Mitos del 'fenómeno kinki' (I): 'El Vaquilla', el 'cabecilla' del 47 de Torre Baró

En la década de los años ochenta, el cine español experimentó la llegada del 'fenómeno kinki'. El término "kinki" hace referencia a jóvenes marginados, relacionados con delitos menores. Sus historias fueron representadas en películas de la época. Todos se convirtieron en ídolos para muchos jóvenes de las barriadas marginales de Madrid o Barcelona. Uno de ellos fue  Juan José Moreno Cuenca (Barcelona, 1961), más conocido como ‘El Vaquilla’.

Moreno Cuenca fue un icono del fenómeno ‘kinki’ que se forjó en los años ochenta. Su historia llegó a la gran pantalla de la mano del director José Antonio de la Loma y Los Chichos le dedicaron una canción que se convirtió en un éxito musical.

Pero, ¿cuál es la verdadera historia de ‘El Vaquilla’? Elcierredigital.com arranca con este personaje una serie con los mitos del 'fenómeno kinki'.

El vínculo de ‘El Vaquilla’ y el filme ‘El 47’

Han pasado casi cinco décadas desde que el barrio barcelonés de Torre Barró se convirtiera en uno de los más conocidos de toda España. En 1978 el sindicalista Manolo Vital, que trabajaba como conductor de autobús, secuestró uno de los vehículos de la línea 47.

Este acto sirvió de inspiración para el cineasta  Marcel Barrena. El director de cine llevó el movimiento vecinal de Torre Baró a la gran pantalla con la película ‘El 47’.

Sin embargo, años atrás de que Manolo Vital se convirtiera en un icono de la lucha vecinal, esta barriada barcelonesa  fue testigo de la llegada al mundo de otro ídolo. En esta ocasión, del conocido como ‘fenómeno kinki’.

A principios de la década de los sesenta, Torre Baró era uno de los barrios olvidados de la Ciudad Condal. Este arrabal estaba marcado por la precariedad y conformado por barracas donde residían los vecinos de esta barriada. En una de estas chabolas, el 19 de noviembre de 1961 nació Juan José Moreno Cuenca, uno de los mitos de la delincuencia juvenil española.

Los orígenes de ‘El Vaquilla’: El niño que se convirtió en delincuente

En el momento de su nacimiento, el destino de Moreno Cuenca estaba marcado. Había nacido en el seno de una familia marginal muy conocida en las calles de Torre Baró. 

Rosa Cuenca,  su madre, se había quedado embarazada de él en una boda. Allí, mantuvo una aventura con un cantaor gitano llamado Juan José Ugal. Su 'affaire' no prosiguió, pues Rosa jamás volvió a saber de él.

Sin embargo, años después, el padre biológico de Juan José Moreno Cuenca, quien también era un conocido delincuente de la zona,  falleció durante un enfrentamiento con la policía. 

En un intento por rehacer su vida, Rosa comenzó una nueva relación sentimental durante su embarazo. Se unió a un hombre llamado Antonio Moreno, quien reconoce a Juan José Moreno Cuenca como hijo y le da sus apellidos. 

Siendo un bebé, ya fue apodado con el sobrenombre con el que marcó a toda una generación.

Uno de sus tíos, que murió en un tiroteo con las autoridades, bromeó con el tamaño de las deposiciones del pequeño Juan José. Él afirmaba que eran como las de una vaca. Y de vaca, 'El Vaquilla'.

A Juan José Moreno Cuenca se unieron tres hermanos: El Julián, El Carica y El Antonet.   

El historial delictivo de ‘El Vaquilla’

La infancia de los hermanos Moreno Cuenca no fue nada fácil. Tras dejar Torre Baró, recalaron en el municipio de San Baudilio de Llobregat.

Después, en la localidad de El Prat de Llobregat. Posteriormente, llegaron al Campo de la Bota, un antiguo barrio chabolista de la Ciudad Condal.

