
Las fortunas del mundo (II): Los Koch, de servir gasolina a Stalin a apoyar a Trump
Esta familia petrolera de Wichita controla la segunda empresa privada de EEUU y sus líderes son Charles y Julia Koch
Los orígenes de los Koch se remontan a 1929, cuando el patriarca Fred C. Koch comenzó a invertir en el petróleo. En 1940 decidió fundar la compañía 'Wood River Oil and Refining Company'. Hoy esta empresa familiar se ha diversificado y sus actuales líderes son Charles y Julia Koch.
Tras la actividad económica de esta familia, se esconde una fuerza de poder con influencia política basada en el libertarismo. Sus inicios en este ámbito se remontan a la época previa a la empresa familiar, cuando Fred C. Koch inventó un método eficiente para refinar el petróleo y obtener gasolina. Esto le llevó a construir 15 refinerías para Rusia en la era Stalin.
En 1934 construyó la refinería de petróleo de Hamburgo, considerada la tercera refinería más grande al servicio del Tercer Reich de Adolf Hitler. Fue un fiel denunciante de 'la infiltración política' en los Partidos Demócrata y Republicano de EE. UU. De hecho, fue miembro fundador de la John Birch Society, un grupo de defensa política estadounidense de derecha que se oponía a la infiltración comunista.

Tras la muerte de Fred Koch, fueron sus hijos quienes heredaron la empresa familiar en 1967. Un año antes, Charles Koch se convirtió en presidente y la renombró Koch Industries, actual Koch, Inc. Sus otros tres hermanos: David (Wichita, 1940-2019), Frederick (Wichita, 1933-2020) y William (Wichita, 1940) recibieron participaciones de la empresa y pronto llegaron los problemas.
En 1980 William se unió a Frederick para tratar de destronar a Charles, pero la jugada les salió mal. Tres años después, Charles y David compraron las partes de Frederick y William en Koch Industries.
Pero los hermanos que abandonaron la empresa consideraron que habían sido engañados y demandaron a sus familiares. Finalmente, un tribunal consideró que los engaños no afectaron a la venta. Esto provocó una ruptura familiar y William decidió emprender su propio negocio energético, mientras que Frederick falleció en febrero de 2020 siendo coleccionista de arte.
Los líderes actuales de los Koch
Hoy, la sociedad que empezó siendo una refinería es la segunda empresa privada más grande de EE. UU. Y es que Koch Industries ha ampliado su actividad a los sectores de la agricultura, la electrónica, la energía y la química.
Actualmente, solo dos miembros de los Koch se encuentran entre las personas más ricas del mundo. En el puesto 22 aparecen Charles Koch y su familia con una fortuna de 67,5 mil millones de dólares. Julia Koch y su familia aparecen en el n.º 21 de los más ricos del mundo según Forbes. Según el citado medio, contarían con una fortuna de 74,2 mil millones de dólares. La fuente de ingresos de ambos es Koch Industries.

Charles Koch nació el 1 de noviembre de 1935 en Wichita. De joven decidió seguir los pasos de su padre, ya que estudió Ingeniería y se sacó las maestrías en Ingeniería Química y Nuclear.
Con el paso de los años, situó Koch Industries en la cima del poder de EE. UU. con unos ingreso anuales de unos 100.000 millones de dólares, pero también se ha desarrollado como filántropo.
Charles ha realizado una cantidad ingente de donaciones a través de la fundación 'Stand Together', que dirige su hijo Chase Koch. Además, el líder de los Koch ha financiado becas, cátedras y centros de estudio en más de 300 universidades de EE. UU. Además, ha realizado donaciones para la lucha contra la pobreza o la reinserción de exconvictos. Actualmente, pese a sus 89 años, sigue manejando la empresa familiar mientras vive en Wichita.

Por otro lado, tras el fallecimiento de David Koch en 2019, su mujer, Julia Koch, y sus tres hijos heredaron la fortuna. Así como el 42% de las acciones de Koch Industries. Esto ha convertido a Julia Koch (Iowa, 1962) en la tercera mujer más rica del mundo.
Hace cinco años Julia Koch y sus tres hijos pagaron unos 700 millones de dólares por el 15% de BSE Global. Cabe recalcar que esta sociedad es propietaria de los Brooklyn Nets de la NBA y los New York Liberty de la WNBA.
Además, la figura femenina de los Koch participa en los consejos directivos del Memorial Sloan Kettering y el Metropolitan Museum of Art. Actualmente, es presidenta de la fundación David H. Koch, que ha donado 200 millones de dólares en subvenciones dirigidas a la salud, la educación y la política pública.
Los Koch y la política
Charles y David Koch heredaron el afán político conservador de su padre, Fred. La implicación política de los hermanos Koch, especialmente de David, comenzó en 1980, cuando se presentó como candidato a la vicepresidencia por el Partido Libertario.
Junto a Ed Clark, defendía un programa radical que incluía la eliminación del FBI y la CIA, la supresión del salario mínimo y de la Seguridad Social, así como una reducción drástica del tamaño del Estado. Aunque apenas obtuvieron el 1% de los votos, su ideario caló en el Partido Republicano. En 1984, David y Charles se 'hicieron' republicanos al ver que Ronald Reagan había adoptado parte de su discurso económico.
Durante las décadas siguientes, los Koch ampliaron su red de influencia. En los años noventa, tras sobrevivir a un accidente de avión, David se volcó también en la filantropía cultural. Aunque mantuvo su activismo ideológico creando grupos como Citizens for a Sound Economy y, más tarde, Americans for Prosperity (AFP).

Esta última organización, aunque no puede apoyar directamente a candidatos, ha invertido decenas de millones de dólares en causas conservadoras. A pesar de negar vínculos con el 'Tea Party', investigaciones periodísticas revelaron su implicación encubierta en movimientos ultraconservadores.
Su mayor victoria política llegó con la elección de Donald Trump en 2016. Tras gastar cientos de millones combatiendo las políticas de Barack Obama, los Koch vieron en Trump una oportunidad para hacer avanzar su agenda.
Sin embargo, la relación se deterioró rápidamente cuando el presidente adoptó políticas proteccionistas, como los aranceles a China y la Unión Europea. Estas eran contrarias al libre comercio que los Koch siempre habían defendido. Tras la muerte de David en 2019, Charles mantuvo su influencia política, aunque cada vez más distanciado de Trump.
El desencuentro se agravó con la negativa de Trump a reconocer los resultados de las elecciones de 2020 y el posterior asalto al Capitolio en enero de 2021. La ruptura definitiva se evidenció cuando la red Koch se negó a apoyar a Trump en las presidenciales de 2024, buscando candidatos republicanos más afines a sus principios.
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