
Las incógnitas aún tras la muerte de Maradona: Un caso sin resolver 5 años después
El juicio para esclarecer la muerte del futbolista argentino sigue parado, con 8 profesionales acusados de 'negligencia'
En noviembre de este año se cumplirá un lustro desde que el mundo del fútbol perdió a una de sus figuras más icónicas. Fue con el fallecimiento de Diego Armando Maradona (Argentina, 1960). El ilustre jugador perdió la vida a los 60 años por un edema pulmonar provocado por una insuficiencia cardíaca, según la autopsia.
Sin embargo, al poco tiempo de cumplirse cinco años de su fallecimiento, sigue habiendo incógnitas que le rodean. Hasta ocho profesionales están en proceso judicial por la muerte de la estrella argentina. Se les acusa de "homicidio simple con dolo eventual".
Posibles negligencias
El juicio que comenzó en marzo de este mismo año ha sentado en el banquillo hasta a ocho profesionales de la salud. La razón es que se considera que se cometieron negligencias en la toma de decisiones, que habrían provocado el fallecimiento del exfutbolista. Las penas de cárcel podrían ir desde los 8 hasta los 25 años de prisión.
A Maradona se le realizó una neurocirugía para tratar un hematoma subdural. Tras la operación, los médicos vieron con buenos ojos su envío al domicilio particular. Algo que terminó provocando el fallecimiento del argentino dos semanas después.

Según los fiscales, los médicos pusieron al argentino en un estado de indefensión por no proporcionarle los tratamientos adecuados. Además es una situación que los médicos conocían: el delicado estado de salud del exfutbolista. La clave del caso será tratar de averiguar si la muerte de Maradona pudo ser evitable con mejor atención médica.
Los acusados son el neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Ángel Díaz, los enfermeros Dahiana Gisela Madrid y Ricardo Omar Almirón, su coordinador Mariano Perroni y los médicos Nancy Forlini y Pedro Di Spagna.
Un juicio complicado
El juicio se estableció para comenzar en junio del 2024. Sin embargo, ha ido acumulando varios retrasos en el tiempo provocados por acontecimientos como la petición de Dahiana Gisela Madrid, que solicitó ser juzgada por separado y por un jurado popular, algo que le fue concedido. Finalmente, se estableció que el juicio comenzaría el 11 de marzo de 2025.
El proceso que inició por fin, después de más de cuatro años desde el fallecimiento, no duró demasiado. En el mes de mayo el proceso judicial quedó anulado. El motivo era la implicación de la jueza Julieta Makintach y las dudas sobre su parcialidad en el proceso.
La magistrada fue apartada del caso al acusarla de haber oficiado “de actriz, no de jueza”. Makintach participó en la grabación de "Justicia Divina", una miniserie documental que buscaba mostrar el proceso judicial llevado a cabo. También autorizó la grabación de imágenes a espaldas del Tribunal para la creación de la obra que iba a protagonizar.
Tras casi tres meses y 21 audiencias, el juicio quedó anulado y se comenzaría nuevamente más adelante. Se nombró a Alberto Gaig, Alberto Ortolani y Pablo Adrián Rolón, que sustituyeron a Alejando Lago por motivos de salud, como nuevos encargados para dirigir el juicio. En ellos caía la responsabilidad de limpiar la imagen de la Justicia argentina tras el escándalo.
Sin embargo, la nueva elección de jueces también podría provocar ahora un nuevo problema en el caso. Los abogados defensores de Leopoldo Luque han pedido que se aparte a dos de los tres magistrados designados para impartir justicia, según EFE. Estos son el presidente del Tribunal Oral en lo Criminal N°7 de San Isidro, Alberto Gaig, y Pablo Rolón.

En el mes de julio, en una audiencia se produjo una fuerte discusión entre el juez Gaig y Francisco Oneto, abogado de Leopoldo Luque. Los letrados pedían que se respetara el plazo para evaluar una posible recusación de los magistrados. “Esta audiencia no se va a interrumpir, vamos a seguir adelante”, decretó el juez, aunque terminaron aceptando extender el plazo hasta este 5 de agosto.
Los abogados de Luque argumentaron que el juez Rolón no hizo nada ante la actitud de Gaig. “El Dr. Rolón tuvo la oportunidad de actuar como un juez imparcial, pero eligió ser espectador. Y en materia de imparcialidad, la omisión también compromete”.
Ante esto, los defensores del acusado declaran que “infunde un temor certero de que no serán imparciales”. La solicitud para apartarlos del caso también se fundamenta en un interés personal de los jueces ante un caso tan mediático.
Francisco Oneto y Julio Rivas, abogados de Luque, también mencionaron en la solicitud de recusación la presencia de los jueces en el sorteo que definía quienes formarían el tribunal. Algo que, según ellos, demuestra falta de imparcialidad e intención de formar parte del juicio. También señalan que Gaig ya participó en el juicio anterior, ya que resolvió cuestiones acerca de la recusación ante Makintach.
Ahora toca esperar si esa petición sigue adelante y se aparta o no a los jueces del caso. Algo que podría suponer un nuevo retraso para conocer la verdad en torno al fallecimiento de un icono del fútbol.
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