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Dos personas sentadas en una sala de audiencias, una de ellas con una camisa a cuadros y la otra con una chaqueta oscura, con documentos y una botella de agua sobre la mesa.
SUCESOS

Así vive el asesino de Marta Calvo en prisión: 'No tiene permisos y trabaja limpiando'

Jorge Ignacio Palma cumple una condena de 159 años en Albocàsser por matar también a Arliene Ramos y Lady Marcela

Hace dos años que Jorge Ignacio Palma era condenado por la Audiencia Provincial de Valencia a 159 años y 10 meses de prisión  como autor de los asesinatos de Marta Calvo, Arliene Ramos y Lady Marcela Vargas. También fue condenado por abusar sexualmente de hasta siete mujeres más, de un delito contra la salud pública, otro contra la libertad e indemnidad sexuales, seis delitos contra la libertad e indemnidad sexuales en concurso con seis delitos de asesinato alevoso en grado de tentativa.  

También se le condenó a una indemnización total de 640.000 euros para las seis víctimas de las agresiones sexuales y a los familiares de las tres víctimas mortales. En marzo de 2023 el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) confirmó la condena de Palma. Sin embargo, rechazó condenarlo a prisión permanente revisable. En febrero de este año la fiscal del Tribunal Supremo solicitó para Palma tres condenas de prisión permanente revisable por cada uno de los tres asesinatos. 

La acusación pública del Supremo recuperó la tesis de las acusaciones particulares y estimó que se cumple el segundo supuesto del artículo 140 del Código Penal que regula la permanente revisable, dado que dio muerte a las tres mujeres de manera subsiguiente, que es lo que requiere ese artículo, a su violación. Esto quiere decir que las mató porque las había agredido sexualmente o había cometido ciertas prácticas contra su voluntad, para evitar que pudieran denunciarle. Será el 17 de septiembre cuando los magistrados deliberen y decidan el futuro de Palma.

Hombre con sombrero y camisa blanca sonriendo frente a un seto verde.
Jorge Ignacio Palma. | Archivo

Los peritos criminológicos que declararon en el juicio señalaron que Jorge Ignacio Palma es “un asesino serial, un depredador letal feminicida". El modus operandi del asesino siempre era el mismo: "Llevar droga, hacer 'fiestas blancas' y colocar la droga por la vagina o el ano, lo que provocaba una sobredosis", según aseguró la Fiscalía. Afortunadamente, algunas de sus víctimas se escaparon del fatal desenlace que tuvieron Marta, Arliene y Lady.

Actualmente,  Ignacio de Palma está interno en la prisión de Albocàsser. Fue el 6 de diciembre de 2019 cuando ingresó en prisión provisional. Esta medida se amplió hasta en dos ocasiones, una en 2021 y otra en 2023, hasta que fue finalmente condenado. En un primer momento ingresó en la prisión valenciana de Picassent, pero en septiembre de 2021 fue trasladado a la cárcel castellonense de Albocàsser tras tener varios problemas de convivencia y enfrentamientos con otros internos.

Fuentes penitenciarias consultadas por elcierredigital.com señalan que "Jorge Ignacio de Palma se encuentra en el Módulo 5 del centro penitenciario de Albocàsser, que es de respeto.  Tiene buen comportamiento y es educado. Es cabo de limpieza y lleva la cuadrilla de limpieza. No sale del módulo a ninguna actividad. Y no sale de permiso. Tiene buena relación con el resto de internos del módulo".

El caso de Marta Calvo

La desaparición de Marta Calvo se produjo el 7 de noviembre de 2019 en la localidad de Manuel (Valencia). Ese mismo día, a las 5.55 horas, su rastro se desvanecía en esta localidad valenciana, tras mandarle un WhatsApp a su madre, Marisol, desde el número 9 de la calle de San Juan Bautista. Concretamente, se trataba de la dirección de Jorge Ignacio de Palma.

