Las fortunas del mundo (III): Los Ambani, del mercado de especias a líderes en Asia

El origen de esta familia se remonta a la figura de Dhirubhai Ambani, nacido en Chorwad (India) el 28 de diciembre de 1932. Fundó Reliance Industries y creó un imperio familiar que hoy es uno de los más ricos de Asia. En 2016, fue incluido póstumamente en la lista de los mejores emprendedores del mundo por Forbes.

Sin embargo, tras su muerte en 2002, comenzó un litigio entre sus hijos (Mukesh, Anil, Nina y Deepti). Quedando Mukesh Ambani (Yemen, 1957) como líder de la empresa y la fortuna familiar. Hoy, Mukesh es el principal líder familiar, ya que figura el 18.º en la lista de los multimillonarios más ricos del mundo. Su hermano Anil Ambani es quien controla el resto de Reliance. 

El patriarca de los Ambani nació en el seno de una familia humilde y con solo 16 años se trasladó a Yemen para trabajar en una gasolinera. Fue allí donde aprendió sobre los mercados internacionales y aprendió sobre comercio y exportación.

No fue hasta los 26 años cuando regresó a India y en 1958, con los ahorros que había generado, fundó Reliance Commercial Corporation. Inicialmente, esta empresa se dedicó a la exportación de especias y al comercio de poliéster. 

Ocho años después llegaría la expansión de Reliance Industries hacia los sectores del textil, la telecomunicación y el petróleo. Dhirubhai Ambani creó desde la nada más absoluta una de las principales compañías de India. En 1977 convirtió a Reliance en una empresa pública, democratizando la propiedad empresarial y ampliando el capital.

En 2002 llegaría uno de los varapalos más duros de la familia, el fallecimiento de Dhirubhai Ambani. Su mujer se quedó viuda y tuvo que luchar por la unión de sus cuatro hijos. 

Una herencia dividida

Tras la muerte de Dhirubhai, fue su hijo Mukesh Ambani quien tomó las riendas de Reliance. Y es que, Dhirubhai no dejó testamento, lo que provocó una ‘guerra’ entre sus dos hijos varones. No hay que olvidar que –como es costumbre en India– sus dos hijas mujeres no heredaron.

Esto provocó que Mukesh y su hermano menor, Anil, se enfrentaran por el legado empresarial. Ante esta situación, su madre decidió dividir la compañía para evitar problemas mayores. En 2005 Mukesh Ambani se quedó con el control de las operaciones de petróleo, gas, petroquímica y refinación del negocio. Su hermano Anil se hizo cargo de los negocios de construcción, telecomunicaciones, gestión de activos, entretenimiento y generación de energía.

Bajo el liderazgo de Mukesh, Reliance Industries ha crecido exponencialmente, convirtiéndose en una de las empresas más valiosas del mundo, especialmente tras el 'boom' de la conexión 4G en India. 

Mukesh ha sido clave en la expansión de la compañía hacia nuevas áreas, como las telecomunicaciones con Reliance Jio,  que revolucionó el mercado indio de telecomunicaciones con su enfoque en datos baratos y accesibles. En menos de medio año, Jio consiguió 100 millones de clientes, evidenciando el crecimiento más rápido de la historia en las telecomunicaciones. 

El líder actual de los Ambani

Actualmente, Mukesh Ambani tiene 68 años y es el hombre más rico de Asia. Según Forbes, Mukesh figura el 18.º en la lista de los multimillonarios más ricos del mundo y cuenta con un patrimonio neto de 92,5 mil millones de dólares.

Mukesh Ambani está casado con Nita Ambani, “primera dama de los negocios indios” y fundadora de la Fundación Reliance. Nita representa a la India en el Comité Olímpico Internacional (COI) desde 2016. Mukesh y Nita se casaron en 1985 y juntos han tenido cuatro hijos: Anant, Akash e Isha. 

Akash e Isha son mellizos y ambos tienen 33 años. Akash ha formado parte de la directiva de Reliance Jio, mientras que Isha está dentro de las juntas directivas de Reliance Retail y Reliance Jio. Su hermano Anant es el pequeño de la familia y el más ‘desconocido’ de todos en el ámbito de los negocios.

Hoy, la familia Ambani reside en Antilia, una de las residencias privadas más caras del mundo, valorada en mil millones de dólares. Este rascacielos de 27 pisos en el corazón de Bombay es un símbolo de su desmesurada riqueza y de su estatus en el país y en el continente. Supuestamente, esta mansión fue edificada con un presupuesto de entre 1.000 y 2.000 millones de dólares.