Nuevo escándalo de Rubiales: Manipula con cobros las sedes para subir a Segunda División del fútbol español

La polémica entorno a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) está servida. Durante el pasado fin de semana se disputó la primera ronda de los Play Off de Ascenso a Segunda División en Galicia, como había anunciado previamente la Federación. Uno de los equipos gallegos, a los que más favorece que estos partidos se disputen en su comunidad autónoma, quedó eliminado y mostró su descontento con la organización.

Ángel Mato, el alcalde de Ferrol, tras hacerse oficial que el Racing de Ferrol disputaría su partido contra el Nástic de Tarragona en Balaídos y no en La Malata, sacó a la luz que existía un acuerdo con la Federación Galega de Fútbol en el que se había acordado que "el Ayuntamiento de Ferrol pagaría 30.000 euros, para que el Racing disputase, al menos, el primer encuentro en su estadio".

A pesar de que la Federación Española, cuando tomó la decisión, avanzó que los estadios se asignarían atendiendo a la capacidad y demanda de entradas, siendo el campo de La Malata el que menor número de localidades para aficionados tiene, el alcalde de la ciudad gallega viendo que finalmente la RFEF no cumplía su palabra anunció que no abonará la cantidad de dinero que se había pactado en el convenio entre ciudad y Federación y que se sienten “engañados”.

Náctic de Tarragona vs Racing de Ferrol, partido que finalmente se disputó en Balaídos.

El alcalde de Ferrol también ha afirmado que está analizando las medidas que se tomarán aunque ha avanzado que contactará con la Federación Española de Fútbol porque "no se puede maltratar a Ferrol de este modo".

El hecho de que la Federación elija los estadios en los que se disputa un Play Off  mediante acuerdos y teniendo en cuenta los pagos que hagan las ciudades de estos equipos a esta institución "refleja claramente cúal es el valor principal que mueve a esta Federación, el dinero", según expresan los aficionados a elcierredigital.com.

"Es increíble que en una Federación que presume de apostar y apoyar al fútbol modesto solo se tengan en cuenta los ingresos que puede obtener de ciertos ayuntamientos y no cuente para nada con la opinión de los aficionados", relatan con enfado.

Un ejemplo de esta "poca preocupación por la opinión de los aficionados", que son realmente a quienes le debe su éxito este deporte, se pudo ver en el partido que enfrentó al Albacete Balompié y al Rayo Majadahonda. Para poder ver el encuentro, en el que venció el cuadro manchego, los aficionados de ambos equipos tuvieron que desplazarse hasta Galicia a pesar de que tan solo 250 kilómetros separan a uno y otro equipo. Y eso se hizo evidente en unas gradas prácticamente vacías a las que acudieron menos de 250 personas. Del Rayo Majadahonda, según informó Susaeta, su capitán, solo fueron 40.

A pesar de que en el resto de las eliminatorias acudió más gente a ver los partidos, el ambiente "fue muy triste" para ser unas eliminatorias tan importantes, según aseguran los asistentes. "Claramente, como consecuencia de las ideas de un Luis Rubiales que si lo hubiese organizado de otra forma, con formato a ida y vuelta, se hubieran llenado todos los estadios, y tanto jugadores como espectadores hubieran disfrutado mucho más de la fiesta llamada fútbol", comentan.

Falta de “Neutralidad”

Tras salir a la luz que el Ayuntamiento de Ferrol iba a pagar 30.000 euros a la Federación Gallega de Fútbol por disputar al menos uno de los partidos del Play Off en La Malata, lo normal es preguntarse cuánto han pagado el resto de ciudades implicadas con beneficios para sus equipos.

Sin embargo, ni el ayuntamiento de A Coruña ni el de Vigo han desvelado cuánto pagarán las ciudades a la Federación Galega de Fútbol por albergar estos partidos de Playoff. A pesar del vacío que parece existir en el asunto, según publicó el diario Quincemil, fuentes cercanas al consistorio local aseguran que la cantidad a pagar por parte de A Coruña estaría en torno a los 70.000 euros, no se sabe si con el IVA incluido o sin incluir.

Gradas vacías en el Play Off de Ascenso a Segunda División.

Y teniendo en cuenta el dato de que A Coruña podría haber pagado a la Federación Española por jugar los Play Off en Riazor, y sabiendo que el Dépor es el único equipo gallego de los cuatro que se juegan ascender a Segunda división (Nástic, Villareal B y Albacete), "lo normal sería que el señor Rubiales explique dónde está la neutralidad y la imparcialidad aquí", exigen los aficionados ante elcierredigital.com.

Lo cierto es que el próximo domingo el Deportivo de la Coruña y el Albacete Balompié "se juegan los resultados de un año de muchísimo esfuerzo en un partido en casa de los gallegos por el simple hecho de haberlo decidido Rubiales, sin un motivo de peso aparente".

De esta forma, los hinchas de unos tienen el estadio escenario de esta final cerca de las puertas de su casa y otros a 1.800 kilómetros (ida y vuelta). Sin embargo, esta idea que a priori parece tan descabellada y no muy ética para la mayoría de los aficionados, para la Real Federación Española de Fútbol parece ser lo más justo, y ni siquiera parecen plantearse el poner el partido en un estadio que sea lo más neutral posible, aunque sea en Galicia, a cientos de kilómetros de Albacete, para que se dispute la final por el ascenso.