Tras conocer que estaba siendo investigado,  en diciembre de 2019 confesó que desmembró el cuerpo de Marta Calvo en su domicilio en Manuel, concretamente, en el cuarto de baño de la parte baja, sobre el plato de ducha. En su confesión, reconoció que guardó los nueve trozos del cuerpo en diversas bolsas de basura y que arrojó seis de ellas en los contenedores de Silla y las otras tres, en los de Alzira. Sin embargo, los investigadores del caso declararon que era “imposible” que hiciera todo eso sin dejar ni un solo rastro.

Palma señaló que la joven murió mientras mantenían relaciones sexuales con cocaína. De hecho, indicó que consumieron seis gramos de cocaína, él empezó a encontrarse mal y se durmió. Al despertar vio que Marta estaba muerta y decidió descuartizarla y tirar los restos humanos a varios contenedores.

Una mujer con cabello rubio y ojos marrones, sonriendo y usando una blusa blanca con detalles de encaje.
Marta Calvo. | Archivo

Una vecina vio en una ubicación concreta al autor del crimen cuatro días después de cometerlo. Con este testimonio, el 6 de octubre de 2021 la Guardia Civil puso en marcha un dispositivo para rastrear un pozo de 60 metros de profundidad a la entrada de Senyera, ante la posibilidad de que en su interior pudiesen encontrarse los restos de Marta.

En la zona, en uno de los carriles de circulación de la CV-562 —una vía local que apenas tiene arcén—, una testigo aseguró que vio pocos días después de que se produjera la desaparición de la joven a un hombre sospechoso  junto a un coche parado de características parecidas al Volkswagen Passat de color azul oscuro de Jorge Ignacio, con el maletero abierto. Más de cuatro años después del crimen el cadáver de Marta Cavo sigue sin aparecer.

Los otros dos asesinatos cometidos por Ignacio Palma

El colombiano  Jorge Ignacio Palma se encontraba en España en situación irregular. Consume cocaína desde su adolescencia y antes de cometer los crímenes contaba con varios antecedentes. De hecho, fue detenido en Italia por tráfico de drogas. Cabe destacar que tenía una gran inclinación hacia las prostitutas. 

La primera víctima de Ignacio de Palma fue Arliene Ramos, una prostituta brasileña que trabajaba en un local en la periferia de Valencia. Los hechos se remontan a marzo de 2019. El asesino había solicitado una mujer para realizar una fiesta blanca, que consiste en practicar sexo y consumir cocaína o MDMA. Una compañera de Arliene relató que por fiesta blanca entendieron el consumo de drogas, pero no que se introdujesen por la vagina. 

Un hombre con mascarilla está sentado en una sala, mientras en una pantalla se muestra una reunión con varias personas en una mesa.
Jorge Ignacio Palma. | Archivo

Palma salió del servicio y dejó la puerta abierta, pero Arliene no salió de allí.  Cuando la compañera que testificó en el juicio entró en la habitación vio a la víctima convulsionando con espuma y sangre en la boca. Palma había dejado a la mujer convulsionando. Arliene sufrió una sobredosis que le indujo al coma. Finalmente, terminó falleciendo días después. 

En julio de 2019 Palma concretó una cita con otra prostituta, Lady Marcela Vargas. Esta mujer colombiana tenía 26 años y había dejado a sus hijos, de uno y tres años, en Colombia. Lady tenía encuentros sexuales para poder mantener a sus hijos. Para este encuentro Palma había solicitado una fiesta blanca y siguió el mismo modus operandi que con Arliene. Le introdujo bolas de cocaína en el ano y la vagina.

Según los forenses, cuando Lady Marcela comenzó a convulsionar Palma le tapó la boca para que no gritara. La mujer colombiana falleció por una insuficiencia respiratoria. Los niveles de cocaína en sangre hallados en Lady Marcela casi eran similares a los de una mula, una persona que lleva droga en el interior de su cuerpo. Con las tres víctimas el despiadado asesino utilizó el mismo modus operandi.

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