Logo El Cierre Digital
Mujer sonriente interactuando con un bebé sentado en una silla de auto dentro de un coche
SALUD

Los padres que olvidan a hijos en el coche: 'No solo ocurre con los irresponsables'

Para el psicólogo Urra son "tragedias evitables que deben despertar conciencias, pero que surgen de un fallo cerebral"

Olvidar a un hijo en el coche es un error que cuesta vidas. Un acto inconcebible a primera vista, pero que, según los expertos, "puede sucederle a cualquier padre o madre". Cada verano, nuevos casos de bebés fallecidos por hipertermia dentro de vehículos sacuden a la sociedad y reabren un debate tan incómodo como necesario: ¿cómo es posible olvidar lo más importante?

El último caso ha tenido lugar en Valls (Tarragona), donde un bebé murió tras pasar seis horas encerrado en un coche. Su padre, que lo llevaba por primera vez a la guardería, siguió su rutina habitual y se dirigió directamente a su trabajo. Aparcó el coche y entró en la empresa sin darse cuenta de que el pequeño seguía en el interior. Una compañera descubrió al niño sin vida y el impacto fue devastador.

Agente de policía local con uniforme amarillo fosforescente sostiene a un bebé en brazos en la calle
Policía sujetando a un bebé | Europapress

Casos similares han ocurrido en otras ciudades en los últimos años. En 2018, un padre olvidó que su hija pequeña seguía en el coche, la dejó allí durante horas convencido de que ya la había llevado a la guardería. Cuando volvió al vehículo, la niña había fallecido.

Los vehículos pueden convertirse en trampas mortales para los niños en cuestión de minutos. Con el coche cerrado, la temperatura interior puede elevarse rápidamente: en menos de 10 minutos puede alcanzar los 40 grados. El cuerpo de un niño pequeño no regula el calor con la misma eficacia que el de un adulto.

"No es negligencia, es un fallo cerebral"

Elcierredigital.com ha podido hablar con el psicólogo y exdefensor del menor Javier Urra, quien lanza una advertencia contundente. “El mayor error es pensar que esto solo les ocurre a padres irresponsables. No es así, le puede pasar a cualquiera, incluso a los más amorosos y comprometidos”.

Urra lo llama  “un fallo en la memoria prospectiva”, una función del cerebro encargada de recordar tareas futuras. "En situaciones de estrés, cansancio o distracción, el cerebro puede ‘dar por hecho’ acciones que aún no ha realizado. Es un mecanismo automático",  explica.

Dos niños pequeños en sillas de auto dentro de un coche uno de ellos está dormido y el otro despierto.
Niños en el coche | Europa Press

Es decir: el padre o la madre cree sinceramente que ha dejado al niño en la guardería, cuando en realidad no lo ha hecho. El recuerdo es tan nítido como falso. La confusión, trágicamente, llega demasiado tarde.

Además, las cifras demuestran que los hombres están más expuestos a este tipo de errores. “Los padres se olvidan tres veces más que las madres. A veces porque no realizan la rutina con frecuencia y no tienen tan consolidado ese hábito”, señala Urra.

No es cosa del verano: Puede pasar en cualquier época del año

Aunque en verano los casos se hacen más visibles por el riesgo de hipertermia, estos olvidos ocurren todo el año. “En otoño, invierno o primavera, el resultado también puede ser fatal. Basta con que el niño permanezca horas sin ventilación, alimentación o atención”, advierte el doctor Urra.

Algunas tragedias no se producen por calor extremo, sino por hipotermia, deshidratación, asfixia o incluso infartos. “El cuerpo de un bebé es extremadamente vulnerable. No aguanta muchas horas en un entorno cerrado”, añade.

Para el psicólogo esta situación se puede evitar. Y lo más importante, según Urra, es prevenir sin juzgar: “Hablar de esto sin estigmatizar es clave. Si seguimos pensando ‘a mí no me va a pasar’, estamos en peligro”.

El experto recomienda medidas prácticas y sencillas:

-Dejar el bolso o el móvil en el asiento trasero, junto a la silla del bebé.

-Colocar un objeto del niño en el asiento del copiloto, para recordarlo.

-Establecer una rutina de aviso con la guardería si el menor no llega a cierta hora.

-Aprovechar la tecnología de los coches modernos: algunos modelos detectan peso en los asientos traseros.

Pero, sobre todo, insiste: “Necesitamos una sociedad más empática y más informada. La prevención salva vidas”.

Una tragedia silenciosa que necesita visibilidad

Después del olvido, llega el trauma. “Primero hay confusión total y luego aparece la culpa, el duelo, el estigma. El impacto psicológico es devastador y muchos progenitores desarrollan trastornos por estrés postraumático o depresión grave”,  afirma Urra.

Aunque estos casos suelen considerarse homicidios imprudentes, los jueces suelen tener en cuenta la ausencia de intencionalidad. Aun así, el daño emocional y social es profundo. “Estos padres no solo pierden a un hijo: pierden su identidad, su entorno, su confianza, su futuro”, concluye el psicólogo.

En España no existen datos oficiales actualizados sobre estos casos. En Estados Unidos, donde sí se registran, mueren cada año entre 30 y 50 niños por esta causa. Las campañas de concienciación han reducido la cifra, pero no la han erradicado.

Por eso, los expertos piden visibilidad, educación y responsabilidad compartida. Porque no es una cuestión de imprudencia, sino de humanidad. Y porque la tragedia no empieza cuando el niño muere, sino cuando olvidamos que esto también nos puede pasar a nosotros.

➡️ Motor ➡️ Psicología ➡️ Sanidad ➡️ Bienestar ➡️ Policial ➡️ Salud

Más noticias: