Tribunal del Cuarto Distrito de la Corte de Apelaciones, con sede en la ciudad de West Palm Beach.

El próximo 28 de febrero a las 14 horas en el Tribunal del Cuarto Distrito de la Corte de Apelaciones en Florida tendrá lugar la apelación de Pablo Ibar. Durante la comparecencia, Joe Nascimiento, abogado de Ibar pedirá la derogación de la cadena perpetua a la que se le condenó tras salir del corredor de la muerte en el que permaneció durante 16 años. A su vez, el letrado solicitará la celebración de un nuevo juicio con un juez objetivo e imparcial, no como alega que ocurrió en el proceso anterior. La Fiscalía también acudirá a la comparecencia para exponer sus argumentos contra la defensa.

Nascimiento contará con 20 minutos para defender los motivos por los que solicita un nuevo juicio para su cliente. Durante este tiempo también tendrá que resumir un proceso judicial que duró meses. El letrado considera que el responsable de dirigir el proceso anterior, -con sentencia de cadena perpetua para Ibar- el magistrado Dennis Bailey, vulneró derechos constitucionales del acusado.

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Pablo Ibar.

En la apelación Nascimiento también expondrá la “conducta inapropiada” del fiscal Charles Morton en el anterior proceso. El letrado alega que el juez negó a Pablo Ibar su “derecho constitucional a un juicio justo” abusando de su discrecionalidad al desestimar la protesta de Ibar después de que el fiscal pusiese fin a su informe con una “declaración incendiaria”. Morton llegó a decir a los componentes el jurado que no permitieran “que este hombre se salga con la suya; se libre de haber cometido un asesinato”.

El tribunal lo compondrán tres jueces y no se realizará de forma presencial. La apelación se llevará a cabo a través de una videoconferencia a la que Pablo Ibar no asistirá. Durante la comparecencia los jueces podrán intervenir cuando lo crean necesario y, por tanto, podrán interrumpir la defensa de Nascimiento o los argumentos en contra de la Fiscalía para que profundicen, precisen o aclaren cualquiera de los aspectos que se expongan.

Tras la apelación, los miembros del tribunal tendrán un periodo de tiempo para deliberar, que puede alargarse meses o hasta un año. Si la apelación no fuera favorable, la defensa se presentará al Tribunal Supremo de Florida. Durante la deliberación, Pablo Ibar continuará preso en la cárcel de Okeechobee, en Florida.

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Imagen de la Asociación Pablo Ibar-JuicioJusto.

La Asociación Pablo Ibar-Juicio Justo continúa con la recaudación de fondos a través de una campaña crowdfunding que permita subvencionar la apelación. El presupuesto para la comparecencia es de 200.000 dólares (164.200 euros). La Asociación ofrece a través de su página web  www.pabloibar.com  y las redes sociales toda la información sobre la apelación y la forma de efectuar una aportación. La comparecencia se podrá seguir a través de la web del propio Tribunal de Apelaciones.

Causas por las que se solicita un nuevo juicio

El abogado Joe Nascimiento ya formó parte del equipo de juristas que defendió a Ibar durante el proceso de 2019. El letrado sostiene que durante este procedimiento el tribunal de primera instancia de Broward County “abusó de su discrecionalidad” y “cometió graves errores jurídicos” y asegura que durante el juicio se “violaron los derechos constitucionales” de su cliente.

Nascimiento explica que el Estado vulneró la Quinta Enmienda de la Constitución – no puede obligarse a ninguna persona acusada de cometer un delito a declarar contra sí misma-  cuando Ibar se amparó en su derecho a guardar silencio, puesto que esto fue traducido a una “admisión de culpabilidad”.

El letrado también alega que este órgano judicial no sobrellevó el caso de forma imparcial cuando prohibió a la defensa interrogar a testigos clave para los intereses de Pablo o cuando admitió la declaración sobre una rueda de reconocimiento fotográfica de otro testigo que afirmó “haber visto el día que se producen los hechos a dos hombres en el coche de una de las víctimas, Sucharski”.

Una situación que, según Andrés Krakenberger (portavoz de la Asociación Pablo Ibar-Juicio Justo), no le resultó extraña hasta que se enteró del asesinato y acudió a la policía, donde dijo que “una de las dos personas del coche era un hombre con pelo corto y que no estaba afeitado”.

