Oleada de divorcios en España: Cuáles son las comunidades con más matrimonios rotos

Según el Consejo General del Poder Judicial en 2024 se tramitaron en España 95.650 demandas de divorcio. Esto significa un incremento del 3,6% respecto al año anterior.

-¿Dónde ha existido el mayor porcentaje de divorcios en 2024?

Canarias, Comunidad Valenciana, Baleares, Murcia y Andalucía.

-¿Dónde ha existido el menor porcentaje de divorcios en 2024?

En País Vasco, Castilla y León, Extremadura, Madrid y Aragón.

-¿Qué conclusión podemos extraer?

Coincide que donde hay más divorcios es en las Islas Canarias y Baleares y el litoral del levante que recorre Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía. ¿Qué tienen en común? La playa y el buen tiempo. Coincide que donde hay menos divorcios es el norte y centro de España.

Las cifras de mayor a menor número de divorcios son las siguientes:

Canarias (236,4), Comunitat Valenciana (221,9), Baleares (219,9), Murcia (212,3), Andalucía (211,6), La Rioja (206,7) y Castilla-La Mancha (204,6). Los valores más bajos se dieron en Galicia (195,2), Navarra (194,9), Cataluña (193,3), Asturias (192,2), Cantabria (187,9), Aragón (184,4), Madrid (181,2), Extremadura (180,3), Castilla y León (169,7) y País Vasco (168,1).

En 2022 las demandas de divorcio fueron 95.193, en 2023 bajaron a 92.344 y, en 2024 se recuperan las cifras de 2022. En concreto, las demandas que más han aumentado son las de mutuo acuerdo.

¿Influye el clima y estilo de vida en el porcentaje de divorcio?

Cada vez son más los datos que apuntan a que los españoles nos divorciamos más donde hace mejor tiempo pues influye la forma de vivir y socializar. Tener playas y buen tiempo aumenta el porcentaje de divorcios. A mejor tiempo más divorcios.

Es un dato que se añade a los que ya se venían valorando como son:

Edad: Cuanto más mayor es una persona más reticencia al divorcio por el miedo a quedarse sólo o no encontrar una pareja mejor y acercarse la vejez. Esto genera miedo inseguridad por tener más en cuenta la muerte y enfermedades. Una persona joven siente que tiene toda la vida por delante y cada vez las nuevas generaciones valoran menos el tiempo que dure la relación. Lo que tienden a priorizar es que la relación le sea satisfactoria.

Ciudad: En un pueblo pequeño se tiene mayor resistencia al divorcio. Se aguanta más un matrimonio no deseado en comparación con personas que residen en ciudades medianas y grandes. El motivo, además de una mentalidad que tiende a ser más tradicional, es la sensación de que constará más encontrar una nueva pareja en una población pequeña.

Salud: El estado de salud también condiciona mucho, pues las personas enfermas o dependientes tienen a refugiarse en la estabilidad y acompañamiento que aporta el matrimonio fruto de la inseguridad y necesidades que puede generar la enfermedad.

Apariencia física: La apariencia también condiciona que una persona esté más o menos predispuesta al divorcio. Una persona atractiva y bien parecida no se preocupará por el divorcio pues tendrá la sensación de seguridad de que si la relación acaba no tendrá dificultad para encontrar otra nueva pareja. De hecho, cuanto más 'guapa' es una persona menos interés tiene de tener una pareja estable o matrimonio.

Entorno: La sociabilidad también es un factor a tener en cuenta, pues cuanto mayor es el círculo social de una persona menos se aferrará al mantenimiento de su matrimonio. Tendrá el apoyo de las personas que le rodean que no le harán sentir solo y tenderán a llenar las carencias y vacíos que pudiera dejar el divorcio.

Todos estos factores generales influyen en cada matrimonio de una manera diferente. Las parejas LAT, parejas que prefieren no casarse sino constituir uniones de hecho, personas que prefieren estar solas y parejas abiertas y poliamorosas aumentan cada vez más. Todo en una proliferación de nuevos modelos de vida y familiares que optan por no seguir la tradición del matrimonio.