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Aficionados de fútbol en las gradas sosteniendo bufandas del equipo.
PIZARRA DEPORTIVA

El problema de los 'ultras': El Frente Atlético y la indiferencia de Gil y Cerezo

El fanatismo, la radicalización y los delitos de odio en el deporte están llegando a extremos insospechados

Hace poco más de una semana, saltaba la alerta en todos los medios de un incidente entre unos ultras del Atlético con una niña y su madre. Fue durante el derbi, que se celebraba también en el Metropolitano y que se saldó con un 3-1 a favor del club de Simeone.

La niña acudió a ver el partido de la Liga EA Sports con su madre, y ambas, de raza negra, vestían la camiseta de  Vinicius Jr. Los ultra rojiblancos insultaron a las dos fans con “Vikingos, no” y “madridistas, hijos de puta”, aparte de algunas onomatopeyas de mono, insulto al que ya se ha tenido que enfrentar Vinicius y que ya está investigando, otra vez, LaLiga.

La información, exclusiva de “Carrusel Deportivo”, destacaba que se trató de un supuesto incidente vivido durante la previa del partido de la jornada 6 y los testigos confirman los insultos. La madre, ante la situación, tuvo que llevarse en brazos a la niña, que lloraba desconsolada por culpa de los fanáticos radicales. Días después, el Real Madrid tuvo un gesto con la pequeña, a la que invitaron a acudir al palco del Santiago Bernabéu para ver el partido ante Las Palmas y a conocer, en persona, a los jugadores del conjunto de Ancelotti.

El Frente Atlético y más allá: De "ultras" a "sobradas" en las cabinas de comentaristas

Pero ni siquiera es la primera vez que se ve, por parte de la "afición" rojiblanca, una actitud xenófoba en el fútbol. En otro derbi de la temporada pasada (un ejemplo más de todo lo que tuvo que aguantar el brasileño), volvió a recibir una oleada de comentarios racistas como colofón a una semana que demostró todo el trabajo que aún hay pendiente para acabar con el racismo en el fútbol y en la sociedad, y que justificaron con la discusión en los medios de comunicación y redes sociales sobre si sus bailes tras marcar gol eran una falta de respeto hacia los rivales.

El debate se trató en el programa El Chiringuito de Jugones, donde uno de los tertulianos declaró: "Vinicius tiene que respetar al contrario. Si quieres bailar samba te vas a Brasil, aquí lo que tienes que hacer es respetar a tus compañeros de profesión", para luego usar la expresión: "y dejar de hacer el mono".

Estas palabras provocaron la reacción del propio jugador, que mandó un mensaje a través de sus redes sociales rechazando cualquier forma de racismo, al igual que su club, el Real Madrid, que emitió un comunicado afirmando que: "El Real Madrid C.F. rechaza todo tipo de expresiones y comportamientos racistas y xenófobos en el ámbito del fútbol, del deporte y de la vida en general, como los lamentables y desafortunados comentarios dirigidos en las últimas horas contra nuestro jugador Vinicius Junior". Unas palabras que enseguida tuvieron el apoyo de compañeros de equipo y de profesión bajo el hashtag #BailaViniJr que se hizo trending topic en pocas horas.

La 'vista gorda' de Gil Marín y Enrique Cerezo

Podría parecer que es un problema "ajeno" a la directiva del club, o que no tiene nada que ver con lo deportivo, pero los dueños del conjunto madrileño son muy conscientes de lo que supone el Frente Atlético para el deporte, para la afición del Atlético de Madrid y para el respeto en el fútbol. Y, aun así, no hacen nada. Ya dijo Gil Marín, propietario del club, en el año 2014 que "el Atlético ha decidido expulsar al Frente", pero, nueve años después, ahí siguen. En las gradas. Con sus pancartas.

Una persona de pie sobre una estructura sostiene una pancarta roja con letras blancas que dice
La gravísima pancarta que colgaron varios miembros del Frente Atlético sobre Vini Junior. | El Cierre Digital

Y cada vez, la situación es más insostenible. Ante el silencio de Gil y Cerezo, los "ultras" han encontrado un nuevo foco para la crítica. Xenofobia, racismo y pancartas amenazantes con Vinicius como protagonista que, como ya ocurría hace apenas una semana, terminan sobre otros aficionados que solo quieren disfrutar del fútbol, como fue el caso de la pequeña que iba a ver a su ídolo. 

Y LaLiga tampoco hace suficiente. Las denuncias se acumulan, y llegaron a las detenciones a raíz del incidente más grave del Frente Atlético, el del cartel "Madrid odia al Real" con un muñeco que simulaba a Vinicius Jr. colgado de un puente en Valdebebas.

La fundación del Frente Atlético tuvo lugar en 1982 y en 2014 ya contaba con cerca de 2.500 miembros. Este grupo ultra fue clasificado por los medios como una organización de extrema derecha. Ya en 2005 la Comisión Antiviolencia propuso varias sanciones por la exhibición de una pancarta que “incitaba a la xenofobia y al racismo”. 

En 2014 el club les expulsó como peña y prohibió exhibir su simbología en el estadio por ser precisamente de carácter neonazi y ultranacionalista. Sin embargo, el Frente Atlético sigue yendo al Wanda Metropolitano a animar al equipo. En enero de 2018, tras una pelea entre ultras del Atlético de Madrid y del Sevilla, un chico fue apuñalado. El hombre pertenecía al Frente Atlético, la sección ultra del equipo madrileño. En el caso se vio involucrado Ignacio Racionero, un veterano del Frente Atlético de 40 años, que recientemente había salido de prisión y que contaba a sus espaldas con un amplio historial delictivo.

Pero siguen teniendo acceso a los estadios, a los aledaños, siguen teniendo el permiso de los propietarios del club cada vez que miran a un lado. Y así va a seguir hasta que los máximos dirigentes del club Gil Marín y Enrique Cerezo cumplan con lo que dijeron en 2014. El Atlético tiene que dejar fuera al Frente.

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