Cesc Fábregas, el niño que permitió soñar a un país entero se retira del fútbol
El excentrocampista intercional fue el encargado de derribar en 2008 la muralla de cuartos en la Eurocopa de Suiza
El niño prodigio que llegó a hombre, el revulsivo por excelencia, el diez más puro de la selección española, el jugador más decisivo de un equipo histórico, el encargado de los quintos penaltis, y sobre todo el joven que permitió a millones de españoles iniciar un sueño que duraría hasta 2012. Francesc Fábregas Soler ha anunciado a través de sus redes sociales que se retira del fútbol a los 36 años.
El catalán, que ha terminado esta temporada en el Como 1907, equipo italiano de la Serie B, ha decidido poner punto y final a su carrera tras 21 años de fútbol al más alto nivel. Cesc, de 36 años de edad, ha participado en 17 partidos de Serie B con su último equipo, del que también se hizo socio propietario. En el Como entrenará la próxima temporada como responsable máximo del equipo B y del Primavera (Juvenil), en una idea que ya estaba preconcebida desde que se unió a este proyecto el verano pasado.
Un jugador fino, alejado del estereotipo del 'atleta' actual que manda en el centro del campo, tuvo cinco clubes en su carrera. Salió de la cantera del Barça para debutar antes de cumplir los 18 años con un Arsenal de Arsène Wenger que lo sedujo para un proyecto en el que se convertiría en jugador simbólico e histórico, hasta lograr ser capitán. Con todos sus grandes clubes ganó Ligas (Arsenal, Barça y Chelsea), pero nunca levantó la Champions League, quizá el gran 'pero' de una brillante carrera.
Con el Barça estuvo tres temporadas, ganando Supercopa (dos), Copa del Rey y Liga, y haciéndose íntimo amigo, hasta la actualidad, de Lionel Messi. Tras esta etapa, tuvo cuatro buenas temporadas en el Chelsea, con el que conquistó la Premier League y la Europa League, entre otras cosas. Ya en sus últimos años de fútbol, con las lesiones a cuesta, tuvo experiencia en el fútbol francés (Mónaco) y en el italiano (Como), completando cuatro de las cinco grandes Ligas de Europa, exceptuando la Bundesliga y contando con que en Italia sólo jugó en Serie B.
A pesar de sus éxitos en clubes, en España nadie olvidará su decisiva participación en los éxitos y el estilo de juego de La Roja. Fue el encargado de derribar en 2008 la muralla de los cuartos de final de la Eurocopa. Un muro que se antojaba infranqueable, con el añadido que suponía enfrentarse a nuestra entonces ‘bestia negra’, la Italia de Gianluigi Buffon. Se colocó un paso por detrás de la frontal del área, respiró hondo y con decisión anotó un penalti que acababa con un gafe de 24 años.
Cuatro años más tarde repitió la hazaña de nuevo, esta vez en semifinales y frente a la Portugal de Cristiano Ronaldo, pidió tirar el quinto penalti otra vez y con un temple de acero cumplió, porque en momentos decisivos el catalán siempre aparecía. También lo hizo dos años antes, porque entre medias de estas dos Eurocopas hizo la asistencia más importante de toda su carrera y de este país, filtrando un balón exquisito a Andrés Iniesta para que el manchego anotara el gol que nos daría el Mundial de Sudáfrica 2010. De hecho años más tarde reconoció que cuando entregó ese balón ya sabía que eran campeones del mundo.
Se va, por tanto, el Cesc jugador pero aparece el Fàbregas entrenador, profesión para la que se lleva preparado unos años. El fútbol lo tiene en la cabeza, desde luego, desde hace años. Un símbolo del buen fútbol. Pero en la memoria y en las hemerotecas perdurarán sus 110 partidos jugados y 15 goles anotados con la selección española. Pero si hay algo que define a Cesc, a parte de la gran inteligencia que ha demostrado en el campo, es el pase. Basta decir que en su carrera ha dado bastantes más asistencias (217) que goles (125).
Los cinco jugadores del histórico triplete
Con la retirada de Cesc Fábregas, ya solo cinco futbolistas de los que conformaron el histórico triplete (Eurocopa 2008, Mundial 2010 y Eurocopa 2012) de la selección española permanecen en activo. Uno de ellos es Andrés Iniesta, que precisamente ayer se despidió del Vissel Kobe japonés, en el que ha militado las últimas cinco temporadas. “Aquí he crecido como jugador y persona”, dijo el autor del histórico gol contra los Países Bajos en la final de Sudáfrica durante su despedida. A sus 39 años, Iniesta no prevé colgar todavía las botas. “Quiero retirarme jugando en el campo y estoy listo para dar el siguiente paso”, añadió el manchego, que no desveló cuál será su futuro.
También sigue sin confirmarse el destino de Sergio Ramos, tras completar su contrato con el PSG. El central andaluz, otro de los protagonistas del triplete, se habría ofrecido para un retorno al Sevilla, que lo habría descartado. Siguen también en activo Pepe Reina, Raúl Albiol y David Silva. El guardameta, que solo jugó 90 minutos en la conquista del triplete, los que le dio Aragonés ante Grecia en Salzburgo (2-1), milita actualmente en el Villarreal, al igual que Albiol. Reina cumplirá 41 años en agosto y el central 38 en septiembre. El otro superviviente en los terrenos de juego, con los tres títulos, es el canario David Silva que, con 37 años, juega en la Real Sociedad.
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