26 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El menor, que volvió a la vida tras siete minutos muerto, fue invitado por el entrenador Rubén de la Barrera a ver el ascenso de su equipo a Segunda

La historia de Miguel: El niño forofo del Dépor que estuvo a punto de morir que fue a Riazor gracias al Albacete

El Cierre Digital en Miguel, en Riazor.
Miguel, en Riazor.
El sábado se vivió un hito histórico en el fútbol modesto. El Albacete consiguió ascender, con todo y contra todos, a la Segunda División del fútbol español tras derrotar al Deportivo de la Coruña en Riazor, en un partido en el que hubo que llegar hasta la prórroga. Testigo directo de ello fue Miguel, uno de los 30.000 aficionados del Dépor que acudieron al estadio. Este niño de 6 años, que estuvo muerto durante siete minutos y revivió, pudo ir al estadio gracias a Rubén de la Barrera.

El pasado sábado se vivió un día histórico en Albacete, el equipo de su ciudad el Albacete Balompié, con todo y contra todos consiguió ascender a la Segunda División del fútbol español. Lo logró al vencer en Riazor a un Deportivo de la Coruña, que comenzó adelantándose y que hasta el minuto 81 parecía tener el ascenso encarrilado. Sin embargo, los albaceteños, tirando de coraje y tesón, consiguieron dar la vuelta al encuentro, eso sí, con mucho sufrimiento y una prórroga de por medio.

En este Play off celebrado con tanta polémica por los pagos de los ayuntamientos de A Coruña y Ferrol para que se disputasen los partidos de los equipos de sus ciudades en sus estadios, y del que han salido victoriosos consiguiendo un billete para la Liga Smartbank tanto el Albacete Balompié como el Villareal B, también ha habido historias humanas que ponen los pelos de punta.

Una de estas historias es la de Miguel, un niño de seis años que es un superviviente nato y un forofo del Dépor.  El pasado 20 de diciembre de 2017 Miguel fue salvado in extremis de una muerte súbita. Ahora respira gracias a una traqueotomía que le abrieron de urgencia en la noche que ni Miguel ni su familia olvidaran jamás. “Estuvo siete minutos muerto y revivió”, cuenta Alexia Hermida, su madre, a la que ese tiempo se le hizo eterno, para que después, casi sin tiempo para reponerse del susto, Miguel sufriera hasta tres paradas cardíacas más.

Alexia, sabiendo de la importancia del partido del pasado sábado y del ambientazo que se viviría en Riazor, intentó, de todas las formas posibles, conseguir dos entradas para que su hijo pudiese disfrutar de tal espectáculo. Pero esto parecía imposible ya que todo estaba agotado.

Miguel en Riazor.

Sin embargo, el fútbol y el deporte ha llegado tan lejos y llega a tantísima gente por las grandes personas que forman parte de él y que dejan historias increíbles. Esta vez el protagonista fue Rubén de la Barrera, el actual entrenador del Albacete Balompié, que al igual que Miguel es seguidor del Deportivo de la Coruña desde bien pequeño. De la Barrera, al enterarse de la situación de Alexia y de la historia del pequeño Miguel, no dudó y les envió dos entradas a pesar de que llevaban tiempo agotadas.

Provocando, según ha contado Alexia a elcierredigital.com, sus lágrimas de alegría y las de su hijo, que muy emocionado pudo cumplir un sueño: Ir a Riazor, por primera vez, a ver jugar a su equipo junto a su abuela. Y como no podía ser de otra forma, “a pesar de la derrota del Deportivo, se lo pasó genial” concluye Alexia, que quiere dejar constancia de su agradecimiento al entrenador del conjunto manchego, al que incluso escribió por redes sociales para darle las gracias personalmente.

'Riazorazo': Un ascenso contra todo

El Albacete Balompié se jugaba el pasado sábado su vuelta al fútbol profesional después de una liga regular en la que peleó el ascenso directo con el Andorra de Piqué. El sábado los de Rubén de la Barrera se desplazaban por segundo fin de semana consecutivo a Galicia, en esta ocasión para medirse al Deportivo de La Coruña en la sede neutral menos neutral del mundo; Riazor. Allí, se reunieron 31.000 aficionados deportistas y 3.000 del Albacete.

En lo deportivo, sin embargo, la cosa fue favorable al Albacete Balompié que se consiguió el ascenso a la división de plata del fútbol español con dos cabezazos. El primero, obra de Alberto Jiménez, en una falta lateral a ocho minutos del final con el que forzó la prórroga y el gol definitivo, obra de Jordi Sánchez, en el segundo tiempo de la prórroga, con el que enloqueció a todos los aficionados.

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