El gusano ya es comestible en España: Estos son los productos donde está presente

El  polvo del gusano de la harina, de nombre científico Tenebrio molitor, ya forma parte del listado de “nuevos alimentos” de la Unión Europea. El pasado 20 de enero se aprobó que el polvo de estas larvas fuese comercializado  únicamente por la empresa francesa Nutri’Earth durante cinco años. No obstante, la puerta está abierta a que “un solicitante posterior obtenga una autorización para ese nuevo alimento”, según el Reglamento de Ejecución 2025/89.

Este ingrediente podrá encontrarse en “panes, bizcochos, pasteles, queso  y compotas de frutas u hortalizas”, entre otros. Su contenido máximo por alimento no es gran cosa. Por ejemplo, por cada 100 gramos de pan, hasta cuatro de ellos pueden ser de este polvo. Además, deberá catalogarse como alérgeno, ya que puede causar reacción a los alérgicos a los crustáceos y a los ácaros del polvo.

Larvas tratadas con radiación UV

El polvo de estas larvas será tratado con radiación UV para la desinfección de posibles patógenos. Los productos con este ingrediente deben tener el siguiente etiquetado: “Polvo tratado con radiación ultravioleta de larvas de Tenebrio molitor (gusano de la harina)”. Según el Reglamento, este producto es seguro  y puede llegar a “contener una cantidad de vitamina D que se considere significativa”.

Según Maldita.es, ha habido cierto revuelo  en redes por la cantidad de metales pesados, micotoxinas  y dioxinas  en este ingrediente. Sin embargo, estas sustancias en el gusano de la harina no sobrepasan el máximo nivel permitido en alimentos por la UE.

Los gusanos de la harina

Las larvas de escarabajo Tenebrio molitor son consideradas una plaga  para las explotaciones de grano. Su alimentación se basa en insectos muertos, semillas, hojas  y heces, entre otros. Se suelen utilizar como alimento vivo para mascotas como reptiles y aves, además de como cebo para pescar.

Varias empresas y grupos de presión defienden al gusano de la harina como una alternativa alimentaria a los productos cárnicos tradicionales. Existen varios artículos científicos que defienden la riqueza nutricional de este tipo de insectos. Concretamente en grasas insaturadas, vitaminas  y minerales, entre otros. 

Los insectos como alimento 

Los “insectos enteros y sus partes” son catalogados como “nuevo alimento” en la UE desde 2018, según el Reglamento Europeo 2015/2283. Para comercializar insectos, las empresas deben solicitar una autorización a la Comisión Europea, que a su vez pedirá un informe a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

La primera solicitud aceptada fue la de las larvas del gusano de la harina desecadas en 2021, con el Reglamento de Ejecución (UE) 2021/882. El ingrediente figura en algunas galletas, platos a base de leguminosas y productos proteicos. A día de hoy, en España está permitida la comercialización de cuatro tipos de insectos. Estos son: la langosta migratoria (Locusta migratoria), el  grillo doméstico (Acheta domesticus), las larvas del escarabajo del estiércol (Alphitobius diaperinus) y las del gusano de la harina.

Dentro de la UE  ya se comercializaba  con algunos insectos antes de 2018, porque algunos países miembros lo permitían en sus mercados. No es el caso de España, como señala Maldita.es.