27 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Adrián Heredia, de 18 años, asegura que no pegó a nadie y que no le han facilitado los resultados de la autopsia de su hijo

La difícil vida de "El Gatico": el padre que agredió en Granada a tres facultativos tras conocer que su bebé había fallecido

El joven de etnia gitana ha concedido una entrevista donde ha contado su versión de lo sucedido en el Hospital Universitario Virgen de las Nieves el pasado martes 7 de noviembre. Adrián Heredia, de 18 años, conocido como “El Gatico”, asegura que perdió los nervios al recibir la noticia de que su bebé de apenas 48 días había fallecido y que tan solo amenazó, sin llegar nunca a las manos con los médicos

El pasado martes saltaban las alarmas por una agresión en el Hospital Virgen de las Nieves de Granada. El Sindicato de Enfermería Satse denunció públicamente una brutal agresión contra dos pediatras y una enfermera. La agresión denunciada ocurrió sobre las diez de la mañana del martes en la quinta planta, la de Neonatología. Un padre de tan sólo 18 años de edad golpeó a tres profesionales sanitarios, un pediatra, una doctora y una enfermera, produciendo lesiones en las tres personas.

Según la versión del hospital, la familia de un recién nacido prematuro con tan sólo 48 días de vida recibió la información de la muerte del bebé, que se encontraba ingresado desde hace unos días procedente de la ciudad de Albacete. En la noche del lunes el niño empeoró su estado de salud y esto conllevó el fallecimiento del recién nacido.

Tras conocer la trágica noticia, el padre comenzó a lanzar improperios contra los sanitarios, quienes activaron el botón antipánico. A medida que llegaban los familiares de los padres del bebé fallecido, la Policía efectuó un despliegue policial en torno al hospital que se prolongó durante diez horas, aunque no hubo incidencias destacables. El joven padre no fue detenido como en un principio se sopesó, así que solamente fue identificado.

Ahora, el presunto agresor ha decidido dar su versión en una entrevista concedida a El Español. Según el joven de 18 años: “No toqué a nadie. No lo pagué con nadie, lo pagué conmigo mismo. Me daba cabezazos, me quería tirar por la ventana. Yo me volví loco, yo me volví loco. Ponte en mi lugar”. 

Según esta versión él sólo profirió amenazas al descubrir que los trabajadores del hospital le habían mentido. “Me dijeron cuando llegué que estaba vivo. Pero ya estaba muerto. Me engañaron. Cuando me dijeron que mi hijo estaba muerto, entré en shock. Pero no dije ‘¡voy a matar a los de las batas blancas!’ ni nada de ir con escopetas. No me acuerdo de haberlo dicho”, puntualiza el joven.

Heredia cuenta que el lunes su hijo Ibrahím estaba “bien” cuando fue a verlo con su mujer, Verónica, al hospital. El martes, el bebé murió y él sufrió un ataque de ira que desembocó en la denunciada agresión a los médicos. El miércoles lo enterraron a las 11 de la mañana en el cementerio de Nuestra Señora de los Remedios de Iznalloz, su pueblo granadino, a la vez que su historia se convertía en noticia nacional. El jueves, horas después de que por la mañana el personal sanitario del hospital se manifestara a las puertas del centro pidiendo más recursos para garantizar su seguridad (éste, denuncian, ha sido el séptimo incidente violento en la provincia de Granada desde septiembre), detenían a Adrián y lo llevaban a pasar la noche entre rejas. El viernes lo pusieron en libertad.

Adrián Heredia tiene 18 años y es conocido como El Gatico, asegura que no saber “de qué se le acusa” y e incluso acusa al hospital de no haberle “entregado los resultados de la autopsia”. Además, alega que durante antes de la detención había acudido a disculparse al hospital. 

Este episodio es una más en una corta pero complicada vida. Su mote lo heredó de su padre, al que llamaban el gato. Desde joven no tuvo acceso a los estudios debido a la precaria situación. Conoció a Verónica, su novia y madre del pequeño fallecido, a los 16. Se instaló con su familia política, de extracción humilde y desde entonces se ha ganado la vida sobre todo en el campo.

Este joven padre no es delincuente sino jornalero del campo. Va a recoger uvas, aceitunas, naranjas, lo que toque en Andalucía y fuera de ella según el calendario de las campañas agrícolas. Cuando no hay trabajo en las fincas ajenas, recoge y vende chatarra.

En septiembre se fue a la recogida de la uva con su mujer y sus suegros a vendimiar como temporeros en Cuenca, aunque su pareja, embarazada de seis meses, no iba a faenar. El 19 de septiembre, a su novia se le adelantó el parto y su hijo Ibrahím nació prematuro, “seismesino”, en el hospital de Albacete, el más cercano a su trabajo. “En Albacete le hicieron la prueba del talón y nos dijeron que iba muy bien, y por eso lo trasladaron a Granada”, cuenta a El Español. Un mes después del parto adelantado, dada la evolución favorable del niño, el 18 de octubre lo llevan en una ambulancia con UVI móvil hasta la sala de incubadoras de la Unidad Neonatal del Hospital Materno Infantil de Granada, perteneciente al complejo del Hospital Universitario Virgen de las Nieves, del Servicio Andaluz de Salud, para estar más cerca del lugar de residencia de los padres en Iznalloz, que está a 40 kilómetros al norte de la capital. Ahora, el  joven se enfrenta a su problema pretende demostrar que no ocurrió la agresión que los trabajadores del hospital le imputan. 

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