04 de mayo de 2024
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FIN DE SEMANA

Los socialistas aceptan relator internacional en las negociaciones futuras mientras los nacionalistas advierten que no entierran el procés

Altercados de nuevo en Ferraz tras pacto PSOE y Junts investidura de Sánchez y Ley de Amnistía

El Cierre Digital en Imagen de la manifestación en la sede Ferraz/Fotografía: elcierredigital.com.
Imagen de la manifestación en la sede Ferraz/Fotografía: elcierredigital.com.
El pacto alcanzado entre PSOE y Junts per Catalunya para la investidura y la nueva "legislatura" de Pedro Sánchez sigue provocando altercados en la sede socialista de Ferraz. Los nacionalistas han conseguido la aministía y un relator internacional de cara a futuras negociaciones. Sin embargo, advierten que este acuerdo no implica la muerte del procés aunque también realizan concesiones: parecen adaptar su deseo de referéndum a la Constitución y ayer rechazaron convocar una consulta.

Hasta Bruselas voló hace unos días el número 3 del PSOE, Santos Cerdán, que ante anoche no solo cerró un acuerdo de investidura sino "de legislatura", tal y como ha sostenido el navarro esta mañana en un hotel belga abarrotado de periodistas. 

Pese a la ardua y larga negociación, había algo de improvisado en la presentación: las señales televisivas se congelaban, los micrófonos mediáticos se caían de la pequeña mesa en la que se parapetaba el número tres socialista, e incluso los periodistas esta vez podían preguntar, no como cuando se formalizó el pacto entre PSOE y Sumar. 

Acuerdo firmado por Cerdán y Jordi Turull. 

El hombre más fiel a Pedro Sánchez se mostró satisfecho por el acuerdo reflejado en un documento que promete "abrir una nueva etapa y contribuir a resolver el conflicto histórico sobre el futuro político de Catalunya". 

Ese Catalunya y no Cataluña refleja la sintonía entre socialistas y nacionalistas, que logran sus propósitos a corto plazo: investidura para echar a andar la legislatura con la posibilidad de poder convocar elecciones cuando convenga, para los primeros, y amnistía para despenalizar a Carles Puigdemont, que podría presentarse a las próximas autonómicas, en el caso de los segundos. 

Existen todavía muchas brumas sobre el futuro de PSOE y Junts per Catalunya. Y es que los primeros tendrán que realizar un encaje de bolillos en cada votación para salvar cada casilla de su agenda legislativa y los segundos dicen que el acuerdo no implica el final del procés, pese a lo cual en el acuerdo parecen acogerse al artículo 93 de la Constitución para convocar el próximo referéndum. 

Que no será de forma inmediata, ya que ayer los de Carles Puigdemont se pusieron de perfil en el Parlament de Catalunya al abstenerse junto a ERC en una votación propuesta por CUP, que pretende repetir la unilateralidad de 2017. 

Concentraciones masivas

Tras el intento de asesinato por la mañana del exlíder del PP catalán y eurodiputado Alejo Vidal-Quadras y por séptima noche consecutiva, la sede del PSOE ubicada en la calle Ferraz era el lugar en el que se ha dado concentraciones masivas contra la Ley de Amnistía al igual que lo era la sede del Parlamento Europeo localizada en el Paseo de la Castellana de Madrid.

 

Al grito de 'Cataluña es España', 'Puigdemont a prisión', 'Unidad Nacional', 'No a la Amnistía' o 'Pedro Sánchez traidor', alrededor de 20.000 madrileños volvían a tomar el 'cuartel general' socialista. Y no solo se han dado movilizaciones en la capital española sino también en ciudades como Santander, Sevilla o Barcelona. 

"Profundas discrepancias"

El PSOE y Junts reconocen en el acuerdo "sus profundas discrepancias y son conscientes de la complejidad y de los obstáculos del proceso que se disponen a emprender. Por un lado, Junts considera legítimo el resultado y el mandato del referéndum del 1 de octubre, así como la declaración de independencia del 27 de octubre de 2017". 

Por el otro, "el PSOE niega toda legalidad y validez al referéndum y a la declaración, y mantiene su rechazo a cualquier acción unilateral. Al mismo tiempo, constatan que se pueden alcanzar acuerdos importantes sin renunciar a las respectivas posiciones".

"En cuanto al ámbito del reconocimiento nacional, Junts propondrá la celebración de un referéndum de autodeterminación sobre el futuro político de Catalunya amparado en el artículo 92 de la Constitución. Por su parte, el PSOE defenderá el amplio desarrollo, a través de los mecanismos jurídicos oportunos, del Estatut de 2006, así como el pleno despliegue y el respeto a las instituciones del autogobierno y a la singularidad institucional, cultural y lingüística de Catalunya", reza el acuerdo. 

Carles Puigdemont. 

El acuerdo implica el alumbramiento de "la Ley de Amnistía, para procurar la plena normalidad política, institucional y social como requisito imprescindible para abordar los retos del futuro inmediato. Esta ley debe incluir tanto a los responsables como a los ciudadanos que, antes y después de la consulta de 2014 y del referéndum de 2017, han sido objeto de decisiones o procesos judiciales vinculados a estos eventos". 

"Etapa inédita"

Cerdán, más cómodo en las negociaciones que con la retórica, tendrá que cerrar los últimos flecos del acuerdo con el PNV para invitar a su partido a registrar la convocatoria de la sesión de investidura de Sánchez, que será previsiblemente reelegido como presidente del Gobierno la próxima semana. 

Junts per Catalunya, a cambio, consigue en esta nueva etapa más pactista que los catalanes tengan mejores condiciones económicas en relación al Estado y que la Generalitat catalana tenga presencia en organismos internacionales. 

Concentración en la sede de Ferraz/Fotografía: elcierredigital.com.

Puigdemont, dos horas después que su interlocutor, mostró su satisfacción por el acuerdo pese a recordar que no tiene plena confianza en que todos los puntos de acuerdo se lleven a cabo: "Entramos en una etapa inédita que habrá que saber explotar. Es una forma de devolver a la política lo que es de la política". 

Reacciones del PP y Vox

La reedición de un Gobierno progresista a nivel estatal se acerca y Cataluña podría seguir su dinámica de pacificación, creen los socialistas, mientras el PP y Vox, como era previsible, han salido el tromba contra el acuerdo mientras desde Ferraz vomitan argumentarios que recuerdan que José María Aznar ganó las elecciones al grito de "¡Pujol enano habla castellano!" y acabó hablando catalán en la intimidad, renombrando a ETA como "Movimiento Vasco de Liberación" y acercando a presos de la banda. 

La presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso fue la más madrugadora al denunciar la "carta blanca" aceptada por el PSOE y su compañero Alberto Núñez Feijóo mostró su desacuerdo con el pacto que refuerza a Sánchez. 

"España ha perdido, los independientitas están ganando y el PSOE ha desaparecido. El independentismo está avanzando en todos sus objetivos", señala el líder de la oposición, que asegura que el acuerdo "erosiona la democracia" y "entierra la tradición constitucionalista del PSOE". 

Concentración en la sede de Ferraz/Fotografía: elcierredigital.com.

Santiago Abascal, tras solidarizarse con el fundador de Vox Alejo Vidal Quadras, que ha sido tiroteado en Madrid, asegura que el pacto es "golpista", pese a que el acuerdo poco tiene que ver con un cuartelazo, advirtió que Sánchez y Puigdemont "amenazan la convivencia pacífica", y pidió "la movilización de resistencia en la calle". 

El Partido Popular ya había convocado movilizaciones en todas las provincias españolas para este domingo a las 12.00 horas mientras Vox pide que sean los gobiernos regionales, muchos de ellos copados por los 'populares' y ellos, los que convoquen manifestaciones apartidistas. 

La socialista Pilar Alegría, por su parte, pide a PP y Vox "que respeten los resultados" de las elecciones del pasado 26 de julio tras la deslegitimación realizada por sectores de la extrema derecha, que en los últimos días han provocado algaradas frente a Ferraz salpimentadas de gritos contra la Constitución. las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y hasta "Felpudo VI", en relación al jefe del Estado. 

Reacciones judiciales

La inclusión del término "lawfare o judicialización de la política" en el acuerdo ha enfadado al sector judicial y es por ello que hasta cuatro asociaciones del ramo han mostrado su desacuerdo. 

Incluso la progresista Jueces y Juezas para la Democracia dicen que "el texto del acuerdo alcanzado contiene explícitas referencias a la posibilidad de desarrollar comisiones de investigación en sede parlamentaria a fin de determinar la presencia de situaciones de judicialización de la política, con las consecuencias que, en su caso pudieran dar lugar a acciones de responsabilidad o modificaciones legislativas". 

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