Finalmente, se asentaron en el barrio de La Mina en la conocida ciudad urbana de San Adrián de Besós. Por aquel entonces, 'El Vaquilla' ya había comenzado su carrera delictiva al cometer pequeños hurtos junto a sus compañeros de clase. Un currículum delincuencial que compartía con sus hermanos. 

Con siete años, ya era un personaje muy conocido entre las autoridades policiales por robar vehículos y escapar con gran rapidez durante las persecuciones. 

En 1974, su trayectoria le llevó a entrar a los 13 años en un reformatorio juvenil tras haber atropellado a una mujer tras intentar robarle el bolso.

Los intentos por conseguir su reinserción fueron fallidos. Dos años después de ingresar en este centro, fue encarcelado en la prisión Modelo de Barcelona.

Por aquel entonces, 'El Vaquilla' ya era todo un mito para los chavales que, como él, habían crecido en los barrios marginales de ciudades como Madrid o Barcelona.

El delincuente que se convirtió en icono del 'fenómeno kinki'

El mito de 'El Vaquilla' nació en aquella España predemocrática y se alargó a finales de la Transición. En aquella época, muchos cineastas vieron un filón en la historia de estos jóvenes que sobrevivían a base de 'dar el palo'. 

Para escoger el elenco y que la trama fuera lo más real posible, estos cineastas recurrían a jóvenes de la calle. Estos chavales se convirtieron en estrellas de un nuevo género cinematográfico:  el género 'kinki'.

Uno de ellos fue José Antonio de la Loma. El director de cine barcelonés fue uno de los referentes de este género y, en 1977, quiso que Juan José Moreno Cuenca protagonizara 'Perros Callejeros'. Sin embargo, aquel año 'El Vaquilla' continuaba en prisión. Una circunstancia por la que recurrió a Ángel Fernández Franco 'El Torete', uno de los amigos de Moreno Cuenca a quien conoció en el barrio de La Mina. 

Finalmente, 'El Torete' protagonizó el filme y se forjó otro mito de la delincuencia juvenil. Tuvieron que pasar nueve años más para que la vida de 'El Vaquilla' llegara al cine. De La Loma estrenó 'Yo, el vaquilla', una cinta basada en la trayectoria del delincuente de Torre Baró.

La leyenda de 'El Vaquilla' era tan amplia que también llegó a la canción española. El grupo 'Los Chichos' referentes de la rumba, lanzaron 'El Vaquilla', un tema dedicado a Moreno Cuenca. 

El final de ‘El Vaquilla’

Durante su estancia en la cárcel La Modelo de Barcelona, 'El Vaquilla' alcanzó la popularidad entre los presos. También fueron muy populares sus múltiples intentos de fuga. 

Paralelamente, la salud de 'El Vaquilla' se vio mermada por su adicción a la heroína. Este hábito hizo que contrajera el virus del VIH. 

En 1986, el Vaquilla acumulaba la mayor petición de condena de su historia penitenciaria: 180 años por 25 delitos cometidos. 

Durante los años que el catalán pasó en prisión cursó estudios en Periodismo y Derecho. También ofreció diversas entrevistas. En estas intervenciones, afirmaba que temía que su imagen de delincuente no le dejara vivir y que “estaba dolido porque había sido muy maltratado”.

A mediados de la década de los noventa, Moreno Cuenca fue trasladado al Centro Penitenciario de Murcia, en Sangonera la Verde. Dos años antes había contraído matrimonio con su pareja, Isabel Fayá  y sus tres hermanos habían fallecido durante varias persecuciones policiales.

En 2003, consiguió la libertad condicional. Sin embargo, tal y como ha podido saber Elcierredigital.com, "además de padecer el sida, 'El Vaquilla' era alcohólico. Era imposible reinsertar a Juan José Moreno Cuenca".

Finalmente, el 19 de diciembre de 2003, 'El Vaquilla' fallecía a los 42 años de edad en el hospital, víctima de una cirrosis. Aquel día se apagó la vida de un mito que se forjó en los suburbios de la Ciudad Condal y el cual marcó a toda una generación