
El amianto, la bomba de relojería que sigue presente en miles de edificios en Madrid
Expertos alertan de los riesgos que implica una manipular estos materiales, la exposición puede producir enfermedades.
Aunque fue prohibido hace más de dos décadas, el amianto continúa presente en una gran cantidad de estructuras en Madrid, convirtiéndose en una amenaza invisible que afecta la salud pública. Su presencia, ligada principalmente a edificaciones anteriores al año 2002, plantea un serio desafío tanto para particulares como para administraciones públicas, que deben abordar su retirada con medidas seguras y legales.
Los expertos alertan sobre los riesgos que implica una manipulación inadecuada de este material, cuya exposición prolongada puede desencadenar enfermedades graves. A pesar de su peligrosidad comprobada, muchos ciudadanos todavía no saben si conviven con este residuo tóxico, ni cómo deben actuar al respecto.
¿Qué es la uralita y por qué es un peligro para la salud pública?
La uralita es un material de construcción que se utilizó ampliamente en España durante el siglo XX, especialmente en tejados, bajantes, depósitos de agua y canalizaciones. Su popularidad se debía a su bajo coste, resistencia y facilidad de instalación. Sin embargo, lo que entonces se desconocía o se ignoraba es que la uralita contenía amianto, también conocido como asbesto, una sustancia con propiedades altamente nocivas para la salud humana.
El principal riesgo del amianto reside en sus fibras microscópicas, que se liberan al aire cuando el material se deteriora, se rompe o se manipula sin las medidas de seguridad adecuadas. Estas fibras, al ser inhaladas, se depositan en los pulmones y pueden provocar enfermedades como:
- Asbestosis
- Cáncer de pulmón
- Mesotelioma pleural
Según la Organización Mundial de la Salud, no existe un nivel seguro de exposición al amianto, lo que convierte su presencia en una amenaza constante para quienes conviven cerca de estructuras que lo contienen. En este contexto, la necesidad de una actuación responsable y profesional se vuelve imprescindible. Por ello, muchas familias han optado por contratar servicios de retirada de materiales con uralita, reduciendo así los riesgos asociados.
La ley es clara: multas de hasta 600.000 euros por una mala gestión del amianto
La legislación española es contundente en lo que respecta al manejo del amianto. El Real Decreto 396/2006 regula las condiciones laborales para trabajos con riesgo de exposición, imponiendo medidas estrictas tanto en el ámbito preventivo como en el operativo.
Las sanciones por una retirada inadecuada del amianto pueden alcanzar los 600.000 euros, dependiendo de la gravedad y la intencionalidad de la infracción. Estas multas pueden ser impuestas a comunidades de propietarios, empresas o particulares que lleven a cabo trabajos sin cumplir los protocolos establecidos, como:
- No contratar a una empresa especializada y autorizada
- No comunicar la intervención al organismo competente
- No asegurar las medidas de protección colectivas e individuales necesarias
Además de las sanciones económicas, una gestión irresponsable puede derivar en consecuencias penales si se demuestra que se ha puesto en peligro la salud de trabajadores o residentes. De ahí la importancia de actuar con conocimiento y responsabilidad.
El proceso correcto: cómo se debe actuar ante la presencia de uralita
Cuando se detecta la posible presencia de amianto en una estructura, el primer paso siempre debe ser contactar con una empresa especializada y autorizada para la retirada de este tipo de materiales. Este tipo de empresas dispone de personal cualificado, equipo de protección, y conocimiento de los protocolos exigidos por la normativa.
El proceso suele incluir las siguientes etapas:
- Inspección inicial y análisis de muestras: Se verifica si el material contiene amianto y se determina su estado de conservación.
- Notificación a la autoridad laboral: Es obligatorio comunicar la intervención a la administración correspondiente.
- Plan de trabajo aprobado: La empresa debe presentar un plan detallado que incluya los procedimientos de retirada, gestión de residuos y medidas preventivas.
- Ejecución con protocolos de seguridad: Durante la retirada, se usan trajes especiales, sistemas de ventilación y métodos para evitar la dispersión de fibras.
- Transporte y eliminación de residuos en vertederos autorizados: El amianto no puede depositarse en cualquier lugar; debe gestionarse como residuo peligroso.
Ignorar cualquiera de estas etapas pone en riesgo la salud de todos los implicados, por lo que es imprescindible seguir un proceso riguroso y profesional.
¿Cómo saber si mi edificio tiene uralita? Consejos de los expertos
Una de las grandes incertidumbres para los propietarios de viviendas construidas antes del 2002 es determinar si su edificio contiene uralita con amianto. La simple observación no siempre es suficiente, ya que muchos materiales pueden parecer similares a simple vista.
Los expertos recomiendan seguir estos pasos para salir de dudas:
- Consultar la documentación del edificio: los informes de obra o las memorias técnicas pueden indicar los materiales utilizados.
- Pedir una inspección técnica: los profesionales pueden identificar visualmente las estructuras sospechosas y tomar muestras si es necesario.
- Evitar manipular por cuenta propia: cualquier intento de cortar, taladrar o retirar elementos sospechosos puede liberar fibras peligrosas.
- Atender al estado del material: si está desgastado, agrietado o con señales de envejecimiento, es más urgente intervenir.
Además, en muchos casos los ayuntamientos cuentan con programas de detección o subvenciones para la retirada de estos materiales. Informarse a nivel local puede abrir la puerta a ayudas económicas que alivien el coste del proceso.
Conocer si la vivienda o comunidad de vecinos contiene uralita es el primer paso para prevenir futuros problemas, no solo sanitarios sino también legales y económicos. La prevención es, en este caso, la mejor inversión a largo plazo.
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