
El tabú de la homosexualidad en el fútbol: Solo un jugador y árbitro salen del armario
El portero de la Unión Deportiva San Sebastián de los Reyes se ha casado con su pareja este pasado mes de julio
Alberto Lejárraga (Madrid, 1995), portero de la Unión Deportiva San Sebastián de los Reyes, se ha casado con su pareja, Rubén Fernández, este pasado mes de julio. Se convierte, así, en el primer futbolista de Primera División abiertamente gay en España.
La boda se celebró en una finca privada en La Mairena, una exclusiva zona de Ojén. Asistieron alrededor de 200 personas, incluyendo a familiares y amigos cercanos de la pareja. Entre los asistentes se encontraban compañeros de equipo y otros miembros del mundo del fútbol.
Fue en abril de 2023, cuando tras ascender con el Marbella publicó una foto besándose con su pareja. El madrileño agradecía a su compañero de vida el apoyo que le había dado durante su relación. La publicación se llenó de comentarios que le daban las gracias por luchar contra el tabú de la homosexualidad en el fútbol.
Incluso el exfutbolista del Real Madrid Esteban Granero comentó su publicación con un corazón. Lejárraga participó en el programa 'Informe Semanal' titulado ‘La homofobia, fuera de juego’. En este contó su propia experiencia, decía que “desea que todos puedan vivir en libertad con tranquilidad como él hace ahora”.
Alberto sienta las bases de ser el primer jugador abiertamente no heterosexual de la primera división española de futbol. Estimaciones recientes indican que alrededor del 5-10% de la población mundial se identifica como LGBTIQ+, un porcentaje mayor en generaciones jóvenes.
Dentro del futbol, a nivel internacional, más del 25-33 % de las jugadoras de primera división son abiertamente parte del colectivo. Por parte de los jugadores este dato no llega ni al 1%. Pero ¿por qué surge esta discrepancia?
Caso español
En el fútbol masculino el tema de la homosexualidad está todavía muy atrasado. Apenas se conoce públicamente a algún miembro del sector que se haya declarado abiertamente homosexual.
Otro caso de un miembro homosexual del fútbol español es el del exárbitro Jesús Tomillero (La Línea de la Concepción, 1994). En 2015 subió una foto a las redes sociales con su pareja. Algo que comenzó con su calvario en el mundo del fútbol.
Se le catalogó como el primer árbitro gay, y comenzó a recibir insultos por su orientación sexual. Ya no se evaluaba su nivel de arbitraje, sino que se le menospreciaba por ser homosexual. Recibió un gran número de insultos y decidió retirarse del mundo del arbitraje.
Muchos compañeros le dieron la espalda. En una entrevista con La Vanguardia confesó que “se planteó incluso quitarse la vida”. Sin embargo, decidió luchar por él y por el colectivo, llegando incluso hasta el Parlamento Europeo.

Es el presidente y fundador de Roja Directa Andalucía LGTBI, una organización sin ánimo de lucro que lucha contra la homofobia. También publicó el libro Volar sin Barreras: Por un deporte más libre.
En él cuenta su propia historia como primer árbitro homosexual, así como las dificultades que tuvo que pasar por expresar su orientación sexual. En septiembre de 2023 volvió a hacer aquello que le apasionaba, arbitrar, aunque fue en un par de partidos amistosos.
Por el fútbol español también pasó un futbolista que se ha declarado abiertamente homosexual. Se trata de Jakub Jankto (República Checa, 1996), que militó una temporada en el Getafe. Manifestó su orientación sexual en febrero de 2023, cuando todavía pertenecía al Getafe, aunque estaba cedido en el Sparta de Praga.