A partir de esta descripción, la policía ofreció al testigo “seis fotografías de seis personas, solo dos de las cuales están con pelo corto y sin afeitar”, ante lo que el hombre escogió las dos que se adaptaban a su descripción, entre las que se encontraba una fotografía de Ibar.

En una posterior rueda de reconocimiento (esta vez presencial), llevan al testigo a “la cárcel donde tenían detenido a Pablo”. En esta segunda ronda, la única persona común entre las fotografías y la rueda de reconocimiento física era Pablo Ibar. A causa de estas irregularidades “la defensa pidió que no fuera incluido el reconocimiento pero, desgraciadamente, el juez no lo estimó oportuno”.

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Joseph Nascimento y Pablo Ibar.

Nascimiento argumenta también que durante el juicio fue vulnerado su derecho a la contradicción cuando se prohibió a la defensa interrogar al especialista del Estado en materia de ADN sobre anteriores casos de contaminaciones cruzadas que se produjeron en el Laboratorio de Criminalística del Sheriff del Condado de Broward.

Esta prueba de ADN se trata de una camiseta en la que el asesino se habría limpiado el sudor, según recogieron las cámaras del piso donde fueron encontradas las víctimas. “Hay diversas manchas ahí de sudor, de saliva. El ADN del sudor y de la saliva no concuerdan con el ADN de Pablo” explica Krakenberger. Sin embargo, años después “y tras varios análisis realizados por la adjudicatura en apelaciones, descubren una mancha mínima de ADN que tiene cierta coincidencia parcial, nunca entera, con ADN de Pablo”.

Según explica el portavoz, la defensa aportó testimonios de reconocida solvencia que indicaron que “esa manchita tiene toda la morfología de ser una contaminación”, algo habitual, teniendo en cuenta que los hechos se remontan al año 1994 y que “no se sabía que el ADN de origen líquido podía traspasarse con suma facilidad de prenda en prenda incluso años después”. Por esto, consideran que es fácil que se hubiese podido contaminar con la ropa de Ibar recogida como prueba, que se almacenaba en la misma caja. Debido a esto, pidieron que la prueba no fuera incluida pero de nuevo el juez desestimó su petición.

La historia de Pablo Ibar: 28 años de prisión

El caso de Pablo Ibar y su larga estancia en la prisión estadounidense es uno de los más polémicos de la historia de nuestro país. Tanto que la cadena Movistar+ produjo la serie ‘En el corredor de la muerte, basada en el libro del periodista Nacho Carretero.

Ibar fue detenido el 14 de julio de 1994 en Miami Dade por allanamiento de morada y robo, delitos por los que fue condenado a ocho años de cárcel. El 8 de agosto de ese año fue acusado del triple crimen cometido en Miramar, pese a que éste siempre defendió su inocencia y aseguró que esa noche había estado con su novia, Tanya Quiñones, con la que posteriormente se casó.

El primer juicio fue declarado nulo por falta de acuerdo del jurado, el segundo aplazado, pero en el año 2000 se le consideró culpable y fue condenado a muerte. Años más tarde, la luz parecía llegar cuando en 2016, la Corte Suprema de Florida anuló la sentencia de pena de muerte y ordenó repetir el juicio, al determinar que había tenido "una defensa ineficaz" y había sido condenado a partir de pruebas "débiles y escasas".

Imágenes captadas por las cámaras de seguridad del edificio y la imagen de Pablo Ibar.

Sin embargo, en el cuarto juicio que se celebró contra él en el Tribunal de Fort Lauderdale, los miembros del Jurado —siete mujeres y cinco hombres, de los cuales cinco son afroamericanos, cuatro hispanos y tres anglosajonas— condenaron a Pablo Ibar a cadena perpetua tras declararle culpable.

En junio de 2019 el abogado de Ibar, Benjamin Waxman, recurrió la sentencia, alegando que su cliente no había tenido un juicio justo y tratando de demostrar que hubo irregularidades en su procesamiento. Denunciaba que hubo anomalías en la elección del jurado y la utilización y presentación de pruebas, así como sesgo en el juez del caso, Dennis Bailey.

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