A través de un vídeo publicado en sus redes sociales, Jankto anunciaba su homosexualidad. “Soy homosexual y ya no quiero esconderme más tiempo”, declaraba el futbolista en sus redes sociales. Jankto tiene un hijo con Markéta Ottomanská, su novia antes de salir del armario.
Jankto recibió un gran apoyo de sus compañeros y de muchos integrantes del fútbol. El checo llegó en 2023 a su actual club, el Cagliari, por petición de Claudio Ranieri, el entrenador en ese momento. Tras una temporada, el equipo cambió de entrenador, llegando Davide Nicola.
Jankto no ha disputado ni un solo minuto esta temporada con la camiseta del Cagliari. Quién sabe si es solo por el nivel del checo y sus lesiones o si detrás de la decisión hay prejuicios por su orientación sexual. Tras este año, Jankto se ha marchado del equipo, y actualmente se encuentra sin club.
El tabú del fútbol
En el panorama futbolístico global, pocos son los futbolistas que se han declarado homosexuales. Otro caso, aparte de los mencionados, es el de Josh Carvallo (Australia, 1999). Manifestó su homosexualidad en 2021, fue el primero en hacerlo estando en activo. Al igual que Jankto, Carvallo lo manifestó a través de un vídeo.
“Soy Josh Carvallo, soy futbolista y estoy orgulloso de ser gay”, declaró el australiano. En el podcast 'Footballers Unfiltered', Carvallo contó que en pleno 2025 sigue recibiendo amenazas de muerte. Jake Daniels (Reino Unido, 2005) también se declaró homosexual en 2022, cuando tenía tan solo 17 años.
Lo hizo a través de un comunicado. “Siempre he sabido que soy gay, y ahora siento que estoy listo para salir del armario y ser yo mismo. He odiado mentir toda mi vida y sentir la necesidad de cambiar para encajar”, declaraba Daniels.

Salir del armario en el mundo del fútbol masculino está mal visto por muchos que piensan que ser gay te hace ser menos masculino. Algo que parece mentira que en 2025 se siga pensando. Algo que provoca que los jugadores tengan que mentir y esconderse ante posibles represalias.
El panorama futbolístico cada vez está más dentro el mercado árabe. Un mercado en el que la religión musulmana es el Islam, que no ve con buenos ojos las relaciones entre personas del mismo sexo.
En algunos países, como Arabia Saudí, la homosexualidad está prohibida, perseguida e incluso penada de muerte. Un pensamiento que solo provoca daño a las personas que no pueden mostrarse libremente ante el mundo por miedo a ser juzgadas o castigadas.
Desde que comenzó el fútbol ha habido homofobia en este deporte. Cada vez está siendo más habitual ver a jugadores tratando de romper este tabú. Son los casos de los ya mencionados; no obstante, muchos lo han tenido que sufrir en el pasado.

Muchos jugadores como Cristiano Ronaldo, Guti o Héctor Bellerín han tenido que recibir insultos, escudados en una ‘supuesta rivalidad’. Los dos primeros recibían en un gran número de ocasiones el término ‘maricón’. En el caso de Bellerín, le llamaban ‘lesbiana’, tratando de menospreciarle por su apariencia física.
Durante estos años han surgido grupos como Dracs de Barcelona, que luchan por la reivindicación y defensa de los derechos del colectivo. La asociación Gotas ha organizado el ‘Orgullo en Xogo’, un partido de fútbol en Galicia para luchar contra la homofobia que tendrá lugar el próximo 12 de agosto. También hay campañas en el extranjero, como ‘Football v Homophobia’ en Reino Unido, que combaten la discriminación por la orientación sexual en todos los niveles del fútbol.
La FIFA ha mostrado varias veces su apoyo a la comunidad LGTB en redes sociales. Sin embargo, sus decisiones han generado una gran controversia al calificarse de hipocresía. Un ejemplo es la elección del lugar en el que se jugó el último mundial, Qatar.
Este país tampoco respeta los derechos de las personas homosexuales. Sin embargo, se decidió establecer como sede para el torneo más importante del fútbol a nivel de selecciones. En 2020 se creó la campaña ‘One Love’ por parte de la Real Asociación Holandesa de Fútbol.

Un proyecto que se oponía a la discriminación de cualquier tipo. La FIFA prohibió que los jugadores portasen ese brazalete e indicó que, de incumplirse, serían amonestados. La selección alemana protestó contra esta prohibición. Lo hizo con sus jugadores posando en su debut con la mano en la boca quejándose de la censura.
La UEFA, en 2021, prohibió que el Allianz Arena tuviese los colores del colectivo LGTB en un partido entre Alemania y Hungría. El presidente Ceferin se excusó diciendo que la propuesta “estaba motivada por una decisión política”.
Estos actos que llevan a cabo los grandes organismos del fútbol frenan la lucha por los derechos de las personas. Algo que difiere totalmente con el panorama futbolístico femenino, en el que el colectivo LGTB cuenta con un gran número de representantes.
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